martes, 29 de agosto de 2006

La noche de los girasoles

Dos espeleólogos acuden a una cueva en una zona montañosa de la provincia de Ávila, para investigar y estudiar si tiene algún tipo de valor científico. Mientras, la novia de uno de ellos, que les ha acompañado, les espera a los pies de la montaña. Cuando salen, los chicos se encuentran a la mujer absolutamente espantada y asustada por un hecho que aún desconocen. Su cara de terror dice que algo terrible ha visto o le ha sucedido.
La película está montada como una novela: mediante capítulos donde se nos van presentando los personajes principales del relato, en unos momentos inmediatamente anteriores al hecho que espanta a la mujer. La interpretación es ajustada y sobria, como la propia historia. En ella se nos cuenta la vida de un pueblo y la de una aldea de sólo dos habitantes. El pueblo vive la ilusión de que la cueva vaya a ser el atractivo turístico que saque del abandono el lugar. La intriga sobre el desenlace se mantiene a lo largo de toda la película.
Magnífica la presencia del viajante que recorre los lugares cambiando la vida de sus habitantes con un antes y un después de su llegada.
Colosal la imagen del sargento de la guardia civil y la antítesis de su yerno que aspira a abandonar el cuerpo y alejarse del pueblo.
Buen guión y buena fotografía. En cambio no termina de gustarme la banda sonora. No asocio más que la canción repetitiva en la aldea.
Os acompaño la ficha técnica de la película, por si conocéis a alguno de los que han participado en esta sugerente historia y os animo a ver la película. Ya me comentaréis


Director:Jorge Sánchez-Cabezudo
Intérpretes: Carmelo Gómez, Judith Diakhate, Celso Bugallo, Manuel Morón, Mariano Alameda, Vicente Romero, Walter Vidarte, Cesáreo Estébanez, Fernando Sánchez-Cabezudo, Petra Martínez
Música: Krishna Levy
Montaje -Fotografía: Ángel Iguacel
Productor: Enrique González Macho
Guión: Jorge Sánchez-Cabezudo

La noche de los girasoles

Dos espeleólogos acuden a una cueva en una zona montañosa de la provincia de Ávila, para investigar y estudiar si tiene algún tipo de valor científico. Mientras, la novia de uno de ellos, que les ha acompañado, les espera a los pies de la montaña. Cuando salen, los chicos se encuentran a la mujer absolutamente espantada y asustada por un hecho que aún desconocen. Su cara de terror dice que algo terrible ha visto o le ha sucedido.
La película está montada como una novela: mediante capítulos donde se nos van presentando los personajes principales del relato, en unos momentos inmediatamente anteriores al hecho que espanta a la mujer. La interpretación es ajustada y sobria, como la propia historia. En ella se nos cuenta la vida de un pueblo y la de una aldea de sólo dos habitantes. El pueblo vive la ilusión de que la cueva vaya a ser el atractivo turístico que saque del abandono el lugar. La intriga sobre el desenlace se mantiene a lo largo de toda la película.
Magnífica la presencia del viajante que recorre los lugares cambiando la vida de sus habitantes con un antes y un después de su llegada.
Colosal la imagen del sargento de la guardia civil y la antítesis de su yerno que aspira a abandonar el cuerpo y alejarse del pueblo.
Buen guión y buena fotografía. En cambio no termina de gustarme la banda sonora. No asocio más que la canción repetitiva en la aldea.
Os acompaño la ficha técnica de la película, por si conocéis a alguno de los que han participado en esta sugerente historia y os animo a ver la película. Ya me comentaréis


Director:Jorge Sánchez-Cabezudo
Intérpretes: Carmelo Gómez, Judith Diakhate, Celso Bugallo, Manuel Morón, Mariano Alameda, Vicente Romero, Walter Vidarte, Cesáreo Estébanez, Fernando Sánchez-Cabezudo, Petra Martínez
Música: Krishna Levy
Montaje -Fotografía: Ángel Iguacel
Productor: Enrique González Macho
Guión: Jorge Sánchez-Cabezudo

domingo, 27 de agosto de 2006

La cruz de Valencia


Quiero traer a la memoria el Encuentro Mundial de las Familias porque se están recogiendo firmas para que la cruz levantada con motivo de dicho encuentro, permanezca en pie y se rebautice el puente de Monteolivete con el nombre de Benedicto XVI. De nuevo la polémica está servida, mientras el PP defiende la idea de recordar el evento mundial, el PSOE asegura que la estética de la cruz recuerda al nazismo. No sé sobre la base de qué argumentos asocian una cruz latina a la esvástica nazi.
En cualquier caso, el acoso del laicismo a los símbolos religiosos viene de lejos: Protestas por mantener la Virgen del Pilar en un cuartel de la Guardia Civil, cuando precisamente es la patrona del cuerpo. Protestas para retirar los símbolos religiosos de las escuelas. Protestas ahora, por mantener en pie la cruz o rebautizar el puente. De modo que se manifiesta una falta de tolerancia hacia los símbolos religiosos que representan las creencias de buena parte de la ciudadanía.
Precisamente en verano podemos ver en muchas ciudades que orlan banderas con la media luna, en recuerdo la época de dominación musulmana, y hasta ahora nadie ha protestado por esos símbolos islamistas. La fiesta es la fiesta y el consenso está servido.
Los símbolos religiosos forman parte de la idiosincrasia de los pueblos y sólo la incultura es capaz de pedir que se retiren. La Exposición Universal en Barcelona es recordada con un monumento. La exposición Universal de Sevilla tendrá el suyo, y así sucesivamente. El hecho de que el Encuentro Mundial de las Familias represente una religión no invalida el acontecimiento mundial.
Lo que no entiendo es en qué pueden molestar unos símbolos que no significan nada para el agnóstico o ateo. Sencillamente deberían ignorarlos y no sentirse molestos, puesto que la convivencia se rige por la tolerancia y en nuestra España aconfesional que no-laicista, rigen acuerdos con las religiones mayoritarias del país. Estos acuerdos de conformidad con la Constitución, permiten la libertad de culto y las manifestaciones religiosas públicas. Ahí están las romerías y las procesiones y las fiestas de tantos y tantos lugares donde el fervor se une al interés turístico.
La historia de cada pueblo debe estar llena de recuerdos de todas las épocas, así lo atestiguan los restos arqueológicos, las pinturas y esculturas de los museos y los edificios civiles o religiosos. Molestarse por un símbolo que recuerda un evento mundial roza lo cicatero y es que la moda vende lo secular como moderno y progre. Mientras se tacha lo religioso de facha y retrógrado, con una simplicidad que dan ganas de reír. Por lo pronto ya han abierto una suscripción para votar sobre la conveniencia o no de mantener la cruz y cambiar el nombre del puente. Veremos que sucede al final.

La cruz de Valencia


Quiero traer a la memoria el Encuentro Mundial de las Familias porque se están recogiendo firmas para que la cruz levantada con motivo de dicho encuentro, permanezca en pie y se rebautice el puente de Monteolivete con el nombre de Benedicto XVI. De nuevo la polémica está servida, mientras el PP defiende la idea de recordar el evento mundial, el PSOE asegura que la estética de la cruz recuerda al nazismo. No sé sobre la base de qué argumentos asocian una cruz latina a la esvástica nazi.
En cualquier caso, el acoso del laicismo a los símbolos religiosos viene de lejos: Protestas por mantener la Virgen del Pilar en un cuartel de la Guardia Civil, cuando precisamente es la patrona del cuerpo. Protestas para retirar los símbolos religiosos de las escuelas. Protestas ahora, por mantener en pie la cruz o rebautizar el puente. De modo que se manifiesta una falta de tolerancia hacia los símbolos religiosos que representan las creencias de buena parte de la ciudadanía.
Precisamente en verano podemos ver en muchas ciudades que orlan banderas con la media luna, en recuerdo la época de dominación musulmana, y hasta ahora nadie ha protestado por esos símbolos islamistas. La fiesta es la fiesta y el consenso está servido.
Los símbolos religiosos forman parte de la idiosincrasia de los pueblos y sólo la incultura es capaz de pedir que se retiren. La Exposición Universal en Barcelona es recordada con un monumento. La exposición Universal de Sevilla tendrá el suyo, y así sucesivamente. El hecho de que el Encuentro Mundial de las Familias represente una religión no invalida el acontecimiento mundial.
Lo que no entiendo es en qué pueden molestar unos símbolos que no significan nada para el agnóstico o ateo. Sencillamente deberían ignorarlos y no sentirse molestos, puesto que la convivencia se rige por la tolerancia y en nuestra España aconfesional que no-laicista, rigen acuerdos con las religiones mayoritarias del país. Estos acuerdos de conformidad con la Constitución, permiten la libertad de culto y las manifestaciones religiosas públicas. Ahí están las romerías y las procesiones y las fiestas de tantos y tantos lugares donde el fervor se une al interés turístico.
La historia de cada pueblo debe estar llena de recuerdos de todas las épocas, así lo atestiguan los restos arqueológicos, las pinturas y esculturas de los museos y los edificios civiles o religiosos. Molestarse por un símbolo que recuerda un evento mundial roza lo cicatero y es que la moda vende lo secular como moderno y progre. Mientras se tacha lo religioso de facha y retrógrado, con una simplicidad que dan ganas de reír. Por lo pronto ya han abierto una suscripción para votar sobre la conveniencia o no de mantener la cruz y cambiar el nombre del puente. Veremos que sucede al final.

sábado, 26 de agosto de 2006

Plutón ya no es planeta



El misterioso y guerrero Plutón, asociado a Marte pero con mayor fuerza, ha sido desterrado del Olimpo de los planetas. Eso me recuerda mi afición adolescente sobre astrología. Entonces la carta astral era un universo de símbolos que te reflejaban psicológicamente dependiendo del vaivén de las posiciones planetarias. No era igual una conjunción que una oposición, había aspectos positivos y negativos, indicaciones amables de la bondad de los planetas o de su influjo maléfico. Todo era sometido al vaivén de los aspectos. Recuerdo que me fascinaba y me sigue fascinando el atractivo astrológico, no porque crea que determina mi futuro o desvela mi pasado. Más bien me parece fantástico que miles de seres de otras épocas hayan escrutado los astros en busca de una explicación para su vida. Reconozco que la habilidad del invento se basa en usar los cuatro elementos: fuego, aire, tierra y agua. Si a esto se le añade el conjunto de planetas, cada uno con unas cualidades psicológicas, tenemos lo que debió parecerles sagrado porque en ellos nos movemos y existimos. Dentro de ese mundo esotérico no carece de sentido. Además antes de nacer la psicología los individuos no tenían otra opción que el confesionario o la astrología para entender sus andanzas por la vida.
Ahora que Plutón ya no es planeta, me quedo más tranquila, regía mi destino con un influjo caótico y demente. Pero me pregunto qué será de todos aquellos cuya vida dependía de este planeta como ascendente. Ya no serán geniales, ni tendrán que esperar la gloria prometida, su vida quedará relegada a lo cotidiano. Para aquellos que soportaban su influjo maléfico, ya no tendrán que temer la locura prometida y se habrán salvado de un destino aciago.
Verdaderamente los astrónomos no han tenido en cuenta el trastorno de su nueva clasificación. Años para calcular en qué nos afectaba Plutón y de pronto le quitan el rango de planeta.
Como yo soy creyente, me quedo con la copla del libre albedrío, nada de influjos determinantes ni aspectos maléficos, mi futuro está en las manos de Dios y en los pies de quien ahora escribe. Dependiendo de cómo trabaje y me desenvuelva en la vida, ésta me regalará momentos dichosos, o será la madre de mis penas, pero en cualquier caso brindaré por el futuro que es la puerta mágica de un universo imaginario, eso que todavía puede llegar y aún no ha llegado y cuyo nombre se llama Esperanza. Y a quién le importa que Plutón ya no sea planeta.

Plutón ya no es planeta



El misterioso y guerrero Plutón, asociado a Marte pero con mayor fuerza, ha sido desterrado del Olimpo de los planetas. Eso me recuerda mi afición adolescente sobre astrología. Entonces la carta astral era un universo de símbolos que te reflejaban psicológicamente dependiendo del vaivén de las posiciones planetarias. No era igual una conjunción que una oposición, había aspectos positivos y negativos, indicaciones amables de la bondad de los planetas o de su influjo maléfico. Todo era sometido al vaivén de los aspectos. Recuerdo que me fascinaba y me sigue fascinando el atractivo astrológico, no porque crea que determina mi futuro o desvela mi pasado. Más bien me parece fantástico que miles de seres de otras épocas hayan escrutado los astros en busca de una explicación para su vida. Reconozco que la habilidad del invento se basa en usar los cuatro elementos: fuego, aire, tierra y agua. Si a esto se le añade el conjunto de planetas, cada uno con unas cualidades psicológicas, tenemos lo que debió parecerles sagrado porque en ellos nos movemos y existimos. Dentro de ese mundo esotérico no carece de sentido. Además antes de nacer la psicología los individuos no tenían otra opción que el confesionario o la astrología para entender sus andanzas por la vida.
Ahora que Plutón ya no es planeta, me quedo más tranquila, regía mi destino con un influjo caótico y demente. Pero me pregunto qué será de todos aquellos cuya vida dependía de este planeta como ascendente. Ya no serán geniales, ni tendrán que esperar la gloria prometida, su vida quedará relegada a lo cotidiano. Para aquellos que soportaban su influjo maléfico, ya no tendrán que temer la locura prometida y se habrán salvado de un destino aciago.
Verdaderamente los astrónomos no han tenido en cuenta el trastorno de su nueva clasificación. Años para calcular en qué nos afectaba Plutón y de pronto le quitan el rango de planeta.
Como yo soy creyente, me quedo con la copla del libre albedrío, nada de influjos determinantes ni aspectos maléficos, mi futuro está en las manos de Dios y en los pies de quien ahora escribe. Dependiendo de cómo trabaje y me desenvuelva en la vida, ésta me regalará momentos dichosos, o será la madre de mis penas, pero en cualquier caso brindaré por el futuro que es la puerta mágica de un universo imaginario, eso que todavía puede llegar y aún no ha llegado y cuyo nombre se llama Esperanza. Y a quién le importa que Plutón ya no sea planeta.

miércoles, 23 de agosto de 2006

La memoria histórica



De cuando en cuando conviene reflexionar, y más ahora cuando “la memoria histórica” está levantando voces de un lado y otro. En la Transición se tuvo el buen sentido de buscar lo que nos unía y dejar al margen el pasado. En ello tuvieron mucho que ver los supervivientes de aquella contienda. Existían en cada familia recuerdos muy vivos sobre esa guerra fratricida, y nadie quería repetir los errores.Con el paso de las generaciones y el afianzamiento de la democracia, resurge ahora el pasado como un fantasma justiciero. Determinados medios se dedican a airear las historias del bando perdedor, olvidando a las víctimas inocentes del otro lado. Y todas las víctimas debieran salir a la luz. Civiles que murieron por la sinrazón de sus paisanos: maestros, sindicalistas, religiosos, católicos, falangistas, republicanos, comunistas, anarquistas etc. ..La guerra y sus frentes debemos dejarlos para los libros de historia. En los frentes de batalla unos y otros podían defenderse porque iban armados. En los pueblos y ciudades se trataba de civiles indefensos que morían por sus creencias o por venganzas cobardes.Quedan todavía niños de la guerra civil: sus recuerdos son nuestros recuerdos. Ellos se hicieron hombres y mujeres en el franquismo, conocieron las penurias económicas, lucharon por abrirse camino, se forjaron en las dificultades. Lo mejor de su herencia la reciben sus hijos: el valor del esfuerzo, la honestidad en el trabajo, el espíritu de superación. Aquellas generaciones aprendieron a votar y colaboraron para hacer posible la Transición. Todos ellos hicieron posible la España de hoy plural y democrática.Ahora asistimos al relevo generacional y la fuerza de la juventud sólo conoce la democracia. Resulta fácil manipular a quien no tiene una visión clara del pasado. Debemos impedir la polarización irracional que convierte a unos en buenos y otros en malos. Por ello es tan importante que la memoria histórica sea ecuánime. Debe servir para pasar página.Si me hablan de las víctimas del franquismo, también es justo reconocer que las hubo. Nuestra joven democracia también ha cosechado muchas víctimas. Sin embargo, la generosidad y el deseo de paz deben guiar nuestro futuro. No ayuda a ello el rencor publicitado, ni la guerra de cifras, ni querer que unas víctimas sean de primera y otras de segunda.

La memoria histórica



De cuando en cuando conviene reflexionar, y más ahora cuando “la memoria histórica” está levantando voces de un lado y otro. En la Transición se tuvo el buen sentido de buscar lo que nos unía y dejar al margen el pasado. En ello tuvieron mucho que ver los supervivientes de aquella contienda. Existían en cada familia recuerdos muy vivos sobre esa guerra fratricida, y nadie quería repetir los errores.Con el paso de las generaciones y el afianzamiento de la democracia, resurge ahora el pasado como un fantasma justiciero. Determinados medios se dedican a airear las historias del bando perdedor, olvidando a las víctimas inocentes del otro lado. Y todas las víctimas debieran salir a la luz. Civiles que murieron por la sinrazón de sus paisanos: maestros, sindicalistas, religiosos, católicos, falangistas, republicanos, comunistas, anarquistas etc. ..La guerra y sus frentes debemos dejarlos para los libros de historia. En los frentes de batalla unos y otros podían defenderse porque iban armados. En los pueblos y ciudades se trataba de civiles indefensos que morían por sus creencias o por venganzas cobardes.Quedan todavía niños de la guerra civil: sus recuerdos son nuestros recuerdos. Ellos se hicieron hombres y mujeres en el franquismo, conocieron las penurias económicas, lucharon por abrirse camino, se forjaron en las dificultades. Lo mejor de su herencia la reciben sus hijos: el valor del esfuerzo, la honestidad en el trabajo, el espíritu de superación. Aquellas generaciones aprendieron a votar y colaboraron para hacer posible la Transición. Todos ellos hicieron posible la España de hoy plural y democrática.Ahora asistimos al relevo generacional y la fuerza de la juventud sólo conoce la democracia. Resulta fácil manipular a quien no tiene una visión clara del pasado. Debemos impedir la polarización irracional que convierte a unos en buenos y otros en malos. Por ello es tan importante que la memoria histórica sea ecuánime. Debe servir para pasar página.Si me hablan de las víctimas del franquismo, también es justo reconocer que las hubo. Nuestra joven democracia también ha cosechado muchas víctimas. Sin embargo, la generosidad y el deseo de paz deben guiar nuestro futuro. No ayuda a ello el rencor publicitado, ni la guerra de cifras, ni querer que unas víctimas sean de primera y otras de segunda.

La marea humana

Un total de 1.268 inmigrantes irregulares han llegado a bordo de cayucos a las costas del archipiélago Canario, desde el pasado viernes. El goteo incesante ha desbordado las previsiones, ya que sólo en el mes de agosto han llegado más emigrantes que en todo el año 2005. 16.400 emigrantes suponen más del triple de los que lo hicieron el año pasado. El Gobierno Canario se siente, con razón, en una situación límite, Es una verdadera avalancha humana, que nadie sabe ya donde ubicar. Las repatriaciones son lentas, y mientras tanto hay que alimentarlos y cuidar de su salud. Numerosas organizaciones involucradas en la atención de inmigrantes, llevan meses lanzando SOS en todas direcciones.
La ONG Nimba, presidida por Alicia Navarro ha conseguido que se reduzca la inmigración ilegal en un 70% en Guinea Conakry. Su proyecto cuenta cuáles son los riesgos de la travesía en pateras o cayucos, las leyes que regulan la residencia y el empleo en España y los problemas para encontrar trabajo. Junto con esta propuestas deben coexistir aquellas otras encargadas del desarrollo, proporcionando micro créditos que favorezcan la economía en su lugar de origen. No debemos olvidar que vienen buscando mejores condiciones de vida, un trabajo digno que les permita cuidar de los suyos. Y todo bajo la ilusión propiciada por nuestra sociedad de aparente bienestar, que les llega completamente distorsionada, como si Europa fuera El Dorado de este siglo XXI.
Se hace urgente explicar que esta diáspora sólo puede ser parada con políticas adecuadas en sus países de origen. No ayudar a África o Hispanoamérica, tiene como coste el goteo diario de emigrantes. Las ayudas al desarrollo de estos pueblos, con un aumento de la inversión en las mismas de los países occidentales, son la mejor medida para paliar el éxodo.
La irregularidad les lleva a la marginalidad y al delito como única salida de supervivencia, de ello se aprovechan las mafias organizadas, a cuyas redes es casi imposible escapar. Los nuevos esclavistas de esta moderna aldea global, son las mafias de la inmigración y del delito organizado. A sus pies comen todos los infelices que sueñan con una vida diferente, y que no encuentran otra salida para subsistir.
Como creyentes todos somos hijos de Dios, no podemos absorber esta diáspora sin entender la interculturalidad que rompe las burbujas étnicas y favorece el mestizaje. Ayudar a los inmigrantes es apostar por el futuro, sus hijos serán el relevo generacional de esta Europa que desciende por la cuesta de la infertilidad. El futuro será multicultural y tendremos que acostumbrarnos a convivir con otras raíces, que ya no son ni cristianas ni católicas. La educación jugará un papel imprescindible en la absorción e integración de los inmigrantes. Del modo cómo está se lleve a cabo dependerá el resultado de la sociedad del futuro. Ojalá sepamos acertar en esta ardua tarea que nos compromete a todos.

La marea humana

Un total de 1.268 inmigrantes irregulares han llegado a bordo de cayucos a las costas del archipiélago Canario, desde el pasado viernes. El goteo incesante ha desbordado las previsiones, ya que sólo en el mes de agosto han llegado más emigrantes que en todo el año 2005. 16.400 emigrantes suponen más del triple de los que lo hicieron el año pasado. El Gobierno Canario se siente, con razón, en una situación límite, Es una verdadera avalancha humana, que nadie sabe ya donde ubicar. Las repatriaciones son lentas, y mientras tanto hay que alimentarlos y cuidar de su salud. Numerosas organizaciones involucradas en la atención de inmigrantes, llevan meses lanzando SOS en todas direcciones.
La ONG Nimba, presidida por Alicia Navarro ha conseguido que se reduzca la inmigración ilegal en un 70% en Guinea Conakry. Su proyecto cuenta cuáles son los riesgos de la travesía en pateras o cayucos, las leyes que regulan la residencia y el empleo en España y los problemas para encontrar trabajo. Junto con esta propuestas deben coexistir aquellas otras encargadas del desarrollo, proporcionando micro créditos que favorezcan la economía en su lugar de origen. No debemos olvidar que vienen buscando mejores condiciones de vida, un trabajo digno que les permita cuidar de los suyos. Y todo bajo la ilusión propiciada por nuestra sociedad de aparente bienestar, que les llega completamente distorsionada, como si Europa fuera El Dorado de este siglo XXI.
Se hace urgente explicar que esta diáspora sólo puede ser parada con políticas adecuadas en sus países de origen. No ayudar a África o Hispanoamérica, tiene como coste el goteo diario de emigrantes. Las ayudas al desarrollo de estos pueblos, con un aumento de la inversión en las mismas de los países occidentales, son la mejor medida para paliar el éxodo.
La irregularidad les lleva a la marginalidad y al delito como única salida de supervivencia, de ello se aprovechan las mafias organizadas, a cuyas redes es casi imposible escapar. Los nuevos esclavistas de esta moderna aldea global, son las mafias de la inmigración y del delito organizado. A sus pies comen todos los infelices que sueñan con una vida diferente, y que no encuentran otra salida para subsistir.
Como creyentes todos somos hijos de Dios, no podemos absorber esta diáspora sin entender la interculturalidad que rompe las burbujas étnicas y favorece el mestizaje. Ayudar a los inmigrantes es apostar por el futuro, sus hijos serán el relevo generacional de esta Europa que desciende por la cuesta de la infertilidad. El futuro será multicultural y tendremos que acostumbrarnos a convivir con otras raíces, que ya no son ni cristianas ni católicas. La educación jugará un papel imprescindible en la absorción e integración de los inmigrantes. Del modo cómo está se lleve a cabo dependerá el resultado de la sociedad del futuro. Ojalá sepamos acertar en esta ardua tarea que nos compromete a todos.

lunes, 21 de agosto de 2006

Náufragos nueve meses

Tres pescadores mexicanos sobreviven nueve meses a la deriva. Comían gaviotas, patos y pescado, todo crudo. Bebían agua de lluvia. Algunos días no podían comer y otros tenían para dos o tres días, dependía de la habilidad en la captura de sus presas. En todo momento leyeron la Biblia y oraron, a lo que atribuyen la causa de su salvación. Uno de ellos confesó que nunca perdieron la esperanza porque hay un Dios todopoderoso y tenían mucha fe en Él.
Jesús Vidaña, Salvador Ordóñez y Lucio Randón, salieron de San Blas, Nayarit, para pescar tiburón la tarde del 28 de octubre del 2005, a bordo de una lancha de tres pies de largo. Un viento fuerte les empujó mar adentro impidiéndoles regresar. Fueron rescatados el 9 de agosto cerca de las islas Marshall a 8 mil kilómetros de distancia de su punto de partida.
Todo el mundo comenta su insólita travesía, pero lo más importante a mi juicio es destacar la fe que mantuvieron pese a la adversidad, cuando otros se hubieran resignado a su suerte, ellos seguían luchando convencidos de salir adelante. Este puede ser un buen guión cinematográfico, tres hombres, el mar, la oración. Náufragos en la inmensidad del océano y la fe como motor de su pequeña lancha. Hay que tener raíces muy profundas para afrontar una experiencia similar sin venirse abajo. Sólo la confianza en un Dios misericordioso hace posible espantar el miedo a un destino aciago.
Uno de los pescadores, Jesús Edmundo Viñana confesaba, “lo primero que haré al llegar a México es visitar el templo de mi pueblo para agradecerle a Dios el haberme devuelto la vida, porque volví a nacer”. La Biblia está llena de supervivientes y gestas heroicas, leerla es adentrarse en el camino de esos personajes: Noé flotando en el diluvio, Job dentro de la ballena, José en la tierra de los faraones, etc., todos ellos marcados por situaciones al límite. Y si es verdad que en cualquier situación podemos alimentar la fe en Dios, lo cierto es que sólo en la dificultad el hombre se enfrenta a su pequeñez y puede sobreponerse a la adversidad mediante su fe. Yo diría que esta noticia es un canto a la esperanza, mientras queda una posibilidad hay que seguir luchando por salir adelante, estos pescadores lo han demostrado.

Náufragos nueve meses

Tres pescadores mexicanos sobreviven nueve meses a la deriva. Comían gaviotas, patos y pescado, todo crudo. Bebían agua de lluvia. Algunos días no podían comer y otros tenían para dos o tres días, dependía de la habilidad en la captura de sus presas. En todo momento leyeron la Biblia y oraron, a lo que atribuyen la causa de su salvación. Uno de ellos confesó que nunca perdieron la esperanza porque hay un Dios todopoderoso y tenían mucha fe en Él.
Jesús Vidaña, Salvador Ordóñez y Lucio Randón, salieron de San Blas, Nayarit, para pescar tiburón la tarde del 28 de octubre del 2005, a bordo de una lancha de tres pies de largo. Un viento fuerte les empujó mar adentro impidiéndoles regresar. Fueron rescatados el 9 de agosto cerca de las islas Marshall a 8 mil kilómetros de distancia de su punto de partida.
Todo el mundo comenta su insólita travesía, pero lo más importante a mi juicio es destacar la fe que mantuvieron pese a la adversidad, cuando otros se hubieran resignado a su suerte, ellos seguían luchando convencidos de salir adelante. Este puede ser un buen guión cinematográfico, tres hombres, el mar, la oración. Náufragos en la inmensidad del océano y la fe como motor de su pequeña lancha. Hay que tener raíces muy profundas para afrontar una experiencia similar sin venirse abajo. Sólo la confianza en un Dios misericordioso hace posible espantar el miedo a un destino aciago.
Uno de los pescadores, Jesús Edmundo Viñana confesaba, “lo primero que haré al llegar a México es visitar el templo de mi pueblo para agradecerle a Dios el haberme devuelto la vida, porque volví a nacer”. La Biblia está llena de supervivientes y gestas heroicas, leerla es adentrarse en el camino de esos personajes: Noé flotando en el diluvio, Job dentro de la ballena, José en la tierra de los faraones, etc., todos ellos marcados por situaciones al límite. Y si es verdad que en cualquier situación podemos alimentar la fe en Dios, lo cierto es que sólo en la dificultad el hombre se enfrenta a su pequeñez y puede sobreponerse a la adversidad mediante su fe. Yo diría que esta noticia es un canto a la esperanza, mientras queda una posibilidad hay que seguir luchando por salir adelante, estos pescadores lo han demostrado.

viernes, 18 de agosto de 2006

El perdón de ETA

Los obispos de Bilbao y San Sebastián han levantado sus voces para que ETA pida perdón a las víctimas por sus asesinatos. Ricardo Blázquez y Juan María Uriarte en sendas homilías en la festividad de la Asunción de María, solicitan a los etarras que pidan perdón.
Personalmente, visto lo visto, no creo que lo hagan. A mi juicio los terroristas vascos no sienten ningún remordimiento de sus actos, todos ellos sean de la índole que sean, los encuentran debidamente justificados. De manera que podemos verles desafiando a los jueces mientras éstos enumeran sus crímenes. La historia del pueblo vasco y de su nacionalismo viene de antiguo. Lo que en su tiempo fue un movimiento antifranquista, se ha convertido en un fenómeno antidemocrático. La pesadilla de todos los gobiernos desde que se aprobó la Constitución en 1978.
Ahora se abre la puerta a la esperanza con la ilusión de que acepten el diálogo y renuncien a las armas. Unos ven con recelo la propuesta porque entienden que lleva ocultas contrapartidas no aceptables: autodeterminación, anexión de la provincia de Navarra, etc.
Otros sienten que la democracia ha perdido la batalla y está claudicando frente a los violentos. Por último están, quienes consideran que el actual proceso es la única vía para la disolución de ETA.
Será lo que será, pero a mí no me convence que quienes tienen delitos de sangre, se conviertan ahora en concejales o alcaldes. Pedir perdón sí, y asumir las consecuencias de sus actos, también. Lo otro es renunciar a la justicia, y ahí los familiares de las víctimas tienen razón para estar indignados. Todos ellos renunciaron a la venganza y se sometieron a las decisiones judiciales, ahora no pueden pedirles que acepten sin más a los asesinos como vecinos. Cuando los obispos exigen pedir perdón, parece que les están ofreciendo el pase a la vida normal sin ninguna contraprestación. Un nuevo error de la Iglesia que toma partido en asuntos temporales, facilitando la concordia a través de un perdón absolutorio. Esas cosas valen en la sacristía, pero en la vida ordinaria una amnistía avergonzaría a quienes defendemos la sociedad de derecho.
Difícil este proceso de paz cuando de pronto los violentos declaran que el Estado no está realizando la labor que ellos esperan, de manera que según parece, son ellos y no el Estado quienes dictan el camino a seguir.

El perdón de ETA

Los obispos de Bilbao y San Sebastián han levantado sus voces para que ETA pida perdón a las víctimas por sus asesinatos. Ricardo Blázquez y Juan María Uriarte en sendas homilías en la festividad de la Asunción de María, solicitan a los etarras que pidan perdón.
Personalmente, visto lo visto, no creo que lo hagan. A mi juicio los terroristas vascos no sienten ningún remordimiento de sus actos, todos ellos sean de la índole que sean, los encuentran debidamente justificados. De manera que podemos verles desafiando a los jueces mientras éstos enumeran sus crímenes. La historia del pueblo vasco y de su nacionalismo viene de antiguo. Lo que en su tiempo fue un movimiento antifranquista, se ha convertido en un fenómeno antidemocrático. La pesadilla de todos los gobiernos desde que se aprobó la Constitución en 1978.
Ahora se abre la puerta a la esperanza con la ilusión de que acepten el diálogo y renuncien a las armas. Unos ven con recelo la propuesta porque entienden que lleva ocultas contrapartidas no aceptables: autodeterminación, anexión de la provincia de Navarra, etc.
Otros sienten que la democracia ha perdido la batalla y está claudicando frente a los violentos. Por último están, quienes consideran que el actual proceso es la única vía para la disolución de ETA.
Será lo que será, pero a mí no me convence que quienes tienen delitos de sangre, se conviertan ahora en concejales o alcaldes. Pedir perdón sí, y asumir las consecuencias de sus actos, también. Lo otro es renunciar a la justicia, y ahí los familiares de las víctimas tienen razón para estar indignados. Todos ellos renunciaron a la venganza y se sometieron a las decisiones judiciales, ahora no pueden pedirles que acepten sin más a los asesinos como vecinos. Cuando los obispos exigen pedir perdón, parece que les están ofreciendo el pase a la vida normal sin ninguna contraprestación. Un nuevo error de la Iglesia que toma partido en asuntos temporales, facilitando la concordia a través de un perdón absolutorio. Esas cosas valen en la sacristía, pero en la vida ordinaria una amnistía avergonzaría a quienes defendemos la sociedad de derecho.
Difícil este proceso de paz cuando de pronto los violentos declaran que el Estado no está realizando la labor que ellos esperan, de manera que según parece, son ellos y no el Estado quienes dictan el camino a seguir.

miércoles, 16 de agosto de 2006

Un mundo diferente


A diario me sorprende una sensación de irrealidad. Me resulta difícil aceptar ciertas noticias. Si pienso en la cantidad de calamidades que suceden por todo el mundo, me vuelvo pesimista con el futuro y con el ser humano. En cambio, en ese difícil arte de vivir, también están empeñadas muchas personas a quienes admiro: cooperantes, religiosos/as misioneros/as, profesionales volcados en los demás. Lo mejor del ser humano sigue presente en todos ellos. Así vuelve a mis ojos la esperanza, la fe en que otro mundo es posible. Un mundo sin guerras y sin hambre, un mundo solidario, respetuoso con el medio ambiente. Un lugar donde la paz, la justicia, el amor y la verdad, sean para todos las normas de comportamiento, con independencia de las creencias religiosas de cada uno. Es decir, creo en una ética global para todos, busco ese espacio común. Aunque sé que es muy difícil de encontrar. Si repasamos la historia de estos últimos veinte años, el mundo ha cambiado a una velocidad de vértigo. El panorama geopolítico de ahora en nada se parece al de 1.986. Puede que en lo básico se siga aspirando a lo mismo: un trabajo, una familia, una casa. Pero no de la misma manera. Por lo pronto la independencia de la tutela paterna es mucho más difícil. El trabajo precario hace impensable asumir una hipoteca. También se comenta que hay una crisis de valores. Por lo que deberíamos saber cuales son esos valores en crisis. La justicia es un compromiso moral; en la medida que buscamos satisfacer las necesidades básicas del ser humano, cuidando de sus bienes y derechos, estamos aplicando la justicia. Una justicia que no puede ser ciega y ha de ser matizada por la ley. La verdad debería consistir en el compromiso individual que cada uno adquiere para no engañarse ni asimismo ni a los demás. La paz es un bien al que todos debemos aspirar y defender. El amor es el ideal cuya norma debe regir nuestra existencia. Sin amor el otro se convierte en un enemigo o es ignorado. La familia es la célula básica de la sociedad, en ella aprendemos a amar, a respetar, nos socializamos, nos protegemos unos a otros. Desde tiempos pretéritos los seres humanos vivimos agrupándonos. Convivir es un aprendizaje del día a día que nos incumbe a todos. Sin respeto hacia el otro, no se puede convivir. Cuando vemos en los medios como salen los trapos sucios de cada individuo, estamos faltando al respeto y al derecho a la intimidad. Además, flaco favor le hacemos a los jóvenes que se contagian del cotilleo y el descrédito hacia los demás. Se está favoreciendo una cultura sin valores, o con unos valores confusos. Si se pierden las referencias sobre el bien y el mal, la sociedad entra en conflicto. Estar en crisis significa no saber bien hacia dónde caminamos. Cuando la vida es cuestionada en su principio y en su fin, de manera que los más débiles pueden ser eliminados. Un razonamiento perverso se ha instalado en la sociedad. Y resulta perverso porque en nombre de la libertad se esclaviza, se subyuga, se somete al individuo, con una demagogia que espanta. Es necesario tener abiertos los ojos, para no dejarse llevar por postulados erróneos, endulzados como derechos del individuo. Y es necesaria una deontología básica para todos. De ello depende nuestro futuro.

Un mundo diferente


A diario me sorprende una sensación de irrealidad. Me resulta difícil aceptar ciertas noticias. Si pienso en la cantidad de calamidades que suceden por todo el mundo, me vuelvo pesimista con el futuro y con el ser humano. En cambio, en ese difícil arte de vivir, también están empeñadas muchas personas a quienes admiro: cooperantes, religiosos/as misioneros/as, profesionales volcados en los demás. Lo mejor del ser humano sigue presente en todos ellos. Así vuelve a mis ojos la esperanza, la fe en que otro mundo es posible. Un mundo sin guerras y sin hambre, un mundo solidario, respetuoso con el medio ambiente. Un lugar donde la paz, la justicia, el amor y la verdad, sean para todos las normas de comportamiento, con independencia de las creencias religiosas de cada uno. Es decir, creo en una ética global para todos, busco ese espacio común. Aunque sé que es muy difícil de encontrar. Si repasamos la historia de estos últimos veinte años, el mundo ha cambiado a una velocidad de vértigo. El panorama geopolítico de ahora en nada se parece al de 1.986. Puede que en lo básico se siga aspirando a lo mismo: un trabajo, una familia, una casa. Pero no de la misma manera. Por lo pronto la independencia de la tutela paterna es mucho más difícil. El trabajo precario hace impensable asumir una hipoteca. También se comenta que hay una crisis de valores. Por lo que deberíamos saber cuales son esos valores en crisis. La justicia es un compromiso moral; en la medida que buscamos satisfacer las necesidades básicas del ser humano, cuidando de sus bienes y derechos, estamos aplicando la justicia. Una justicia que no puede ser ciega y ha de ser matizada por la ley. La verdad debería consistir en el compromiso individual que cada uno adquiere para no engañarse ni asimismo ni a los demás. La paz es un bien al que todos debemos aspirar y defender. El amor es el ideal cuya norma debe regir nuestra existencia. Sin amor el otro se convierte en un enemigo o es ignorado. La familia es la célula básica de la sociedad, en ella aprendemos a amar, a respetar, nos socializamos, nos protegemos unos a otros. Desde tiempos pretéritos los seres humanos vivimos agrupándonos. Convivir es un aprendizaje del día a día que nos incumbe a todos. Sin respeto hacia el otro, no se puede convivir. Cuando vemos en los medios como salen los trapos sucios de cada individuo, estamos faltando al respeto y al derecho a la intimidad. Además, flaco favor le hacemos a los jóvenes que se contagian del cotilleo y el descrédito hacia los demás. Se está favoreciendo una cultura sin valores, o con unos valores confusos. Si se pierden las referencias sobre el bien y el mal, la sociedad entra en conflicto. Estar en crisis significa no saber bien hacia dónde caminamos. Cuando la vida es cuestionada en su principio y en su fin, de manera que los más débiles pueden ser eliminados. Un razonamiento perverso se ha instalado en la sociedad. Y resulta perverso porque en nombre de la libertad se esclaviza, se subyuga, se somete al individuo, con una demagogia que espanta. Es necesario tener abiertos los ojos, para no dejarse llevar por postulados erróneos, endulzados como derechos del individuo. Y es necesaria una deontología básica para todos. De ello depende nuestro futuro.

lunes, 14 de agosto de 2006

La crucifixión de Madonna


La crucifixión de Madonna ha levantado la polémica. Al margen de su calidad artística, podemos afirmar que su espectáculo pretende provocar, buscando la promoción gratuita. Si se tratasen de símbolos islamistas no se hubiera atrevido a utilizarlos. Ya sabe ella, que con el integrismo islámico no se juega. Sin embargo utilizarlos en Italia o Rusia, ya es otra cosa, allí se puede proclamar la libertad de expresión al igual que en EEUU.
Y es que utilizar estos símbolos en un espectáculo musical vende mucho. La mayoría valora su actitud con indiferencia, entre otras cosas porque no les importa nada que la crucifixión represente las creencias de millones de personas. Está bien visto, está de moda, llevar rosarios y cruces, sean del tipo que sean, aunque no se sepa bien qué significan. Los nuevos foros mediáticos, utilizan los símbolos religiosos con fines comerciales. Y ahí está la masa dispuesta a seguir el ritual pagano. El otro ritual, el religioso, les alarma porque consideran que coarta su libertad. Curiosa paradoja.
Parece que nuestras modernas democracias están perdiendo el norte, ya casi nada es sagrado, excepto los nuevos ídolos de masas a quienes se les rinde pleitesía. El público ignora o bien no le importa, que detrás de ellos exista un equipo dispuesto a promocionarles con imágenes impactantes. Me pregunto cómo podemos sobrevivir a la nefasta influencia de esos laboratorios de mercadotecnia. No parece probable escapar a la fascinación de la imagen.
Por mi parte, no compraré nada que beneficie a Madonna, su música me produce dolor de cabeza. No sé lo que harán ustedes, pero les aconsejo pensar antes de comprar. Suponiendo que Madonna sea su cantante favorita, su ídolo, en tal caso deben rendirle homenaje.

La crucifixión de Madonna


La crucifixión de Madonna ha levantado la polémica. Al margen de su calidad artística, podemos afirmar que su espectáculo pretende provocar, buscando la promoción gratuita. Si se tratasen de símbolos islamistas no se hubiera atrevido a utilizarlos. Ya sabe ella, que con el integrismo islámico no se juega. Sin embargo utilizarlos en Italia o Rusia, ya es otra cosa, allí se puede proclamar la libertad de expresión al igual que en EEUU.
Y es que utilizar estos símbolos en un espectáculo musical vende mucho. La mayoría valora su actitud con indiferencia, entre otras cosas porque no les importa nada que la crucifixión represente las creencias de millones de personas. Está bien visto, está de moda, llevar rosarios y cruces, sean del tipo que sean, aunque no se sepa bien qué significan. Los nuevos foros mediáticos, utilizan los símbolos religiosos con fines comerciales. Y ahí está la masa dispuesta a seguir el ritual pagano. El otro ritual, el religioso, les alarma porque consideran que coarta su libertad. Curiosa paradoja.
Parece que nuestras modernas democracias están perdiendo el norte, ya casi nada es sagrado, excepto los nuevos ídolos de masas a quienes se les rinde pleitesía. El público ignora o bien no le importa, que detrás de ellos exista un equipo dispuesto a promocionarles con imágenes impactantes. Me pregunto cómo podemos sobrevivir a la nefasta influencia de esos laboratorios de mercadotecnia. No parece probable escapar a la fascinación de la imagen.
Por mi parte, no compraré nada que beneficie a Madonna, su música me produce dolor de cabeza. No sé lo que harán ustedes, pero les aconsejo pensar antes de comprar. Suponiendo que Madonna sea su cantante favorita, su ídolo, en tal caso deben rendirle homenaje.

viernes, 11 de agosto de 2006

Un periodista de raza


Para todos los blogueros el libro que propongo os descubrirá como es posible escribir sobre los más variopintos acontecimientos de la vida diaria. Será, por tanto, una fuente de inspiración que además os permitirá conocer los artículos sociales y políticos, junto con las crónicas literarias y teatrales de Mariano José de Larra.
Como dije en su momento hoy toca leer a los clásicos. A principios de los años 80 la Editorial Planeta tuvo el acierto de publicar en edición de bolsillo los artículos de Larra, nuestro escritor y periodista del siglo XIX, cuyo trágico final describe muy bien el prólogo de Carlos Seco Serrano, catedrático de la Universidad de Madrid. Dicho prólogo lleva incluida una sucinta biografía del escritor que abarca de 1803, fecha de su nacimiento, hasta 1837 fecha de su muerte.
Os transcribo el inicio de uno de estos artículos, titulado La alabanza o que me prohiban éste:Suponiendo que se escriba con principios, se puede escribir después con varios fines. O se escribe para sí, o se escribe para otros...”
Dejo estas palabras suspendidas en la red para aquel que pueda interesarle aprender algo de un romántico afrancesado y liberal.

Un periodista de raza


Para todos los blogueros el libro que propongo os descubrirá como es posible escribir sobre los más variopintos acontecimientos de la vida diaria. Será, por tanto, una fuente de inspiración que además os permitirá conocer los artículos sociales y políticos, junto con las crónicas literarias y teatrales de Mariano José de Larra.
Como dije en su momento hoy toca leer a los clásicos. A principios de los años 80 la Editorial Planeta tuvo el acierto de publicar en edición de bolsillo los artículos de Larra, nuestro escritor y periodista del siglo XIX, cuyo trágico final describe muy bien el prólogo de Carlos Seco Serrano, catedrático de la Universidad de Madrid. Dicho prólogo lleva incluida una sucinta biografía del escritor que abarca de 1803, fecha de su nacimiento, hasta 1837 fecha de su muerte.
Os transcribo el inicio de uno de estos artículos, titulado La alabanza o que me prohiban éste:Suponiendo que se escriba con principios, se puede escribir después con varios fines. O se escribe para sí, o se escribe para otros...”
Dejo estas palabras suspendidas en la red para aquel que pueda interesarle aprender algo de un romántico afrancesado y liberal.

domingo, 6 de agosto de 2006

Solidaridad en el Líbano



Hoy comienzo por una declaración de principios. Como el blog pretende ser un encuentro entre la fe y la cultura, más de uno andará preguntándose cómo se comen ambas cosas. Para mí resulta sencillo, vivo con fe y estoy inmersa en la cultura de mi época. Luego todo aquello que pueda decir tiene que unificar ambos polos. Me falta preparación teológica para debatir de tú a tú con quienes la tienen y la ejercen con maestría. Pero, mira por donde, cualquier cristiano puede y debe manifestar su fe. Si se hace desde los pucheros, pues mejor, lleva el sabor de lo cotidiano y encima alimenta... Por eso voy escribiendo un poco de todo, religión, educación, cine, libros y lo que vaya saliendo. La vida es la maestra de nuestras obsesiones. Yo presumo de tener unas cuantas, todas ellas confesables, como podréis comprobar por mis post.
La informática lanza al aire lo que escribimos sin saber cómo será interpretado por los lectores. Es un riesgo que asumo. Todos los escritos están basados en algún contexto específico, extraerlos del mismo equivale a desvirtuar su sentido. Pero el tiempo pone cada cosa en su lugar y no es lo mismo gritar ¡NO A LA GUERRA! en una fiesta de fin de año que cuando están bombardeando el Líbano-Palestina e Israel. Por esa misma regla hablar de feminismo y creyentes tiene más sentido en marzo, cuando se acerca el día internacional de la mujer, que en esta canícula bochornosa.
Y sin embargo hoy, yo tomo el Evangelio y nos habla de la multiplicación de los panes y los peces, Mateo 14,13-21. Recuerdo, para quien no lo sepa, que se trataba de cinco panes y dos peces. Y con ellos comieron una multitud y quedaron saciados. Siempre pienso en la capacidad de hacer milagros compartiendo unos con otros lo que tenemos. Algo de ello está sucediendo en el Líbano, lo emitió la TVE, los refugiados han salido con lo puesto y están ocupando colegios y casas. Pues bien, aunque las comunicaciones están cortadas y se hace difícil conseguir alimentos, allí están todos partiendo su pan con el vecino. Se llaman asimismo hermanos y no tienen en cuenta si unos son musulmanes y otros cristianos. ¡Ahí está el milagro!, entre los escombros y cascotes, pese al ruido de las bombas. Y hace falta que nos cuenten y recuerden, que pese a lo inhumano de la guerra, Dios sigue actuando a través de la generosidad de unos libaneses con otros. Dar de lo que tenemos hace posible que se multipliquen las ayudas como panes y peces, así somos hermanos unos de otros, y lo que parece increíble, se realiza en lo cotidiano de la manera más natural.
Esta es mi historia de hoy, curiosa actualidad para quien quiera o tenga tiempo de leerla.

Solidaridad en el Líbano



Hoy comienzo por una declaración de principios. Como el blog pretende ser un encuentro entre la fe y la cultura, más de uno andará preguntándose cómo se comen ambas cosas. Para mí resulta sencillo, vivo con fe y estoy inmersa en la cultura de mi época. Luego todo aquello que pueda decir tiene que unificar ambos polos. Me falta preparación teológica para debatir de tú a tú con quienes la tienen y la ejercen con maestría. Pero, mira por donde, cualquier cristiano puede y debe manifestar su fe. Si se hace desde los pucheros, pues mejor, lleva el sabor de lo cotidiano y encima alimenta... Por eso voy escribiendo un poco de todo, religión, educación, cine, libros y lo que vaya saliendo. La vida es la maestra de nuestras obsesiones. Yo presumo de tener unas cuantas, todas ellas confesables, como podréis comprobar por mis post.
La informática lanza al aire lo que escribimos sin saber cómo será interpretado por los lectores. Es un riesgo que asumo. Todos los escritos están basados en algún contexto específico, extraerlos del mismo equivale a desvirtuar su sentido. Pero el tiempo pone cada cosa en su lugar y no es lo mismo gritar ¡NO A LA GUERRA! en una fiesta de fin de año que cuando están bombardeando el Líbano-Palestina e Israel. Por esa misma regla hablar de feminismo y creyentes tiene más sentido en marzo, cuando se acerca el día internacional de la mujer, que en esta canícula bochornosa.
Y sin embargo hoy, yo tomo el Evangelio y nos habla de la multiplicación de los panes y los peces, Mateo 14,13-21. Recuerdo, para quien no lo sepa, que se trataba de cinco panes y dos peces. Y con ellos comieron una multitud y quedaron saciados. Siempre pienso en la capacidad de hacer milagros compartiendo unos con otros lo que tenemos. Algo de ello está sucediendo en el Líbano, lo emitió la TVE, los refugiados han salido con lo puesto y están ocupando colegios y casas. Pues bien, aunque las comunicaciones están cortadas y se hace difícil conseguir alimentos, allí están todos partiendo su pan con el vecino. Se llaman asimismo hermanos y no tienen en cuenta si unos son musulmanes y otros cristianos. ¡Ahí está el milagro!, entre los escombros y cascotes, pese al ruido de las bombas. Y hace falta que nos cuenten y recuerden, que pese a lo inhumano de la guerra, Dios sigue actuando a través de la generosidad de unos libaneses con otros. Dar de lo que tenemos hace posible que se multipliquen las ayudas como panes y peces, así somos hermanos unos de otros, y lo que parece increíble, se realiza en lo cotidiano de la manera más natural.
Esta es mi historia de hoy, curiosa actualidad para quien quiera o tenga tiempo de leerla.

sábado, 5 de agosto de 2006

Vacaciones en casa


Salir se ha convertido en una moda, no se tienen vacaciones si no se viaja a algún lugar. Hay que tener un montón de fotos o varios videos con el escenario del verano. La vuelta al trabajo traerá de modo inevitable los mismos comentarios: ¿Dónde has estado?. Y así una vez más, si tus posibilidades económicas o tus circunstancias no permiten el éxodo, terminas por aborrecer la vuelta al trabajo. Es que no tengo nada que contar, te reprochas de modo lastimoso. Y sin embargo ¡han pasado tantas cosas!. Los días, cada uno con sus veinticuatro horas, son una sucesión de situaciones previstas e imprevistas. Todos tienen algo especial, basta con fijarse, con mirar de otro modo.
En esta primera quincena del mes de agosto, cuando las ciudades quedan medio desiertas, pasear temprano es descubrir un nuevo y maravilloso universo de sensaciones. Caminar orando por la senda del asfalto, aspirar lentamente el perfume de las flores con olor a madrugada, revitaliza el espíritu. El tiempo tiene otra medida porque no importan las horas. Al menos, no del mismo modo que durante el resto del año.
Lo mismo sucede si vas a la playa o a la piscina, elegir las primeras horas permite la posibilidad de un baño sin miradas, una arena sin toallas, un sol sin necesidad de sombrilla. Y justo cuando comienza a llegar el personal, próximo ya el mediodía, conviene abandonar el lugar. La gente sigue por costumbre o necesidad exponiéndose al sol en las horas más peligrosas. Los hay que prefieren extender su toalla rodeados de cabezas, pies y cuerpos, luchando por un territorio de arena acotado por los vecinos.
Cualquier verano en cualquier ciudad tiene su encanto, sobre todo durante el mes de julio donde los espectáculos al aire libre son apetecidos por todos. El cine de verano vuelve, como todos los años, con el olor inevitable de los bocadillos y las bebidas, con el acompañamiento del ruido de las palomitas que además se convierten en la banda sonora de la película.
Así día tras día, vamos agotando el periodo de descanso. Es buen momento para las lecturas olvidadas durante el tráfico de la vida laboral. Para las amistades que no se tratan habitualmente y que ahora podemos reencontrar en cualquier terraza, para los familiares más próximos o lejanos.
Es un buen momento para dedicar a Dios más tiempo y procurar que Él esté en todas y cada una de las cosas que hacemos.

Vacaciones en casa


Salir se ha convertido en una moda, no se tienen vacaciones si no se viaja a algún lugar. Hay que tener un montón de fotos o varios videos con el escenario del verano. La vuelta al trabajo traerá de modo inevitable los mismos comentarios: ¿Dónde has estado?. Y así una vez más, si tus posibilidades económicas o tus circunstancias no permiten el éxodo, terminas por aborrecer la vuelta al trabajo. Es que no tengo nada que contar, te reprochas de modo lastimoso. Y sin embargo ¡han pasado tantas cosas!. Los días, cada uno con sus veinticuatro horas, son una sucesión de situaciones previstas e imprevistas. Todos tienen algo especial, basta con fijarse, con mirar de otro modo.
En esta primera quincena del mes de agosto, cuando las ciudades quedan medio desiertas, pasear temprano es descubrir un nuevo y maravilloso universo de sensaciones. Caminar orando por la senda del asfalto, aspirar lentamente el perfume de las flores con olor a madrugada, revitaliza el espíritu. El tiempo tiene otra medida porque no importan las horas. Al menos, no del mismo modo que durante el resto del año.
Lo mismo sucede si vas a la playa o a la piscina, elegir las primeras horas permite la posibilidad de un baño sin miradas, una arena sin toallas, un sol sin necesidad de sombrilla. Y justo cuando comienza a llegar el personal, próximo ya el mediodía, conviene abandonar el lugar. La gente sigue por costumbre o necesidad exponiéndose al sol en las horas más peligrosas. Los hay que prefieren extender su toalla rodeados de cabezas, pies y cuerpos, luchando por un territorio de arena acotado por los vecinos.
Cualquier verano en cualquier ciudad tiene su encanto, sobre todo durante el mes de julio donde los espectáculos al aire libre son apetecidos por todos. El cine de verano vuelve, como todos los años, con el olor inevitable de los bocadillos y las bebidas, con el acompañamiento del ruido de las palomitas que además se convierten en la banda sonora de la película.
Así día tras día, vamos agotando el periodo de descanso. Es buen momento para las lecturas olvidadas durante el tráfico de la vida laboral. Para las amistades que no se tratan habitualmente y que ahora podemos reencontrar en cualquier terraza, para los familiares más próximos o lejanos.
Es un buen momento para dedicar a Dios más tiempo y procurar que Él esté en todas y cada una de las cosas que hacemos.

jueves, 3 de agosto de 2006

Todo sobre cine

Este verano sigo cultivando mi afición al cine, recomiendo La Educación de las hadas. Una historia de amor hacia una mujer y su hijo, enamoramiento hasta la médula por ambos. Bella en su fotografía, donde los árboles del bosque se convierten en protagonistas de los deseos. Buena la interpretación y adecuada la música.
Una mañana, en un vuelo de Alicante a Barcelona, Nicolás conoce a Ingrid, una ornitóloga viuda y a su hijo Raúl, un niño con una fantasía fuera de lo normal. En ese momento surge el amor, un cuento de hadas entre la mujer y el inventor de juguetes en el que el pequeño juega un importante papel. Sin embargo todo se rompe repentinamente en el momento en el que Ingrid decide acabar con la relación sin ninguna explicación.
Otra magnífica historia es el Secreto de Anthony Zimmer, un triller francés cuyo final resulta sorprendente por inesperado. Donde el amor es capaz de cambiar la vida. El ritmo de secuencias es rápido como en los filmes de género policiaco americano y los protagonistas bordan su papel. Excelente la elección de Yvan Attal como antihéroe.

El estafador Anthony Zimmer es uno de los delincuentes más buscados por la policía de todo el mundo, pero tiene a su favor el hecho de que nadie conoce su aspecto. El agente Akerman cuenta para localizarle con Chiara, una chica por la que Zimmer lo daría todo. Cuando la pareja se encuentra, urde un plan para seguir escapando de la ley: ella debe buscar a un hombre para que todos le confundan con el famoso Zimmer. François, prendado de Chiara, cae en la trampa de la pareja.
En cambio no recomiendo Tú vida en 65’, a cuyo guión le falta verosimilitud. Jóvenes preocupados por la muerte en un domingo de fútbol. Amores súbitos y casuales. Obsesiones recurrentes. Una música poco adecuada, caben destacar sin embargo, las imágenes de la playa, bellísima la estampa de los tres jóvenes bajo el agua. Un final inesperado y poco explicado. La película se hace larga, lenta, en definitiva no me gustó nada.

Todo sobre cine

Este verano sigo cultivando mi afición al cine, recomiendo La Educación de las hadas. Una historia de amor hacia una mujer y su hijo, enamoramiento hasta la médula por ambos. Bella en su fotografía, donde los árboles del bosque se convierten en protagonistas de los deseos. Buena la interpretación y adecuada la música.
Una mañana, en un vuelo de Alicante a Barcelona, Nicolás conoce a Ingrid, una ornitóloga viuda y a su hijo Raúl, un niño con una fantasía fuera de lo normal. En ese momento surge el amor, un cuento de hadas entre la mujer y el inventor de juguetes en el que el pequeño juega un importante papel. Sin embargo todo se rompe repentinamente en el momento en el que Ingrid decide acabar con la relación sin ninguna explicación.
Otra magnífica historia es el Secreto de Anthony Zimmer, un triller francés cuyo final resulta sorprendente por inesperado. Donde el amor es capaz de cambiar la vida. El ritmo de secuencias es rápido como en los filmes de género policiaco americano y los protagonistas bordan su papel. Excelente la elección de Yvan Attal como antihéroe.

El estafador Anthony Zimmer es uno de los delincuentes más buscados por la policía de todo el mundo, pero tiene a su favor el hecho de que nadie conoce su aspecto. El agente Akerman cuenta para localizarle con Chiara, una chica por la que Zimmer lo daría todo. Cuando la pareja se encuentra, urde un plan para seguir escapando de la ley: ella debe buscar a un hombre para que todos le confundan con el famoso Zimmer. François, prendado de Chiara, cae en la trampa de la pareja.
En cambio no recomiendo Tú vida en 65’, a cuyo guión le falta verosimilitud. Jóvenes preocupados por la muerte en un domingo de fútbol. Amores súbitos y casuales. Obsesiones recurrentes. Una música poco adecuada, caben destacar sin embargo, las imágenes de la playa, bellísima la estampa de los tres jóvenes bajo el agua. Un final inesperado y poco explicado. La película se hace larga, lenta, en definitiva no me gustó nada.

martes, 1 de agosto de 2006

Salmos para la vida



Un salmo rezado por un corazón vacío no "dice nada", por muchas añadiduras y condimentos que se le agreguen. Un salmo resonando en un corazón henchido de Dios queda cuajado de su presencia, y cuanto más repleto esté de amistad divina, más se llenarán de Dios cada una de sus palabras. Salmos para la vida nos ayuda a orar con los salmos, sus comentarios nos sumergen en su interior para salir después con las manos llenas y nos estimulan a encontrar de nuevo en ellos espíritu y vida. Cada uno de los salmos ha nacido en circunstancias históricas concretas, vividas por salmistas diferentes, en diferentes períodos de la historia de Israel."
Estas palabras del prólogo permiten vislumbrar cuál es el objetivo de este libro, publicado en la editorial San Pablo y escrito por Ignacio Larrañaga, sacerdote capuchino vasco.
Este verano es un buen momento para acercarnos a la lectura. ¡Qué lo disfrutéis!

Salmos para la vida



Un salmo rezado por un corazón vacío no "dice nada", por muchas añadiduras y condimentos que se le agreguen. Un salmo resonando en un corazón henchido de Dios queda cuajado de su presencia, y cuanto más repleto esté de amistad divina, más se llenarán de Dios cada una de sus palabras. Salmos para la vida nos ayuda a orar con los salmos, sus comentarios nos sumergen en su interior para salir después con las manos llenas y nos estimulan a encontrar de nuevo en ellos espíritu y vida. Cada uno de los salmos ha nacido en circunstancias históricas concretas, vividas por salmistas diferentes, en diferentes períodos de la historia de Israel."
Estas palabras del prólogo permiten vislumbrar cuál es el objetivo de este libro, publicado en la editorial San Pablo y escrito por Ignacio Larrañaga, sacerdote capuchino vasco.
Este verano es un buen momento para acercarnos a la lectura. ¡Qué lo disfrutéis!