miércoles, 23 de agosto de 2006

La memoria histórica



De cuando en cuando conviene reflexionar, y más ahora cuando “la memoria histórica” está levantando voces de un lado y otro. En la Transición se tuvo el buen sentido de buscar lo que nos unía y dejar al margen el pasado. En ello tuvieron mucho que ver los supervivientes de aquella contienda. Existían en cada familia recuerdos muy vivos sobre esa guerra fratricida, y nadie quería repetir los errores.Con el paso de las generaciones y el afianzamiento de la democracia, resurge ahora el pasado como un fantasma justiciero. Determinados medios se dedican a airear las historias del bando perdedor, olvidando a las víctimas inocentes del otro lado. Y todas las víctimas debieran salir a la luz. Civiles que murieron por la sinrazón de sus paisanos: maestros, sindicalistas, religiosos, católicos, falangistas, republicanos, comunistas, anarquistas etc. ..La guerra y sus frentes debemos dejarlos para los libros de historia. En los frentes de batalla unos y otros podían defenderse porque iban armados. En los pueblos y ciudades se trataba de civiles indefensos que morían por sus creencias o por venganzas cobardes.Quedan todavía niños de la guerra civil: sus recuerdos son nuestros recuerdos. Ellos se hicieron hombres y mujeres en el franquismo, conocieron las penurias económicas, lucharon por abrirse camino, se forjaron en las dificultades. Lo mejor de su herencia la reciben sus hijos: el valor del esfuerzo, la honestidad en el trabajo, el espíritu de superación. Aquellas generaciones aprendieron a votar y colaboraron para hacer posible la Transición. Todos ellos hicieron posible la España de hoy plural y democrática.Ahora asistimos al relevo generacional y la fuerza de la juventud sólo conoce la democracia. Resulta fácil manipular a quien no tiene una visión clara del pasado. Debemos impedir la polarización irracional que convierte a unos en buenos y otros en malos. Por ello es tan importante que la memoria histórica sea ecuánime. Debe servir para pasar página.Si me hablan de las víctimas del franquismo, también es justo reconocer que las hubo. Nuestra joven democracia también ha cosechado muchas víctimas. Sin embargo, la generosidad y el deseo de paz deben guiar nuestro futuro. No ayuda a ello el rencor publicitado, ni la guerra de cifras, ni querer que unas víctimas sean de primera y otras de segunda.

3 comentarios:

  1. Hola, Carmen!

    Me parece estupenda la línea de este post. No más te recuerdo que la guerra fue la respuesta de un bando a la crisis política... Se equivocaron, me parece. Eso sí puede proponerse a la aprobación de tod@s, como han hecho en el Parlamento Europeo.
    Otro día hablamos sobre "educación para la ciudadanía". Veo que nos sugieres un enlace con Intermon. Quizás hayas visto un documento sobre "educación para la ciudadanía global". No sé si resistirnos al bien puede ser bueno de alguna manera.
    En cuanto a los modelos de familia... ¿De qué modelo eres?
    Por último. Pueblo de Dios, además de una categoría bíblica, es el nombre de una comunidad que empezó con el grupo Brotes de Olivo, Migueli y otr@s amig@s.
    Puedes contemplar el estado actual en
    www.todosuno.org

    Espero que te agraden otros poemas. Y si te desagradan, dímelo.

    Besos.

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  2. Carmen, humildemente te diré que conozco muy poco de esa historia, pero me ha agradado leer y pues claro indagar un poco más sobre ello, muchas gracias por compartir esa valiosa información. Saludos

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  3. Carmen:

    Gracias por visitar mi espacio virtual "La marraqueta literal" y gracias tambien por tus elogios, me agrada saber que a alguien y especialmente desde el otro extremo le guste lo que escribo. Te invito muy cordialmente a visitar mi blog cada vez que quieras y a dejarme tus comentarios, ya que todos pueden jugar con las migajas ;)

    Siento no poder dar una opinion mas acertada acerca de lo que relatas en tu post, para mi eso es una realidad bastante ajena pero de todos modos es una agrado leerte.

    Saludos desde Minnesota, nos visitamos.

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