miércoles, 31 de diciembre de 2008

Réquiem por Oriente Medio



Estamos a un paso de la Jornada Mundial por la Paz, que desde hace mucho celebramos el primer día de enero. Oraremos por la paz en el mundo, mientras las bombas siguen cayendo en la Tierra que vio nacer a Jesús. Es un conflicto que dura más de sesenta años, con sus oscilaciones y treguas rotas. Como la de este final de año en la que los terroristas de Hamás siguen utilizando a los civiles palestinos como escudos humanos.

Es un territorio que poco a poco se va despoblando de habitantes cristianos porque unos u otros les hacen imposible vivir.El sufrido pueblo palestino está en manos de los violentos y así poco a poco en una espiral cada vez más sangrienta nos sacuden el rostro en estas festividades tan significativas para los cristianos. ¿Es casualidad o cálculo predeterminado?.

Si así fuera, que Dios recoja el lamento de sus hijos, de esos inocentes sacrificados a intereses ocultos. La paz es posible, siempre es posible, salvo cuando está en manos de asesinos sin escrúpulos dispuestos a sacrificar la vida de otros para reavivar el odio. No le niego a Israel su grado de crueldad, en las guerras no hay buenos y malos. Eso solo pasa en las películas, en las guerras sólo hay víctimas de un lado u otro. Son los Santos Inocentes de cada contienda, que su sangre sea la última que se derrame.

No tengo palabras, porque me faltan elementos de juicio. Siento simpatía hacia todo ser humano, con independencia de su sexo, raza o religión. Sólo me caen mal quienes están dispuestos a enfrentar a unos y otros. Por eso yo me inclino del lado de los no violentos y en ese preciso momento me convierto en víctima de unos o de otros. Ese es el destino de los pacíficos, ser inmolados como lo fue Cristo en la cruz.

Y sin embargo existe la guerra justa, lo difícil es saber dónde se esconde esa justicia, de parte de quién está. Lo más socorrido es lamentarse echando la culpa a uno u otros. ¿Por qué no salimos todos a la calle protestando por esos horribles bombardeos israelíes, y esos misiles asesinos lanzados por Hamás?.
Si no hay voluntad de negociación, la legítima defensa está justificada. Pero Dios me libre de saber de qué lado se inclina la balanza. No tengo ni la menor idea. Son demasiados años enfrentados y muchas las víctimas de ambos lados. Guerras, paz, vuelta a la guerra, vuelta a la paz, atentados selectivos, misiles de largo alcance. ¿Qué otra cosa podemos hacer que rezar para que vuelva la paz?.

No es poco recordar el goteo de guerras enquistadas en tantas y tantas zonas del globo. África se desangra con sus luchas tribales manejadas por intereses ocultos a favor de sus riquezas minerales. Afganistán se mantiene por la codicia de los poderosos que utilizan la droga que cultivan en sus campos. Y así podríamos recorrer uno a uno cada continente, salpicado aquí o allá de lágrimas inocentes.

Parece fácil decir que pare la guerra. Es bonito salir clamando por la paz. Lo difícil es dejar de empuñar el fusil cuando otros azuzan el odio. Y las estrategias de las guerrillas actuales parece que van en esa dirección a una guerra selectiva, rocambolesca, que mantiene entretenidos a los poderosos manejando el tablero de ajedrez.

Aquí sabemos de esas manipulaciones porque también tenemos terroristas que hacen imposible la paz entre hermanos. Que siguen dispuestos a encender la mecha. Y todos aquellos que se empeñan en sacudir al otro con fuego, dejando el diálogo y las urnas, merecen ser desterrados al valle de tinieblas. ¡Que Dios nos proteja de esos asesinos!.

Réquiem por Oriente Medio



Estamos a un paso de la Jornada Mundial por la Paz, que desde hace mucho celebramos el primer día de enero. Oraremos por la paz en el mundo, mientras las bombas siguen cayendo en la Tierra que vio nacer a Jesús. Es un conflicto que dura más de sesenta años, con sus oscilaciones y treguas rotas. Como la de este final de año en la que los terroristas de Hamás siguen utilizando a los civiles palestinos como escudos humanos.

Es un territorio que poco a poco se va despoblando de habitantes cristianos porque unos u otros les hacen imposible vivir.El sufrido pueblo palestino está en manos de los violentos y así poco a poco en una espiral cada vez más sangrienta nos sacuden el rostro en estas festividades tan significativas para los cristianos. ¿Es casualidad o cálculo predeterminado?.

Si así fuera, que Dios recoja el lamento de sus hijos, de esos inocentes sacrificados a intereses ocultos. La paz es posible, siempre es posible, salvo cuando está en manos de asesinos sin escrúpulos dispuestos a sacrificar la vida de otros para reavivar el odio. No le niego a Israel su grado de crueldad, en las guerras no hay buenos y malos. Eso solo pasa en las películas, en las guerras sólo hay víctimas de un lado u otro. Son los Santos Inocentes de cada contienda, que su sangre sea la última que se derrame.

No tengo palabras, porque me faltan elementos de juicio. Siento simpatía hacia todo ser humano, con independencia de su sexo, raza o religión. Sólo me caen mal quienes están dispuestos a enfrentar a unos y otros. Por eso yo me inclino del lado de los no violentos y en ese preciso momento me convierto en víctima de unos o de otros. Ese es el destino de los pacíficos, ser inmolados como lo fue Cristo en la cruz.

Y sin embargo existe la guerra justa, lo difícil es saber dónde se esconde esa justicia, de parte de quién está. Lo más socorrido es lamentarse echando la culpa a uno u otros. ¿Por qué no salimos todos a la calle protestando por esos horribles bombardeos israelíes, y esos misiles asesinos lanzados por Hamás?.
Si no hay voluntad de negociación, la legítima defensa está justificada. Pero Dios me libre de saber de qué lado se inclina la balanza. No tengo ni la menor idea. Son demasiados años enfrentados y muchas las víctimas de ambos lados. Guerras, paz, vuelta a la guerra, vuelta a la paz, atentados selectivos, misiles de largo alcance. ¿Qué otra cosa podemos hacer que rezar para que vuelva la paz?.

No es poco recordar el goteo de guerras enquistadas en tantas y tantas zonas del globo. África se desangra con sus luchas tribales manejadas por intereses ocultos a favor de sus riquezas minerales. Afganistán se mantiene por la codicia de los poderosos que utilizan la droga que cultivan en sus campos. Y así podríamos recorrer uno a uno cada continente, salpicado aquí o allá de lágrimas inocentes.

Parece fácil decir que pare la guerra. Es bonito salir clamando por la paz. Lo difícil es dejar de empuñar el fusil cuando otros azuzan el odio. Y las estrategias de las guerrillas actuales parece que van en esa dirección a una guerra selectiva, rocambolesca, que mantiene entretenidos a los poderosos manejando el tablero de ajedrez.

Aquí sabemos de esas manipulaciones porque también tenemos terroristas que hacen imposible la paz entre hermanos. Que siguen dispuestos a encender la mecha. Y todos aquellos que se empeñan en sacudir al otro con fuego, dejando el diálogo y las urnas, merecen ser desterrados al valle de tinieblas. ¡Que Dios nos proteja de esos asesinos!.

viernes, 26 de diciembre de 2008

Los cristianos estaremos en Colón el veintiocho



Que se esté haciendo todo un montaje respecto al número de asistentes al acto que se celebrará el próximo 28 de diciembre en Colón, me parece crear vanas expectativas y sobre todo polemizar sin sentido. Los cristianos tenemos muchos motivos para unirnos en actos multitudinarios, aunque sólo sea para que se vea que esto de la fe no está tan de capa caída como algunos quieren hacer creer.

Por otra parte, hay un cierto rechazo de muchos creyentes a ser manipulados por la “extrema derecha”, dicen; o por los kikos, sugieren otros. El caso es hablar y alimentar la polémica. Si todos los años se celebrase la Sagrada Familia en una convocatoria multitudinaria, dejarían de hablar de ello. Si esto supone un dispendio económico que no está al alcance de todos y maliciosamente caemos en la trampa de que ese dinero es mejor regalarlo a los pobres, también tendrán razón. La misma que Judas cuando razonó sobre el caro perfume que se había derramado a los pies de Jesús.

Estoy convencida que estas reuniones son motivo de críticas, y sólo por eso, a mí me parece que debemos arrimar el hombro. No entro ni salgo en las celebraciones paralelas que otros obispos han convocado en sus diócesis. Que de ello se deduzca una tensión en los miembros de la Conferencia Episcopal, ya es ganas de echar leña al fuego. Si se tercia ir a Madrid, no debe ser nunca para apoyar a Rouco. ¡A quién se le ocurre!.

Lo bueno que tiene esta convocatoria, respecto a las anteriores es que no hay elecciones. De manera que la lectura política resulta más difícil de hacer. Luego está el batallón de la quinta columna azuzando al personal diciendo que esas convocatorias no representan a todos los creyentes, sino sólo a unos pocos. Pues muy mal. Cualquier convocatoria religiosa a favor de la familia cristiana, es motivo de gozo y celebración para todos los hermanos en una misma fe. Quienes intencionadamente siempre hacen otras lecturas más políticas, deberían revisar sus esquemas. Porque a favor de la Iglesia como pueblo de Dios, no van precisamente.

Pero eso ya es de dominio público para quien visita estas páginas. Y va siendo hora de perder esas clasificaciones de progres y ortodoxos; de conservadores y progresistas, porque al único Señor que tenemos que servir es a Jesucristo y lo demás es seguir el juego a quienes más que unir dividen. Eso sí, hablando de un Dios misericordioso y amoroso, pero por debajo de la mesa, disparan a dar. No voy a nombrar donde se encuentran las tribus errantes. Ni voy a decir que yo soy la voz oficial de los fieles creyentes. Como algunos malintencionados dejan caer con cierta ironía.

Este espacio de religión digital es muy plural, yo diría que andamos todos revueltos y a su bola. De manera que cada blog representa exclusivamente a quien en él escribe. Y en su momento manifesté que la convocatoria tendría una lectura en clave política. Pero eso es lo de menos. Lo peligroso es que se monopolice la fe en manos de unos cuantos extremistas de un lado u otro. La iglesia es plural y según donde se mire puede estar agonizando o ser una semilla fecunda.

La mayoría de los cristianos no estaremos presentes en Colón el veintiocho de diciembre. Pero tendremos que sentir que allí se da testimonio de la fe que profesamos. Y entonces, todos los actos convocados en cada ciudad a favor de la familia, tendrán la misma lectura. Cuando se hable en los medios de comunicación de la convocatoria en Colón, lo que tendremos que hacer es precisamente hablar de tantos y tantos sitios donde se vive el mismo espíritu de manera fraterna y silenciosa. Sin grandes medios ni manifestaciones.

Pero no nos equivoquemos, nos quieren ahí, en el silencio discreto de nuestras iglesias, no en las calles. Porque en la calle dirán que somos los nacionalcatólicos. Y hay que perder las arrugas. Somos creyentes que dan testimonio de su fe y viven junto a otros una celebración litúrgica a la que tenemos derecho. Como cualquier otro grupo religioso o social que pide permiso a la autoridad para manifestar su fe o su opinión por la calle.

Así que animo a quien pueda acudir que acuda. Y el resto a rezar por la familia, como todos los años, pero especialmente por quienes se encuentren dando testimonio en Colón

Los cristianos estaremos en Colón el veintiocho



Que se esté haciendo todo un montaje respecto al número de asistentes al acto que se celebrará el próximo 28 de diciembre en Colón, me parece crear vanas expectativas y sobre todo polemizar sin sentido. Los cristianos tenemos muchos motivos para unirnos en actos multitudinarios, aunque sólo sea para que se vea que esto de la fe no está tan de capa caída como algunos quieren hacer creer.

Por otra parte, hay un cierto rechazo de muchos creyentes a ser manipulados por la “extrema derecha”, dicen; o por los kikos, sugieren otros. El caso es hablar y alimentar la polémica. Si todos los años se celebrase la Sagrada Familia en una convocatoria multitudinaria, dejarían de hablar de ello. Si esto supone un dispendio económico que no está al alcance de todos y maliciosamente caemos en la trampa de que ese dinero es mejor regalarlo a los pobres, también tendrán razón. La misma que Judas cuando razonó sobre el caro perfume que se había derramado a los pies de Jesús.

Estoy convencida que estas reuniones son motivo de críticas, y sólo por eso, a mí me parece que debemos arrimar el hombro. No entro ni salgo en las celebraciones paralelas que otros obispos han convocado en sus diócesis. Que de ello se deduzca una tensión en los miembros de la Conferencia Episcopal, ya es ganas de echar leña al fuego. Si se tercia ir a Madrid, no debe ser nunca para apoyar a Rouco. ¡A quién se le ocurre!.

Lo bueno que tiene esta convocatoria, respecto a las anteriores es que no hay elecciones. De manera que la lectura política resulta más difícil de hacer. Luego está el batallón de la quinta columna azuzando al personal diciendo que esas convocatorias no representan a todos los creyentes, sino sólo a unos pocos. Pues muy mal. Cualquier convocatoria religiosa a favor de la familia cristiana, es motivo de gozo y celebración para todos los hermanos en una misma fe. Quienes intencionadamente siempre hacen otras lecturas más políticas, deberían revisar sus esquemas. Porque a favor de la Iglesia como pueblo de Dios, no van precisamente.

Pero eso ya es de dominio público para quien visita estas páginas. Y va siendo hora de perder esas clasificaciones de progres y ortodoxos; de conservadores y progresistas, porque al único Señor que tenemos que servir es a Jesucristo y lo demás es seguir el juego a quienes más que unir dividen. Eso sí, hablando de un Dios misericordioso y amoroso, pero por debajo de la mesa, disparan a dar. No voy a nombrar donde se encuentran las tribus errantes. Ni voy a decir que yo soy la voz oficial de los fieles creyentes. Como algunos malintencionados dejan caer con cierta ironía.

Este espacio de religión digital es muy plural, yo diría que andamos todos revueltos y a su bola. De manera que cada blog representa exclusivamente a quien en él escribe. Y en su momento manifesté que la convocatoria tendría una lectura en clave política. Pero eso es lo de menos. Lo peligroso es que se monopolice la fe en manos de unos cuantos extremistas de un lado u otro. La iglesia es plural y según donde se mire puede estar agonizando o ser una semilla fecunda.

La mayoría de los cristianos no estaremos presentes en Colón el veintiocho de diciembre. Pero tendremos que sentir que allí se da testimonio de la fe que profesamos. Y entonces, todos los actos convocados en cada ciudad a favor de la familia, tendrán la misma lectura. Cuando se hable en los medios de comunicación de la convocatoria en Colón, lo que tendremos que hacer es precisamente hablar de tantos y tantos sitios donde se vive el mismo espíritu de manera fraterna y silenciosa. Sin grandes medios ni manifestaciones.

Pero no nos equivoquemos, nos quieren ahí, en el silencio discreto de nuestras iglesias, no en las calles. Porque en la calle dirán que somos los nacionalcatólicos. Y hay que perder las arrugas. Somos creyentes que dan testimonio de su fe y viven junto a otros una celebración litúrgica a la que tenemos derecho. Como cualquier otro grupo religioso o social que pide permiso a la autoridad para manifestar su fe o su opinión por la calle.

Así que animo a quien pueda acudir que acuda. Y el resto a rezar por la familia, como todos los años, pero especialmente por quienes se encuentren dando testimonio en Colón

sábado, 20 de diciembre de 2008

Se aproxima el día de la Sagrada Familia en Madrid


Se aproxima la fecha en la que el cardenal Rouco ha convocado a las familias cristianas en Madrid. Un acto público, pero litúrgico. Una manifestación de fe a la que se sumarán otros obispos y gente de toda España. Creo que la convocatoria está bien planteada. La fecha es la adecuada, coincide con la Sagrada Familia. Y si algo tenemos claro los cristianos es que celebrar la familia en Navidad, precisamente es dar gracias por todo lo bueno que de ella recibimos.

La familia cristiana cuando se vive el matrimonio como Sacramento, tiene unas connotaciones que la hacen diferente a esa crisis actual en la que vive cualquier familia. Donde las separaciones y las nuevas uniones afectan a los más indefensos que son los hijos. Es frecuente encontrar hermanos de diferentes progenitores en una nueva familia. Y al final, la crisis de los padres les pasa factura a los más pequeños.

Los problemas son los mismos en cualquier familia, pero la actitud es diferente, porque también son diferentes los valores. Lo que ponemos en primer lugar siempre es el bienestar de los nuestros. De esa manera, podemos ofrecer los pequeños disgustos y malentendidos a Dios y orarlos en comunión. También nos abrimos al diálogo y al compromiso de unión que es para siempre, por eso hay que luchar por ello día a día.

No es un sueño, es la realidad que viven muchas familias en la oscuridad de la vida cotidiana. Por eso hacer público un acto a favor de la familia, es dar luz a la sociedad. Naturalmente se va a politizar el tema, seguirán jugando a colocar la moral de la Iglesia como fuerza negativa para el progreso y las uniones del mismo sexo, tal y como lo hicieron hace un año. Es de esperar.

¿Qué sucede para que unos obispos se sumen al acto y otros disimulen convocando asambleas en sus respectivas diócesis?. Pués más allá de la intencionalidad de desmarcarse del acto por motivos personales, puede que incluso este juego a varias bandas sea muy positivo para el acto en sí mismo. La familia importa a todos los obispos de manera que ninguno va a ser ajeno a esa celebración festiva y religiosa que se verá coronada por una convocatoria multitudinaria. Se va a dar testimonio de la fe cristiana, donde se vive o debe vivirse con unos valores determinados, bastante alejados de lo que vemos a nuestro alrededor.

No es que se quiera moralizar a la sociedad, es sencillamente que se quiere reivindicar que la unión entre un hombre y una mujer a la luz del evangelio es un Sacramento y la única célula familiar posible. Las otras uniones y concubinatos varios, irán en aumento pero están heridos en su raíz. Porque se realizan sin una base sólida donde la unión supone crecer en comunión.

Como no puede ser de otro modo, los obispos que acudan serán evaluados afines a la línea de Rouco, la línea dura y tradicional. Así que sería muy provechoso que quienes se desmarcan del acto, dejen clara la unión pastoral con este acto. Que será bendecido por el Santo Padre. La finalidad está clara. Frente a una sociedad secularizada y hedonista, reivindicar los valores cristianos como célula de la sociedad cooperadora en su cabal desarrollo.

Las rupturas, las violencias, los divorcios, son un cáncer en la sociedad, no un mero trámite judicial. Las consecuencias de estos hechos afectan profundamente a los menores y, como es obvio, son el fruto del fracaso de sus progenitores incapaces de superar los propios egoísmos y sus diferencias. De manera que puestos a analizar el acto, más que buscar una orientación política lo que se tiene que destacar es un componente moral muy claro. Y a él deben sumarse otras confesiones dispuestas a defender los valores de la familia cristiana. Espero que sea un éxito y que produzca frutos espirituales, que son los que más nos importan

Se aproxima el día de la Sagrada Familia en Madrid


Se aproxima la fecha en la que el cardenal Rouco ha convocado a las familias cristianas en Madrid. Un acto público, pero litúrgico. Una manifestación de fe a la que se sumarán otros obispos y gente de toda España. Creo que la convocatoria está bien planteada. La fecha es la adecuada, coincide con la Sagrada Familia. Y si algo tenemos claro los cristianos es que celebrar la familia en Navidad, precisamente es dar gracias por todo lo bueno que de ella recibimos.

La familia cristiana cuando se vive el matrimonio como Sacramento, tiene unas connotaciones que la hacen diferente a esa crisis actual en la que vive cualquier familia. Donde las separaciones y las nuevas uniones afectan a los más indefensos que son los hijos. Es frecuente encontrar hermanos de diferentes progenitores en una nueva familia. Y al final, la crisis de los padres les pasa factura a los más pequeños.

Los problemas son los mismos en cualquier familia, pero la actitud es diferente, porque también son diferentes los valores. Lo que ponemos en primer lugar siempre es el bienestar de los nuestros. De esa manera, podemos ofrecer los pequeños disgustos y malentendidos a Dios y orarlos en comunión. También nos abrimos al diálogo y al compromiso de unión que es para siempre, por eso hay que luchar por ello día a día.

No es un sueño, es la realidad que viven muchas familias en la oscuridad de la vida cotidiana. Por eso hacer público un acto a favor de la familia, es dar luz a la sociedad. Naturalmente se va a politizar el tema, seguirán jugando a colocar la moral de la Iglesia como fuerza negativa para el progreso y las uniones del mismo sexo, tal y como lo hicieron hace un año. Es de esperar.

¿Qué sucede para que unos obispos se sumen al acto y otros disimulen convocando asambleas en sus respectivas diócesis?. Pués más allá de la intencionalidad de desmarcarse del acto por motivos personales, puede que incluso este juego a varias bandas sea muy positivo para el acto en sí mismo. La familia importa a todos los obispos de manera que ninguno va a ser ajeno a esa celebración festiva y religiosa que se verá coronada por una convocatoria multitudinaria. Se va a dar testimonio de la fe cristiana, donde se vive o debe vivirse con unos valores determinados, bastante alejados de lo que vemos a nuestro alrededor.

No es que se quiera moralizar a la sociedad, es sencillamente que se quiere reivindicar que la unión entre un hombre y una mujer a la luz del evangelio es un Sacramento y la única célula familiar posible. Las otras uniones y concubinatos varios, irán en aumento pero están heridos en su raíz. Porque se realizan sin una base sólida donde la unión supone crecer en comunión.

Como no puede ser de otro modo, los obispos que acudan serán evaluados afines a la línea de Rouco, la línea dura y tradicional. Así que sería muy provechoso que quienes se desmarcan del acto, dejen clara la unión pastoral con este acto. Que será bendecido por el Santo Padre. La finalidad está clara. Frente a una sociedad secularizada y hedonista, reivindicar los valores cristianos como célula de la sociedad cooperadora en su cabal desarrollo.

Las rupturas, las violencias, los divorcios, son un cáncer en la sociedad, no un mero trámite judicial. Las consecuencias de estos hechos afectan profundamente a los menores y, como es obvio, son el fruto del fracaso de sus progenitores incapaces de superar los propios egoísmos y sus diferencias. De manera que puestos a analizar el acto, más que buscar una orientación política lo que se tiene que destacar es un componente moral muy claro. Y a él deben sumarse otras confesiones dispuestas a defender los valores de la familia cristiana. Espero que sea un éxito y que produzca frutos espirituales, que son los que más nos importan

viernes, 12 de diciembre de 2008

Pongamos que hablo de la Juan XXIII

Son ellos, los de siempre, aquellos que se empeñan en finiquitar el Vaticano II y se erigen al mismo tiempo en sus únicos defensores. Ellos tienen la exclusiva, son fieles seguidores de una corriente de aire fresco que ha terminado sepultada por las huestes conservadoras. La joven progresía de aquellos años hoy ronda los setenta. Abuelotes un poco idos de la pinza que ya no encajan en la Iglesia ni en sus congregaciones religiosas. Algunos, en cambio, están bien lúcidos y siguen fieles a la Iglesia.

Otros se han exiliado a sí mismos y buscan sentir un poco de calor al abrigo de la Juan XXIII. Ya se sabe que allí se juntan los de siempre y algún jovenzuelo que todavía no ha descubierto la estrategia del Caballo de Troya. ¿Se acuerdan del relato?. Si, ahí está Tamayo con su cátedra de las religiones, subvencionado por el Estado dispuesto siempre a lanzar órdagos a la clerecía. La Iglesia, santa, madre y pecadora, está en ruinas según ellos. Llevan adecuándose a los tiempos cuarenta o cincuenta años. ¡Casi nada!. Y lo único conseguido ha sido el abandono masivo de los religiosos de sus congregaciones y comunidades. Y el alejamiento de los fieles.

Vayan a pedir cuenta al anuario de secularizaciones. Es para llorar. Y sin embargo siguen siendo quienes llevan la batuta con los más jóvenes. Y luego les pierden y se quejan. Hacen lo imposible porque se sientan cómodos: bailes, videos, cine fórum, cursillos, charlas, teatro. Un montón de actividades. Pero ni hablarles de Dios sino del compromiso con los pobres. Y claro, terminan por dejar la Iglesia y meterse a voluntarios en una ONG.

Hay que darles las gracias. Han conseguido el mayor número de asociaciones no gubernamentales de la historia. Su herencia son los laicos comprometidos con las causas de los pobres. Pero se olvidan siempre que ellos por sí mismos sólo son instrumentos en manos de Dios. Quien desee solucionar el mundo a golpe de fuerza de voluntad, tendrá que leer de nuevo el Evangelio: Todo se debe dejar en las manos de Dios que sabe cuando es el momento adecuado. El resto es trabajar sin esperar nada a cambio. Ni mucho menos creer que obramos por cuenta propia. Ese es el verdadero problema del voluntario. Llega un momento que se quema.

Así que las ONG pertenecen a los más jóvenes, pero resulta difícil que ese compromiso se prolongue más allá de la juventud. Y es que falta la fe en algo que sobrepasa la labor del voluntario. La esperanza de trabajar por el Reino en la seguridad de ser una gota en el océano. La voluntad de entregarse a fondo perdido. Y que sea lo que Dios quiera. Y en ese tema solo están los santos de cada día, anónimos y olvidados en pequeños rincones. Lo curioso es que no suelen oponerse públicamente a sus pastores.

Pues nada. Esta es la historia cotidiana de las congregaciones y ONG. Se secan como una higuera que no sabe dar fruto a su tiempo. Y yo no he querido entrar a trapo con el artículo de Tamayo que religión digital tiene en su sección de opinión. Como no lo quise hacer con el de Castillo. La libertad de opinión está para algo. De modo que pueden seguir analizando los males de la Iglesia. Pero que no piensen que le hacen algún bien, o que representan a la mayoría de los creyentes.

Mientras tanto, cada día suenan más próximos a un partido político que a la fe. Por eso es preciso recordarles que han apostado a “caballo perdedor”. La fe y la Iglesia, no se rigen por recetas de adecuación a los tiempos. Les guía el Espíritu Santo que es mucho más sabio. Podremos aspirar a una sociedad más justa y fraterna siempre que no nos empeñemos entre unos y otros en hacernos constantemente la puñeta.

De modo que la cosa no va de progresistas y conservadores, de heterodoxos u ortodoxos. El tema es si creemos en Cristo y su Resurrección y no creamos expectativas de grandes cosas en la Iglesia, sino sobre cada uno de nosotros, puestos en las manos de Dios. Él es quien hace obras grandes y su misericordia sigue siendo infinita a pesar de nuestros soberbios corazones. Pues tengamos la fiesta en paz, hermanos.

Pongamos que hablo de la Juan XXIII

Son ellos, los de siempre, aquellos que se empeñan en finiquitar el Vaticano II y se erigen al mismo tiempo en sus únicos defensores. Ellos tienen la exclusiva, son fieles seguidores de una corriente de aire fresco que ha terminado sepultada por las huestes conservadoras. La joven progresía de aquellos años hoy ronda los setenta. Abuelotes un poco idos de la pinza que ya no encajan en la Iglesia ni en sus congregaciones religiosas. Algunos, en cambio, están bien lúcidos y siguen fieles a la Iglesia.

Otros se han exiliado a sí mismos y buscan sentir un poco de calor al abrigo de la Juan XXIII. Ya se sabe que allí se juntan los de siempre y algún jovenzuelo que todavía no ha descubierto la estrategia del Caballo de Troya. ¿Se acuerdan del relato?. Si, ahí está Tamayo con su cátedra de las religiones, subvencionado por el Estado dispuesto siempre a lanzar órdagos a la clerecía. La Iglesia, santa, madre y pecadora, está en ruinas según ellos. Llevan adecuándose a los tiempos cuarenta o cincuenta años. ¡Casi nada!. Y lo único conseguido ha sido el abandono masivo de los religiosos de sus congregaciones y comunidades. Y el alejamiento de los fieles.

Vayan a pedir cuenta al anuario de secularizaciones. Es para llorar. Y sin embargo siguen siendo quienes llevan la batuta con los más jóvenes. Y luego les pierden y se quejan. Hacen lo imposible porque se sientan cómodos: bailes, videos, cine fórum, cursillos, charlas, teatro. Un montón de actividades. Pero ni hablarles de Dios sino del compromiso con los pobres. Y claro, terminan por dejar la Iglesia y meterse a voluntarios en una ONG.

Hay que darles las gracias. Han conseguido el mayor número de asociaciones no gubernamentales de la historia. Su herencia son los laicos comprometidos con las causas de los pobres. Pero se olvidan siempre que ellos por sí mismos sólo son instrumentos en manos de Dios. Quien desee solucionar el mundo a golpe de fuerza de voluntad, tendrá que leer de nuevo el Evangelio: Todo se debe dejar en las manos de Dios que sabe cuando es el momento adecuado. El resto es trabajar sin esperar nada a cambio. Ni mucho menos creer que obramos por cuenta propia. Ese es el verdadero problema del voluntario. Llega un momento que se quema.

Así que las ONG pertenecen a los más jóvenes, pero resulta difícil que ese compromiso se prolongue más allá de la juventud. Y es que falta la fe en algo que sobrepasa la labor del voluntario. La esperanza de trabajar por el Reino en la seguridad de ser una gota en el océano. La voluntad de entregarse a fondo perdido. Y que sea lo que Dios quiera. Y en ese tema solo están los santos de cada día, anónimos y olvidados en pequeños rincones. Lo curioso es que no suelen oponerse públicamente a sus pastores.

Pues nada. Esta es la historia cotidiana de las congregaciones y ONG. Se secan como una higuera que no sabe dar fruto a su tiempo. Y yo no he querido entrar a trapo con el artículo de Tamayo que religión digital tiene en su sección de opinión. Como no lo quise hacer con el de Castillo. La libertad de opinión está para algo. De modo que pueden seguir analizando los males de la Iglesia. Pero que no piensen que le hacen algún bien, o que representan a la mayoría de los creyentes.

Mientras tanto, cada día suenan más próximos a un partido político que a la fe. Por eso es preciso recordarles que han apostado a “caballo perdedor”. La fe y la Iglesia, no se rigen por recetas de adecuación a los tiempos. Les guía el Espíritu Santo que es mucho más sabio. Podremos aspirar a una sociedad más justa y fraterna siempre que no nos empeñemos entre unos y otros en hacernos constantemente la puñeta.

De modo que la cosa no va de progresistas y conservadores, de heterodoxos u ortodoxos. El tema es si creemos en Cristo y su Resurrección y no creamos expectativas de grandes cosas en la Iglesia, sino sobre cada uno de nosotros, puestos en las manos de Dios. Él es quien hace obras grandes y su misericordia sigue siendo infinita a pesar de nuestros soberbios corazones. Pues tengamos la fiesta en paz, hermanos.

viernes, 5 de diciembre de 2008

Que caiga sobre ellos el peso de la Ley

Este blog quiere hoy testimoniar el profundo asco que siente hacia la banda asesina de ETA. Pero siguiendo el humanismo cristiano también pide por la conversión de los asesinos. Ha caído una nueva víctima de la barbarie y la sinrazón. En este caso un empresario. Un padre de familia con cinco hijos y sin escolta, hay que ser valientes para descerrajar dos disparos directos a bocajarro. Y hay que padecer de algún trastorno severo de calidad humana, para dormir por la noche después de haber matado a alguien.

Pues como en este mundo de Dios existen infinidad de matices, parece que haberlos haylos. Para desgracia de todos los españoles. Después de un día de trabajo rodeada de niños llenos de vida, con sus juegos y riñas, es difícil pensar en la muerte. Y llegas a casa y recibes la noticia. Inmediatamente piensas en esa familia destrozada. Luego, no entiendes nada. ¿Qué quieren?. ¿Seguir con el cuento de nunca acabar?. Somos mayoría quienes no entendemos que después de treinta años de democracia exista un tumor gangrenoso como el de la banda armada terrorista. Cuatro gatos pelados, buscando montar bulla, incapaces de llevar a las urnas su proyecto.

¿Cómo se llama a quienes intentan imponer mediante el terror la política?. Busquen en el diccionario, hay gran cantidad de adjetivos que dan colorido a la miserable y rastrera coacción de las armas. El pueblo vasco no se merece tener entre su gente a quienes les hacen volverse de espaldas cada dos pasos. A quienes no pueden hablar por miedo, por si acaso, por si, por si... ¡En eso han convertido a Euskadi!.

Miro las caras desafiantes de estos individuos e individuas en la televisión y no puedo ponerme en su piel. No entiendo el crimen. Por eso solo me parece posible enviar mi saludo a los familiares de esta nueva víctima de la barbarie y rezar por ellos. Se acercan unas fechas entrañables, pero hoy a una familia le han destrozado la Navidad.

Me gustaría enviar palabras de consuelo a familiares y amigos. En realidad a todo el pueblo vasco. A quienes más directamente sufren la extorsión y el miedo a esos vándalos en la clandestina sombra de su oscuridad, la de su mente y de su corazón, negro por el odio, incapaz del diálogo. Pues que caiga sobre ellos todo el peso de la ley.

Descanse en paz Ignacio Uría Mendizábal, capaz de aguantar la presión del miedo sin temor y a cara descubierta. Que su sangre sea la de la última víctima de esos asesinos

Que caiga sobre ellos el peso de la Ley

Este blog quiere hoy testimoniar el profundo asco que siente hacia la banda asesina de ETA. Pero siguiendo el humanismo cristiano también pide por la conversión de los asesinos. Ha caído una nueva víctima de la barbarie y la sinrazón. En este caso un empresario. Un padre de familia con cinco hijos y sin escolta, hay que ser valientes para descerrajar dos disparos directos a bocajarro. Y hay que padecer de algún trastorno severo de calidad humana, para dormir por la noche después de haber matado a alguien.

Pues como en este mundo de Dios existen infinidad de matices, parece que haberlos haylos. Para desgracia de todos los españoles. Después de un día de trabajo rodeada de niños llenos de vida, con sus juegos y riñas, es difícil pensar en la muerte. Y llegas a casa y recibes la noticia. Inmediatamente piensas en esa familia destrozada. Luego, no entiendes nada. ¿Qué quieren?. ¿Seguir con el cuento de nunca acabar?. Somos mayoría quienes no entendemos que después de treinta años de democracia exista un tumor gangrenoso como el de la banda armada terrorista. Cuatro gatos pelados, buscando montar bulla, incapaces de llevar a las urnas su proyecto.

¿Cómo se llama a quienes intentan imponer mediante el terror la política?. Busquen en el diccionario, hay gran cantidad de adjetivos que dan colorido a la miserable y rastrera coacción de las armas. El pueblo vasco no se merece tener entre su gente a quienes les hacen volverse de espaldas cada dos pasos. A quienes no pueden hablar por miedo, por si acaso, por si, por si... ¡En eso han convertido a Euskadi!.

Miro las caras desafiantes de estos individuos e individuas en la televisión y no puedo ponerme en su piel. No entiendo el crimen. Por eso solo me parece posible enviar mi saludo a los familiares de esta nueva víctima de la barbarie y rezar por ellos. Se acercan unas fechas entrañables, pero hoy a una familia le han destrozado la Navidad.

Me gustaría enviar palabras de consuelo a familiares y amigos. En realidad a todo el pueblo vasco. A quienes más directamente sufren la extorsión y el miedo a esos vándalos en la clandestina sombra de su oscuridad, la de su mente y de su corazón, negro por el odio, incapaz del diálogo. Pues que caiga sobre ellos todo el peso de la ley.

Descanse en paz Ignacio Uría Mendizábal, capaz de aguantar la presión del miedo sin temor y a cara descubierta. Que su sangre sea la de la última víctima de esos asesinos

sábado, 29 de noviembre de 2008

El Greco, una vida novelada

Con este temporal por la calle y por todos los medios, más vale hacer un paréntesis. Arrecian las huestes laicistas arengando al personal a sublevarse contra los símbolos religiosos. Se ve que no tienen otra cosa mejor que hacer que dejar caer su inquina atea. No hay propuestas para salir de la crisis, no hay ideas sanas expuestas para el bien común de todos los españoles. Hay, eso sí, mucha mala baba y ganas de seguir mareando la perdiz.

Mientras el circo mediático nos subyuga con series que buscan resaltar la bondad y la maldad en un maniqueísmo vergonzoso, algunos apostamos por seguir pendientes de la cultura. Y como el cine es el séptimo arte, allí encuentras momentos para reflexionar sobre lo humano y lo divino. Es un proceso diferente al de la literatura pero que sirve al mismo fin: ponerse en la piel de otro. Eso es lo que hace un artista, escritor, guionista o director.

He renunciado a ver algunas películas por cansancio. Más de lo mismo ya no lo aguanto. Pero El Greco reúne la historia y la pintura. Así que pese a la visión morbosa de su corto, decidí visionar el espectáculo. Aconsejo ir a verla, con reservas, todas las que se refieren a esa novelada relación del pintor con la iglesia. Aquí de nuevo encontramos la misma mirada que en “Los fantasmas de Goya”, la inquisición como botón de muestra de una religión fanática y desalmada.

Pero es una obra bien narrada, muy cuidada en su diseño artístico e interpretada con esmero. Tiene el aliciente de una banda sonora compuesta por Vangelis. Hasta ahí todo bien. Me gusta el planteamiento de unir la vida del autor a un personaje religioso. Es un acierto narrativo que nos permite seguir al pintor desde su Creta natal hasta Toledo. Pero agobia la frialdad con la que se aborda la fe, profundamente cuestionada por un inquisidor amante del arte o del artista. Una termina como el propio Greco, no el real, sino el de la ficción, preguntándose qué quiere el clérigo de marras.

Sin embargo, no les voy a contar el desenlace. Pero sí algunas cuestiones personales del pintor, como puede ser el amancebamiento con Jerónima, la mujer que comparte la mayor parte de su vida, que no sé si son ciertas o inventadas. Pero visto como presentan el tema religioso, mejor dudar que no dar por supuestas unas relaciones extramatrimoniales que son inimaginables en la España del Concilio de Trento. Eso, en cambio, viene bien para fomentar la simpatía hacia el artista, llevándolo más allá del bien y del mal, siguiendo los patrones del relativismo actual.

Dicho esto, vuelvo a insistir que es una gran película. Tiene todo lo que se necesita para conseguir un premio. Historia, amor, odio, ambición, fe, inquisición, arte. ¿Quién puede ofrecer más?. Está bien construida, es original hasta para justificar el arte del Greco, donde los personajes más bajos y viles, se transforman por la gracia de la pintura en santos y nobles. Mientras que el alma del inquisidor es retratada en el lienzo con toda la crudeza de su mal corazón.

Son juicios de valor muy sutiles, pero que hay que tener en cuenta, para saltar un poco de la superficie al fondo. No nos dejemos engañar por el arte que siempre finge imitando la realidad. El Greco es puro arte, con ribetes históricos para centrar al personaje. Pero el guión es una página más que añadir al adoctrinamiento laicista, subvencionado por el Estado.

Yo les recomiendo que disfruten de la pintura, de los diálogos, del ambiente que supone conocer por dentro el taller de un artista renacentista como Tiziano y su escuela veneciana. Pero no crean que están viendo un trozo de historia, allí donde todo es puro artificio imaginado, salvo las pinturas que son fieles reproducciones de los originales de Doménikos Teotokopoulos y de Tiziano.

El Greco, una vida novelada

Con este temporal por la calle y por todos los medios, más vale hacer un paréntesis. Arrecian las huestes laicistas arengando al personal a sublevarse contra los símbolos religiosos. Se ve que no tienen otra cosa mejor que hacer que dejar caer su inquina atea. No hay propuestas para salir de la crisis, no hay ideas sanas expuestas para el bien común de todos los españoles. Hay, eso sí, mucha mala baba y ganas de seguir mareando la perdiz.

Mientras el circo mediático nos subyuga con series que buscan resaltar la bondad y la maldad en un maniqueísmo vergonzoso, algunos apostamos por seguir pendientes de la cultura. Y como el cine es el séptimo arte, allí encuentras momentos para reflexionar sobre lo humano y lo divino. Es un proceso diferente al de la literatura pero que sirve al mismo fin: ponerse en la piel de otro. Eso es lo que hace un artista, escritor, guionista o director.

He renunciado a ver algunas películas por cansancio. Más de lo mismo ya no lo aguanto. Pero El Greco reúne la historia y la pintura. Así que pese a la visión morbosa de su corto, decidí visionar el espectáculo. Aconsejo ir a verla, con reservas, todas las que se refieren a esa novelada relación del pintor con la iglesia. Aquí de nuevo encontramos la misma mirada que en “Los fantasmas de Goya”, la inquisición como botón de muestra de una religión fanática y desalmada.

Pero es una obra bien narrada, muy cuidada en su diseño artístico e interpretada con esmero. Tiene el aliciente de una banda sonora compuesta por Vangelis. Hasta ahí todo bien. Me gusta el planteamiento de unir la vida del autor a un personaje religioso. Es un acierto narrativo que nos permite seguir al pintor desde su Creta natal hasta Toledo. Pero agobia la frialdad con la que se aborda la fe, profundamente cuestionada por un inquisidor amante del arte o del artista. Una termina como el propio Greco, no el real, sino el de la ficción, preguntándose qué quiere el clérigo de marras.

Sin embargo, no les voy a contar el desenlace. Pero sí algunas cuestiones personales del pintor, como puede ser el amancebamiento con Jerónima, la mujer que comparte la mayor parte de su vida, que no sé si son ciertas o inventadas. Pero visto como presentan el tema religioso, mejor dudar que no dar por supuestas unas relaciones extramatrimoniales que son inimaginables en la España del Concilio de Trento. Eso, en cambio, viene bien para fomentar la simpatía hacia el artista, llevándolo más allá del bien y del mal, siguiendo los patrones del relativismo actual.

Dicho esto, vuelvo a insistir que es una gran película. Tiene todo lo que se necesita para conseguir un premio. Historia, amor, odio, ambición, fe, inquisición, arte. ¿Quién puede ofrecer más?. Está bien construida, es original hasta para justificar el arte del Greco, donde los personajes más bajos y viles, se transforman por la gracia de la pintura en santos y nobles. Mientras que el alma del inquisidor es retratada en el lienzo con toda la crudeza de su mal corazón.

Son juicios de valor muy sutiles, pero que hay que tener en cuenta, para saltar un poco de la superficie al fondo. No nos dejemos engañar por el arte que siempre finge imitando la realidad. El Greco es puro arte, con ribetes históricos para centrar al personaje. Pero el guión es una página más que añadir al adoctrinamiento laicista, subvencionado por el Estado.

Yo les recomiendo que disfruten de la pintura, de los diálogos, del ambiente que supone conocer por dentro el taller de un artista renacentista como Tiziano y su escuela veneciana. Pero no crean que están viendo un trozo de historia, allí donde todo es puro artificio imaginado, salvo las pinturas que son fieles reproducciones de los originales de Doménikos Teotokopoulos y de Tiziano.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Los católicos salen a la calle



Aunque ustedes no lo sepan, aunque todos los medios excepto dos o tres, silencien el acontecimiento, se está realizando el X Congreso de Católicos y Vida Pública. Tiene lugar en Madrid durante los días 21, 22 y 23 de este mes de noviembre y su tema principal es “Cristo la esperanza fiable”. Muchos lo seguiremos gracias a Internet, este medio que está resultando ser una filón para el resurgir del catolicismo en la Vida Pública. Efectivamente, son cientos las páginas webs de temática religiosa y miles los blogs de igual contenido. Pero la Vida Pública no es sólo tener una ventana abierta en la red. Por eso se llevan a cabo estos Congresos.

Hace falta que la voz de los creyentes esté presente en la sociedad, en todas las ramas del saber. Nuevos intelectuales y personas de a pie que aporten su visión cristiana al análisis de la realidad actual. Miembros activos de la sociedad implicados de forma coherente en asociaciones y organizaciones sociales que trabajan por el bien común. Y probablemente esto no tenga nada que ver con un determinado partido político, pero debe valer para que los partidos, tengan en cuenta la opinión de la Iglesia. Entiéndase que por Iglesia no me refiero exclusivamente a la jerarquía sino en especial al Pueblo de Dios.

Somos muchos quienes pensamos que debe existir el orgullo de ser católicos, sin temor a ser tachados de fascistas porque se haya querido asociar la fe con la política y en especial la mentalidad conservadora en materia moral. No estar a favor del aborto es un planteamiento equivocado, se está a favor de la vida, especialmente de la más vulnerable. Sin juzgar situaciones límites que pueden y deben ser resueltas en conciencia y con el asesoramiento adecuado. Se está a favor de la justicia social y en contra de la explotación de cualquier ser humano, también de aquellos que creen disfrutar de la libertad arrastrando yugos pesados en su vida, atrapada en la droga o la prostitución.

El citado Congreso tratará por tanto de seguir el modelo de proposiciones en carácter positivo, teniendo a Cristo como faro que guía e ilumina una esperanza en el futuro, una confianza en los valores del Reino. Siempre sabiendo que estamos de paso, pero que somos esa pequeña gota que hace falta en el océano de la vida. Si el Congreso de Católicos y Vida Pública sigue esta línea de comunicación positiva, de salida al encuentro de la sociedad, el respeto de los demás está garantizado.

¿Cómo podremos conseguir ese respeto?. En la medida que seamos capaces de aportar soluciones a la humanidad. Por eso es importante cambiar el lenguaje, no estamos contra el condón, si no a favor de una sexualidad responsable, donde el ser humano sea capaz de someter sus instintos y reorientarlos al don de la vida humana. Estamos a favor de la fidelidad en el matrimonio, del compartir los anhelos y esperanzas dentro de un sacramento de vida que es una vocación sagrada. El católico está más allá del político de izquierdas que solo piensa en una dirección, más allá del político de derechas. El católico tiene que hacer efectiva la cooperación y la fraternidad entre hermanos.

Lo curioso es que debemos tomar conciencia de que se nos tiene que notar la fe. Con la alegría contagiosa de quien se sabe en las mejores manos, las de Dios. Con la esperanza en vencer obstáculos y dificultades, con la generosidad a favor de quienes nos rodean. Ese es el reto de estos Congresos que vienen realizándose ya en su décima edición. Serán muchos los participantes y ponentes. Cada uno aportará su granito de arena; el resto tendremos que hacer lo mismo en nuestros respectivos puestos de trabajo y en aquellas asociaciones donde colaboremos.
Una cosa es cierta, para dar testimonio de la fe se necesitan la oración y los sacramentos, dos prácticas que vienen siendo desestimadas desde hace varias generaciones, por considerar que lo principal es el servicio a los demás. Cuando la realidad nos dice que no somos capaces de darnos, si no hay una relación estrecha con el vínculo que nos hace universales, sin Cristo la caridad no existe. Con Cristo todo es posible, porque sabemos que allí donde no llegamos nosotros llega su Amor.

Los católicos salen a la calle



Aunque ustedes no lo sepan, aunque todos los medios excepto dos o tres, silencien el acontecimiento, se está realizando el X Congreso de Católicos y Vida Pública. Tiene lugar en Madrid durante los días 21, 22 y 23 de este mes de noviembre y su tema principal es “Cristo la esperanza fiable”. Muchos lo seguiremos gracias a Internet, este medio que está resultando ser una filón para el resurgir del catolicismo en la Vida Pública. Efectivamente, son cientos las páginas webs de temática religiosa y miles los blogs de igual contenido. Pero la Vida Pública no es sólo tener una ventana abierta en la red. Por eso se llevan a cabo estos Congresos.

Hace falta que la voz de los creyentes esté presente en la sociedad, en todas las ramas del saber. Nuevos intelectuales y personas de a pie que aporten su visión cristiana al análisis de la realidad actual. Miembros activos de la sociedad implicados de forma coherente en asociaciones y organizaciones sociales que trabajan por el bien común. Y probablemente esto no tenga nada que ver con un determinado partido político, pero debe valer para que los partidos, tengan en cuenta la opinión de la Iglesia. Entiéndase que por Iglesia no me refiero exclusivamente a la jerarquía sino en especial al Pueblo de Dios.

Somos muchos quienes pensamos que debe existir el orgullo de ser católicos, sin temor a ser tachados de fascistas porque se haya querido asociar la fe con la política y en especial la mentalidad conservadora en materia moral. No estar a favor del aborto es un planteamiento equivocado, se está a favor de la vida, especialmente de la más vulnerable. Sin juzgar situaciones límites que pueden y deben ser resueltas en conciencia y con el asesoramiento adecuado. Se está a favor de la justicia social y en contra de la explotación de cualquier ser humano, también de aquellos que creen disfrutar de la libertad arrastrando yugos pesados en su vida, atrapada en la droga o la prostitución.

El citado Congreso tratará por tanto de seguir el modelo de proposiciones en carácter positivo, teniendo a Cristo como faro que guía e ilumina una esperanza en el futuro, una confianza en los valores del Reino. Siempre sabiendo que estamos de paso, pero que somos esa pequeña gota que hace falta en el océano de la vida. Si el Congreso de Católicos y Vida Pública sigue esta línea de comunicación positiva, de salida al encuentro de la sociedad, el respeto de los demás está garantizado.

¿Cómo podremos conseguir ese respeto?. En la medida que seamos capaces de aportar soluciones a la humanidad. Por eso es importante cambiar el lenguaje, no estamos contra el condón, si no a favor de una sexualidad responsable, donde el ser humano sea capaz de someter sus instintos y reorientarlos al don de la vida humana. Estamos a favor de la fidelidad en el matrimonio, del compartir los anhelos y esperanzas dentro de un sacramento de vida que es una vocación sagrada. El católico está más allá del político de izquierdas que solo piensa en una dirección, más allá del político de derechas. El católico tiene que hacer efectiva la cooperación y la fraternidad entre hermanos.

Lo curioso es que debemos tomar conciencia de que se nos tiene que notar la fe. Con la alegría contagiosa de quien se sabe en las mejores manos, las de Dios. Con la esperanza en vencer obstáculos y dificultades, con la generosidad a favor de quienes nos rodean. Ese es el reto de estos Congresos que vienen realizándose ya en su décima edición. Serán muchos los participantes y ponentes. Cada uno aportará su granito de arena; el resto tendremos que hacer lo mismo en nuestros respectivos puestos de trabajo y en aquellas asociaciones donde colaboremos.
Una cosa es cierta, para dar testimonio de la fe se necesitan la oración y los sacramentos, dos prácticas que vienen siendo desestimadas desde hace varias generaciones, por considerar que lo principal es el servicio a los demás. Cuando la realidad nos dice que no somos capaces de darnos, si no hay una relación estrecha con el vínculo que nos hace universales, sin Cristo la caridad no existe. Con Cristo todo es posible, porque sabemos que allí donde no llegamos nosotros llega su Amor.

viernes, 14 de noviembre de 2008

El Santo Grial: mito o realidad



En mi modesta opinión el Congreso que se ha celebrado en Valencia sobre el Santo Cáliz, es una muestra interesante de unión entre el rigor histórico y la devoción popular.Hay constancia de que la pieza guardada en la capital del Turia data del siglo I del cristianismo. Los estudiosos cuentan cómo llegó a España de las manos de San Lorenzo a quien ahora hacen oriundo de Valencia, aunque sus padres lo fueran de Huesca. Son anécdotas que interesan a los estudiosos y también a los devotos.

Lo cierto es que acudir a la catedral de Valencia y pasar por la capilla del Santo Cáliz es una devoción que va pareja con la visita a la Basílica de Ntra. Sra. de los Desamparados. La Geperudeta y el vaso con el que se instauró la Eucaristía, están arraigados en todos los valencianos. Hay además, un especial interés por unirse en santo matrimonio en la capilla del Santo Cáliz. Con una larga lista de espera que lleva a posponer las uniones para ajustarse a la agenda de la capilla.

Hoy he sabido que el congreso se retrasmitió por Internet en http://www.azradio.org/hay que pulsar en 92.3 fm para escuchar cada una de las intervenciones. Por su parte el arzobispado de Valencia publicó en la agencia AVAN las ponencias que se iban presentando. Todas ellas de interés, Parejo a este acontecimiento y estrechamente relacionado con él, se ha estrenado en el Palau Reina Sofía la ópera Parsifal de Wagner, que como sabrán los melómanos, amantes de la música, recrea la historia del Santo Grial.

El sueño de alcanzar el Santo Grial está presente en multitud de obras literarias e incluso cinematográficas, no olvidemos a Indiana Jones que si en su momento buscó el Arca de la Alianza, también estuvo tras la copa sagrada. Creo recordar que recientemente fallecido Paul Newman se estrenó en el cine precisamente con El Cáliz de Plata. Una de las muchas recreaciones que se han hecho sobre el vaso en el que Jesús celebró la última cena.

Existen pruebas documentales de que los primeros papas hasta el siglo III celebraron con el mismo cáliz, los expertos han explicado que el Canon Romano, que data del siglo II, expresa textualmente en la plegaria eucarística la fórmula:“y tomando en sus santas y venerables manos este cáliz glorioso”, mientras que “el resto de plegarias eucarísticas, tanto las orientales como las occidentales, dicen `y tomando el cáliz´” .

Según cuenta la agencia AVAN la investigadora estadounidense Janice Bennet ha presentado un documento del siglo VI que “muestra que San Lorenzo envió el Santo Cáliz de la Última Cena a Huesca” en el año 258, tras encargarle el papa Sixto II que protegiera la reliquia de la persecución del emperador Valeriano.
Resulta un tema apasionante y además se trata sin lugar a dudas de una reliquia que hay que custodiar y en la que han celebrado la eucaristía tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI. Cualquier reliquia da fe de un acontecimiento histórico. En este caso del cuidado que los discípulos tuvieron por rescatar y conservar el objeto en el que Jesús proclamó: ‘Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre que es derramada por vosotros’

El Santo Grial: mito o realidad



En mi modesta opinión el Congreso que se ha celebrado en Valencia sobre el Santo Cáliz, es una muestra interesante de unión entre el rigor histórico y la devoción popular.Hay constancia de que la pieza guardada en la capital del Turia data del siglo I del cristianismo. Los estudiosos cuentan cómo llegó a España de las manos de San Lorenzo a quien ahora hacen oriundo de Valencia, aunque sus padres lo fueran de Huesca. Son anécdotas que interesan a los estudiosos y también a los devotos.

Lo cierto es que acudir a la catedral de Valencia y pasar por la capilla del Santo Cáliz es una devoción que va pareja con la visita a la Basílica de Ntra. Sra. de los Desamparados. La Geperudeta y el vaso con el que se instauró la Eucaristía, están arraigados en todos los valencianos. Hay además, un especial interés por unirse en santo matrimonio en la capilla del Santo Cáliz. Con una larga lista de espera que lleva a posponer las uniones para ajustarse a la agenda de la capilla.

Hoy he sabido que el congreso se retrasmitió por Internet en http://www.azradio.org/hay que pulsar en 92.3 fm para escuchar cada una de las intervenciones. Por su parte el arzobispado de Valencia publicó en la agencia AVAN las ponencias que se iban presentando. Todas ellas de interés, Parejo a este acontecimiento y estrechamente relacionado con él, se ha estrenado en el Palau Reina Sofía la ópera Parsifal de Wagner, que como sabrán los melómanos, amantes de la música, recrea la historia del Santo Grial.

El sueño de alcanzar el Santo Grial está presente en multitud de obras literarias e incluso cinematográficas, no olvidemos a Indiana Jones que si en su momento buscó el Arca de la Alianza, también estuvo tras la copa sagrada. Creo recordar que recientemente fallecido Paul Newman se estrenó en el cine precisamente con El Cáliz de Plata. Una de las muchas recreaciones que se han hecho sobre el vaso en el que Jesús celebró la última cena.

Existen pruebas documentales de que los primeros papas hasta el siglo III celebraron con el mismo cáliz, los expertos han explicado que el Canon Romano, que data del siglo II, expresa textualmente en la plegaria eucarística la fórmula:“y tomando en sus santas y venerables manos este cáliz glorioso”, mientras que “el resto de plegarias eucarísticas, tanto las orientales como las occidentales, dicen `y tomando el cáliz´” .

Según cuenta la agencia AVAN la investigadora estadounidense Janice Bennet ha presentado un documento del siglo VI que “muestra que San Lorenzo envió el Santo Cáliz de la Última Cena a Huesca” en el año 258, tras encargarle el papa Sixto II que protegiera la reliquia de la persecución del emperador Valeriano.
Resulta un tema apasionante y además se trata sin lugar a dudas de una reliquia que hay que custodiar y en la que han celebrado la eucaristía tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI. Cualquier reliquia da fe de un acontecimiento histórico. En este caso del cuidado que los discípulos tuvieron por rescatar y conservar el objeto en el que Jesús proclamó: ‘Este cáliz es la nueva alianza en mi sangre que es derramada por vosotros’

viernes, 7 de noviembre de 2008

Obama: El sueño de Luther King

La verdad es que hablar de las elecciones en EEUU y de su ganador Obama, es casi de carácter obligado en el día de hoy. Yo sólo sé que el país cuya hegemonía mundial ha estado a la cabecera durante el siglo XX, puede haber iniciado con la globalización una caída en la esfera de influencia internacional. Es sólo un presentimiento. El mundo ya no es hegemónico, en ningún sentido. Salvo en el económico.

Si hay alguien que consigue siempre salir de sus propias cenizas es la banca. Bien sea por absorción de otras entidades o por el claro intervencionismo estatal que salva a quienes tienen como meta el máximo beneficio. Aunque también es cierto que existe otra banca decidida a invertir sus ganancias en obras sociales, revirtiendo a favor de toda la ciudadanía.

Por eso sospecho que más allá de la alegría por ver a un hombre de color en la presidencia de un país occidental que tiene todavía zonas en su extenso territorio donde ser negro supone una ciudadanía de segunda, la diferencia entre el candidato demócrata y el republicano no va a suponer ninguna política excepcional. Ojalá me equivoque, porque es obvio que el cambio ha sido histórico en cuanto a los derechos civiles de una raza marcada durante siglos por el dolor.

Hoy nos felicitamos todos. De la misma manera que podremos celebrar la entrada de una mujer a la Presidencia de ese país. Pero eso no significa que sean ni las personas más adecuadas ni las más preparadas. Sería muy grato ver salir un soplo de aire fresco desde ese rincón del mundo tan contradictorio como es EEUU. Por ejemplo, que la sanidad tuviera una cobertura pública para la asistencia de los más frágiles de la población, aquellos que no pueden sufragar un seguro médico privado.

Estoy segura que tenemos una imagen equivocada de ese gran país, donde podemos encontrar el mayor grado de libertad y a su vez un conservadurismo puritano de raíces religiosas muy arraigadas. Se da la paradoja de tener estados con unas leyes civiles tan diferentes que mientras en unos la pena de muerte está asegurada, en otros se ha suprimido. Por no hablar de las uniones homosexuales o del aborto. Dos temas que preocupan a toda la sociedad occidental.

Este es el matiz importante que quiero reseñar. Los problemas ahora no se circunscriben a un país. La crisis económica sigue el efecto dominó. Y el aborto, la homosexualidad, la eutanasia, vienen ahora de la mano de partidos cuyos compromisos éticos en el pasado estaban a favor de las clases más humildes. Muerto el socialismo, finiquitado el comunismo, la crisis permanente de la socialdemocracia parece que recoge ahora el voto del relativismo actual.

¿Sucede lo mismo el EE.UU?. Aquí el partido que representa mayor progreso es el demócrata, pero las comparaciones con Europa ni siquiera tienen sentido. Ser republicano es un modo de ser americano, ser demócrata también se lleva en la sangre. De modo que no me gustaría pensar que esos poderes fácticos que mueven los hilos entre bambalinas han apostado por el cambio de imagen en una época de migraciones, donde ofrecer un cambio puede distraer de problemas de mayor calado.

Sea como sea, después aquellas manifestaciones por los derechos civiles que emprendió el reverendo Luther King, podemos por fin ver los frutos de su sacrificio, recordando sus palabras:

Tengo un sueño: que un día esta nación se pondrá en pie y realizará el verdadero significado de su credo: “Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas: que todos los hombres han sido creados iguales”.

Tengo un sueño: que un día sobre las colinas rojas de Georgia los hijos de quienes fueron esclavos y los hijos de quienes fueron propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la fraternidad.

Tengo un sueño: que un día incluso el estado de Mississippi, un estado sofocante por el calor de la injusticia, sofocante por el calor de la opresión, se transformará en un oasis de libertad y justicia.

Tengo un sueño: que mis cuatro hijos vivirán un día en una nación en la que no serán juzgados por el color de su piel sino por su reputación.

Tengo un sueño: que un día allá abajo en Alabama, con sus racistas despiadados, con su gobernador que tiene los labios goteando con las palabras de interposición y anulación, que un día, justo allí en Alabama niños negros y niñas negras podrán darse la mano con niños blancos y niñas blancas, como hermanas y hermanos.

Tengo un sueño: que un día todo valle será alzado y toda colina y montaña será bajada, los lugares escarpados se harán llanos y los lugares tortuosos se enderezarán y la gloria del Señor se mostrará y toda la carne juntamente la verá.

Obama: El sueño de Luther King

La verdad es que hablar de las elecciones en EEUU y de su ganador Obama, es casi de carácter obligado en el día de hoy. Yo sólo sé que el país cuya hegemonía mundial ha estado a la cabecera durante el siglo XX, puede haber iniciado con la globalización una caída en la esfera de influencia internacional. Es sólo un presentimiento. El mundo ya no es hegemónico, en ningún sentido. Salvo en el económico.

Si hay alguien que consigue siempre salir de sus propias cenizas es la banca. Bien sea por absorción de otras entidades o por el claro intervencionismo estatal que salva a quienes tienen como meta el máximo beneficio. Aunque también es cierto que existe otra banca decidida a invertir sus ganancias en obras sociales, revirtiendo a favor de toda la ciudadanía.

Por eso sospecho que más allá de la alegría por ver a un hombre de color en la presidencia de un país occidental que tiene todavía zonas en su extenso territorio donde ser negro supone una ciudadanía de segunda, la diferencia entre el candidato demócrata y el republicano no va a suponer ninguna política excepcional. Ojalá me equivoque, porque es obvio que el cambio ha sido histórico en cuanto a los derechos civiles de una raza marcada durante siglos por el dolor.

Hoy nos felicitamos todos. De la misma manera que podremos celebrar la entrada de una mujer a la Presidencia de ese país. Pero eso no significa que sean ni las personas más adecuadas ni las más preparadas. Sería muy grato ver salir un soplo de aire fresco desde ese rincón del mundo tan contradictorio como es EEUU. Por ejemplo, que la sanidad tuviera una cobertura pública para la asistencia de los más frágiles de la población, aquellos que no pueden sufragar un seguro médico privado.

Estoy segura que tenemos una imagen equivocada de ese gran país, donde podemos encontrar el mayor grado de libertad y a su vez un conservadurismo puritano de raíces religiosas muy arraigadas. Se da la paradoja de tener estados con unas leyes civiles tan diferentes que mientras en unos la pena de muerte está asegurada, en otros se ha suprimido. Por no hablar de las uniones homosexuales o del aborto. Dos temas que preocupan a toda la sociedad occidental.

Este es el matiz importante que quiero reseñar. Los problemas ahora no se circunscriben a un país. La crisis económica sigue el efecto dominó. Y el aborto, la homosexualidad, la eutanasia, vienen ahora de la mano de partidos cuyos compromisos éticos en el pasado estaban a favor de las clases más humildes. Muerto el socialismo, finiquitado el comunismo, la crisis permanente de la socialdemocracia parece que recoge ahora el voto del relativismo actual.

¿Sucede lo mismo el EE.UU?. Aquí el partido que representa mayor progreso es el demócrata, pero las comparaciones con Europa ni siquiera tienen sentido. Ser republicano es un modo de ser americano, ser demócrata también se lleva en la sangre. De modo que no me gustaría pensar que esos poderes fácticos que mueven los hilos entre bambalinas han apostado por el cambio de imagen en una época de migraciones, donde ofrecer un cambio puede distraer de problemas de mayor calado.

Sea como sea, después aquellas manifestaciones por los derechos civiles que emprendió el reverendo Luther King, podemos por fin ver los frutos de su sacrificio, recordando sus palabras:

Tengo un sueño: que un día esta nación se pondrá en pie y realizará el verdadero significado de su credo: “Sostenemos que estas verdades son evidentes por sí mismas: que todos los hombres han sido creados iguales”.

Tengo un sueño: que un día sobre las colinas rojas de Georgia los hijos de quienes fueron esclavos y los hijos de quienes fueron propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la fraternidad.

Tengo un sueño: que un día incluso el estado de Mississippi, un estado sofocante por el calor de la injusticia, sofocante por el calor de la opresión, se transformará en un oasis de libertad y justicia.

Tengo un sueño: que mis cuatro hijos vivirán un día en una nación en la que no serán juzgados por el color de su piel sino por su reputación.

Tengo un sueño: que un día allá abajo en Alabama, con sus racistas despiadados, con su gobernador que tiene los labios goteando con las palabras de interposición y anulación, que un día, justo allí en Alabama niños negros y niñas negras podrán darse la mano con niños blancos y niñas blancas, como hermanas y hermanos.

Tengo un sueño: que un día todo valle será alzado y toda colina y montaña será bajada, los lugares escarpados se harán llanos y los lugares tortuosos se enderezarán y la gloria del Señor se mostrará y toda la carne juntamente la verá.

viernes, 24 de octubre de 2008

La Doctrina Social de la Iglesia un nuevo modelo para la crisis


A algunos se les tendría que caer la cara de vergüenza. Como penitencia les pondría a leer “La hoguera de las vanidades” de Tom Wolf. Así se verían reflejados en esos personajes sin escrúpulos capaces de decidir la suerte de millones de seres humanos. Sólo pensar en ello me produce dolor de cabeza. ¿Cómo es posible estafar, prevaricar, malversar y luego dormir a pierna suelta?. Algo falla a gran escala. Lo curioso es que ahora las crisis se ven en televisión, se trasmiten en directo, como el atentado de las Torre Gemelas.

Lo que verdaderamente preocupante es que nadie sabe medir el alcance de sus consecuencias. La inmigración masiva ha servido para paliar la mano de obra barata en operaciones a gran escala. Ahora todo queda en papel de fumar que se desvanece con un leve soplido. Y lo peor de todo es que los peces gordos piden soluciones al gobierno. Y el gobierno teme la revolución en la calle y da de comer a quienes tienen en un puño a toda la sociedad.

La caída del muro de Berlín, puso punto final al comunismo y el resultado no fue un mundo más justo, sino el aumento de la miseria y el enriquecimiento de unos pocos. Una vez ha fracasado el socialismo, a los cristianos nos queda como siempre ocuparnos de los más débiles, pero a los obispos, cardenales y párrocos, les hace falta más claridad y menos contubernio con el mundo de los poderosos. La teología de la liberación se escoraba hacia el socialismo con un fundamento claro: la redistribución justa de la riqueza. ¿Podrá ser esa la nueva mutación del capitalismo?. ¿Podrá la Iglesia hacer escuchar su voz y predicar la Doctrina Social entre los poderosos?. Porque a los que van por Cáritas lo que les hace falta es ayudas para subsistir y eso en definitiva es un parche que no soluciona los problemas de base.

El derecho a un trabajo digno y a un salario justo, no es un invento de los comunistas, ni de la teología de la liberación, es sencillamente aplicar el Evangelio tal y como lo enseñó el mismo Jesús. “¿Quién es tu prójimo?” y sale al encuentro la Palabra de Dios con la parábola del Samaritano, para hacernos comprender que no podemos desentendernos ni siquiera de los desconocidos, que ellos también son hermanos nuestros, aunque militen en bandos opuestos. Por eso los comedores de la Iglesia católica están llenos de personas de diferente raza y religión. Por ello los inmigrantes acuden desesperados en búsqueda de ayuda a las parroquias.

Lo malo es que ahora hasta el mismo Presidente francés advierte que la crisis puede llevar a una revolución social sin precedentes. Así que el problema es bastante grave y nuestro líder socialista, esquilma a los trabajadores para dar de comer a la Banca, que invierte fuera del país haciendo más grande el pastel para algunos y más amargo el trago para otros.

Estoy segura que se tiene que imponer el sentido común, pero sigo desconfiando de la buena voluntad de los políticos y financieros. Me acosa la duda de si el mundo no está en manos de unos pocos que mueven los hilos sacudiéndose las pulgas con este maravilloso invento de las nuevas tecnologías. Lo malo es que cuando se aprieta demasiado las tuercas, buscando solamente el beneficio y la rentabilidad, descuidando a quienes hacen posible que el mundo siga girando a fuerza de trabajar cada uno en su lugar. Podemos llegar a la algarada general. Y la jauría humana es peor que cualquier manada de lobos.

El cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa declaraba en el Sínodo de Roma:

La Palabra de Dios, explicó, orienta el compromiso social de la Iglesia, pues "la Encarnación del Verbo es la muestra más grande de solidaridad. Es todo un ejemplo".
"Y a través de la Palabra se puede llegar a una humanización de una sociedad que se está deshumanizando. Vivimos una crisis enorme", reconoció, el cardenal, que es también presidente de Caritas Internationalis.

"En mayo pasado se reunieron los grandes en la FAO y la conclusión fue que no hay posibilidades de aliviar el hambre del mundo. Pero para aliviar la codicia de instituciones financiera hay trillones de dólares", recordó.

"Esto nos dice que vamos por un camino equivocado. El mercado no se ha comportado mal. El mercado no existe. Son los directores del mercado que hicieron del mercado un dios con pies de barro. Una economía basada en la especulación".

Con esa claridad debieran expresarse los responsables políticos de los países que se encuentran ahora en plena crisis financiera. Por tanto se les puede exigir a nuestros dirigentes que pongan los medios adecuados para que el enriquecimiento de unos pocos no destruya el bienestar de un país, lanzando a la miseria a miles de personas

La Doctrina Social de la Iglesia un nuevo modelo para la crisis


A algunos se les tendría que caer la cara de vergüenza. Como penitencia les pondría a leer “La hoguera de las vanidades” de Tom Wolf. Así se verían reflejados en esos personajes sin escrúpulos capaces de decidir la suerte de millones de seres humanos. Sólo pensar en ello me produce dolor de cabeza. ¿Cómo es posible estafar, prevaricar, malversar y luego dormir a pierna suelta?. Algo falla a gran escala. Lo curioso es que ahora las crisis se ven en televisión, se trasmiten en directo, como el atentado de las Torre Gemelas.

Lo que verdaderamente preocupante es que nadie sabe medir el alcance de sus consecuencias. La inmigración masiva ha servido para paliar la mano de obra barata en operaciones a gran escala. Ahora todo queda en papel de fumar que se desvanece con un leve soplido. Y lo peor de todo es que los peces gordos piden soluciones al gobierno. Y el gobierno teme la revolución en la calle y da de comer a quienes tienen en un puño a toda la sociedad.

La caída del muro de Berlín, puso punto final al comunismo y el resultado no fue un mundo más justo, sino el aumento de la miseria y el enriquecimiento de unos pocos. Una vez ha fracasado el socialismo, a los cristianos nos queda como siempre ocuparnos de los más débiles, pero a los obispos, cardenales y párrocos, les hace falta más claridad y menos contubernio con el mundo de los poderosos. La teología de la liberación se escoraba hacia el socialismo con un fundamento claro: la redistribución justa de la riqueza. ¿Podrá ser esa la nueva mutación del capitalismo?. ¿Podrá la Iglesia hacer escuchar su voz y predicar la Doctrina Social entre los poderosos?. Porque a los que van por Cáritas lo que les hace falta es ayudas para subsistir y eso en definitiva es un parche que no soluciona los problemas de base.

El derecho a un trabajo digno y a un salario justo, no es un invento de los comunistas, ni de la teología de la liberación, es sencillamente aplicar el Evangelio tal y como lo enseñó el mismo Jesús. “¿Quién es tu prójimo?” y sale al encuentro la Palabra de Dios con la parábola del Samaritano, para hacernos comprender que no podemos desentendernos ni siquiera de los desconocidos, que ellos también son hermanos nuestros, aunque militen en bandos opuestos. Por eso los comedores de la Iglesia católica están llenos de personas de diferente raza y religión. Por ello los inmigrantes acuden desesperados en búsqueda de ayuda a las parroquias.

Lo malo es que ahora hasta el mismo Presidente francés advierte que la crisis puede llevar a una revolución social sin precedentes. Así que el problema es bastante grave y nuestro líder socialista, esquilma a los trabajadores para dar de comer a la Banca, que invierte fuera del país haciendo más grande el pastel para algunos y más amargo el trago para otros.

Estoy segura que se tiene que imponer el sentido común, pero sigo desconfiando de la buena voluntad de los políticos y financieros. Me acosa la duda de si el mundo no está en manos de unos pocos que mueven los hilos sacudiéndose las pulgas con este maravilloso invento de las nuevas tecnologías. Lo malo es que cuando se aprieta demasiado las tuercas, buscando solamente el beneficio y la rentabilidad, descuidando a quienes hacen posible que el mundo siga girando a fuerza de trabajar cada uno en su lugar. Podemos llegar a la algarada general. Y la jauría humana es peor que cualquier manada de lobos.

El cardenal Óscar Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa declaraba en el Sínodo de Roma:

La Palabra de Dios, explicó, orienta el compromiso social de la Iglesia, pues "la Encarnación del Verbo es la muestra más grande de solidaridad. Es todo un ejemplo".
"Y a través de la Palabra se puede llegar a una humanización de una sociedad que se está deshumanizando. Vivimos una crisis enorme", reconoció, el cardenal, que es también presidente de Caritas Internationalis.

"En mayo pasado se reunieron los grandes en la FAO y la conclusión fue que no hay posibilidades de aliviar el hambre del mundo. Pero para aliviar la codicia de instituciones financiera hay trillones de dólares", recordó.

"Esto nos dice que vamos por un camino equivocado. El mercado no se ha comportado mal. El mercado no existe. Son los directores del mercado que hicieron del mercado un dios con pies de barro. Una economía basada en la especulación".

Con esa claridad debieran expresarse los responsables políticos de los países que se encuentran ahora en plena crisis financiera. Por tanto se les puede exigir a nuestros dirigentes que pongan los medios adecuados para que el enriquecimiento de unos pocos no destruya el bienestar de un país, lanzando a la miseria a miles de personas

viernes, 17 de octubre de 2008

Riqueza, pobreza y justicia social



En medio de una crisis económica de consecuencia imprevisibles, en las que o bien resurge como el Ave Fénix el sistema capitalista o se muta en algo mucho más equitativo donde no siempre ganen los mismos. Y digo se muta porque en cierto modo la economía liberal viene haciendo aguas debido a la codicia de los usureros de turno. Y también a la indolencia de la propia sociedad neoliberal, donde lo que cuenta es conseguir un nivel de vida digno para la mayoría y dejar en paz a esa extraña élite de financieros, economistas, empresarios que son capaces de desayunar en Madrid y cenar en New York.

Para quien ha conocido la ida y venida de estos tiburones de las finanzas, no le sorprende la frialdad con la que analizan los acontecimientos. Los problemas se resuelven por eliminación pero sin ninguna implicación emocional; el otro, es ajeno completamente a su vida. Pueden cerrar y abrir empresas en función de la movilidad que hoy por hoy tiene el mercado. De modo que si XXX se cierra en España, reaparece en China bajo otro nombre pero con las mismas personas al mando de la nave. Y cuando digo China lo digo porque es un mercado emergente, cuya productividad está en competencia directa con las empresas occidentales.

Lo curioso es que estas mismas empresas están saliendo hacia China y otros mercados emergentes, para abrir allí sus empresas, fuera del alcance de los sindicatos y la economía del bienestar. De modo que no es extraño que los balones con los que juegan los niños en cualquier patio de escuela, estén realizados por manos de su misma edad que consumen jornadas maratonianas para llevarse un mísero salario. Y como pescadilla que se muerde la cola, seguir siendo mano de obra barata que no crea conflictos de salario, ni de convenios colectivos.

Es curioso que el mundo avance en una dirección y por otro lado se repitan los mismos errores del siglo XIX. La industrialización se exporta a economías agrarias y de subsistencia, para ganar cuotas de mercado. Y con unas cuantas migajas cambian la miseria del campo por la de las ciudades con la ilusión de labrarse un porvenir. Claro que esto que digo son apenas pinceladas sobre un lienzo muy emborronado. Pero no me negarán que de lo que se trata es de obtener beneficio y productividad saltándose a la torera los derechos de los trabajadores.

La situación se puede mirar con tranquilidad desde un país de occidente mientras no nos quiten el empleo y las coberturas sociales conseguidas gracias al esfuerzo y la lucha de otros, gracias también a la buena voluntad. Esa que hace capaces a los seres humanos para sentarse y debatir sobre derechos y deberes con ecuanimidad. Por eso es necesario recordar cifras que nos hagan sentirnos incómodos con nuestra sociedad consumista, donde el derroche hasta en los bienes comunes como es el agua, es la moneda corriente. Basta recordar los siguientes datos de Pobreza cero.

50 millones de infectados con el HIV y la gran mayoría sin ningún tratamiento ni atención.- 800 millones de personas no tienen acceso a la comida suficiente para alimentarse.- 1100 millones de personas sobreviven con menos de 1 dólar diario.- 1200 millones de personas no tienen acceso al agua potable.- 10 millones de niños y niñas mueren antes de cumplir los cinco años por causas evitables.- el 70% de las personas pobres del Planeta son mujeres.- el 10% de la población mundial disfruta del 70% de las riquezas del Planeta.- el 75% de las personas pobres son campesinos y campesinas.

En una sociedad donde el dinero fluye de un lado al otro del mundo a la velocidad de las nuevas tecnologías, es posible crear campañas solidarias mundiales, cuyas repercusiones afecten las decisiones que se toman en los centros neurálgicos del poder. Allí donde se decide hundir una economía o salvar un país de la bancarrota. No nos quedemos indiferentes, a problemas globales, soluciones globales. Podemos erradicar la pobreza la sensibilidad cristiana nos recuerda aquello que dijo Jesús: “todo aquello que hagáis a los demás a mí me lo hacéis”

Riqueza, pobreza y justicia social



En medio de una crisis económica de consecuencia imprevisibles, en las que o bien resurge como el Ave Fénix el sistema capitalista o se muta en algo mucho más equitativo donde no siempre ganen los mismos. Y digo se muta porque en cierto modo la economía liberal viene haciendo aguas debido a la codicia de los usureros de turno. Y también a la indolencia de la propia sociedad neoliberal, donde lo que cuenta es conseguir un nivel de vida digno para la mayoría y dejar en paz a esa extraña élite de financieros, economistas, empresarios que son capaces de desayunar en Madrid y cenar en New York.

Para quien ha conocido la ida y venida de estos tiburones de las finanzas, no le sorprende la frialdad con la que analizan los acontecimientos. Los problemas se resuelven por eliminación pero sin ninguna implicación emocional; el otro, es ajeno completamente a su vida. Pueden cerrar y abrir empresas en función de la movilidad que hoy por hoy tiene el mercado. De modo que si XXX se cierra en España, reaparece en China bajo otro nombre pero con las mismas personas al mando de la nave. Y cuando digo China lo digo porque es un mercado emergente, cuya productividad está en competencia directa con las empresas occidentales.

Lo curioso es que estas mismas empresas están saliendo hacia China y otros mercados emergentes, para abrir allí sus empresas, fuera del alcance de los sindicatos y la economía del bienestar. De modo que no es extraño que los balones con los que juegan los niños en cualquier patio de escuela, estén realizados por manos de su misma edad que consumen jornadas maratonianas para llevarse un mísero salario. Y como pescadilla que se muerde la cola, seguir siendo mano de obra barata que no crea conflictos de salario, ni de convenios colectivos.

Es curioso que el mundo avance en una dirección y por otro lado se repitan los mismos errores del siglo XIX. La industrialización se exporta a economías agrarias y de subsistencia, para ganar cuotas de mercado. Y con unas cuantas migajas cambian la miseria del campo por la de las ciudades con la ilusión de labrarse un porvenir. Claro que esto que digo son apenas pinceladas sobre un lienzo muy emborronado. Pero no me negarán que de lo que se trata es de obtener beneficio y productividad saltándose a la torera los derechos de los trabajadores.

La situación se puede mirar con tranquilidad desde un país de occidente mientras no nos quiten el empleo y las coberturas sociales conseguidas gracias al esfuerzo y la lucha de otros, gracias también a la buena voluntad. Esa que hace capaces a los seres humanos para sentarse y debatir sobre derechos y deberes con ecuanimidad. Por eso es necesario recordar cifras que nos hagan sentirnos incómodos con nuestra sociedad consumista, donde el derroche hasta en los bienes comunes como es el agua, es la moneda corriente. Basta recordar los siguientes datos de Pobreza cero.

50 millones de infectados con el HIV y la gran mayoría sin ningún tratamiento ni atención.- 800 millones de personas no tienen acceso a la comida suficiente para alimentarse.- 1100 millones de personas sobreviven con menos de 1 dólar diario.- 1200 millones de personas no tienen acceso al agua potable.- 10 millones de niños y niñas mueren antes de cumplir los cinco años por causas evitables.- el 70% de las personas pobres del Planeta son mujeres.- el 10% de la población mundial disfruta del 70% de las riquezas del Planeta.- el 75% de las personas pobres son campesinos y campesinas.

En una sociedad donde el dinero fluye de un lado al otro del mundo a la velocidad de las nuevas tecnologías, es posible crear campañas solidarias mundiales, cuyas repercusiones afecten las decisiones que se toman en los centros neurálgicos del poder. Allí donde se decide hundir una economía o salvar un país de la bancarrota. No nos quedemos indiferentes, a problemas globales, soluciones globales. Podemos erradicar la pobreza la sensibilidad cristiana nos recuerda aquello que dijo Jesús: “todo aquello que hagáis a los demás a mí me lo hacéis”