lunes, 21 de agosto de 2006

Náufragos nueve meses

Tres pescadores mexicanos sobreviven nueve meses a la deriva. Comían gaviotas, patos y pescado, todo crudo. Bebían agua de lluvia. Algunos días no podían comer y otros tenían para dos o tres días, dependía de la habilidad en la captura de sus presas. En todo momento leyeron la Biblia y oraron, a lo que atribuyen la causa de su salvación. Uno de ellos confesó que nunca perdieron la esperanza porque hay un Dios todopoderoso y tenían mucha fe en Él.
Jesús Vidaña, Salvador Ordóñez y Lucio Randón, salieron de San Blas, Nayarit, para pescar tiburón la tarde del 28 de octubre del 2005, a bordo de una lancha de tres pies de largo. Un viento fuerte les empujó mar adentro impidiéndoles regresar. Fueron rescatados el 9 de agosto cerca de las islas Marshall a 8 mil kilómetros de distancia de su punto de partida.
Todo el mundo comenta su insólita travesía, pero lo más importante a mi juicio es destacar la fe que mantuvieron pese a la adversidad, cuando otros se hubieran resignado a su suerte, ellos seguían luchando convencidos de salir adelante. Este puede ser un buen guión cinematográfico, tres hombres, el mar, la oración. Náufragos en la inmensidad del océano y la fe como motor de su pequeña lancha. Hay que tener raíces muy profundas para afrontar una experiencia similar sin venirse abajo. Sólo la confianza en un Dios misericordioso hace posible espantar el miedo a un destino aciago.
Uno de los pescadores, Jesús Edmundo Viñana confesaba, “lo primero que haré al llegar a México es visitar el templo de mi pueblo para agradecerle a Dios el haberme devuelto la vida, porque volví a nacer”. La Biblia está llena de supervivientes y gestas heroicas, leerla es adentrarse en el camino de esos personajes: Noé flotando en el diluvio, Job dentro de la ballena, José en la tierra de los faraones, etc., todos ellos marcados por situaciones al límite. Y si es verdad que en cualquier situación podemos alimentar la fe en Dios, lo cierto es que sólo en la dificultad el hombre se enfrenta a su pequeñez y puede sobreponerse a la adversidad mediante su fe. Yo diría que esta noticia es un canto a la esperanza, mientras queda una posibilidad hay que seguir luchando por salir adelante, estos pescadores lo han demostrado.

2 comentarios:

  1. Antes que nada quiero agradecer tú visita a mi Blog y bueno expresarte que esta noticia me ha dejado sorprendida, dicen que la fé mueve montañas y como quiera que haya sido, estas personas han sido un verdadero milagro, como dicen por acá en mi país " Nacieron ese día". Un saludo para ti desde mi islita preciosa

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  2. realmente increible, tomar agua de lluvia y comer pescado crudo. ya estan por hacerles una peli..

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