Benedicto XVI por tierras brasileñas

Vamos siguiendo el itinerario de Benedicto XVI por tierras brasileñas. El Papa pide castidad, matrimonio heterosexual, defensa de la vida desde su concepción hasta la muerte. Y no tiene reparos en solicitar, respeto a la naturaleza y una sociedad más justa y solidaria. ¿Cómo se come todo esto en pleno fervor laicista, dentro de una sociedad donde el hedonismo campa por sus fueros y con un pensamiento dominante a favor del aborto, el matrimonio homosexual y las relaciones prematrimoniales?. Es algo que me tiene perpleja. Una sociedad consumista, un mercado neoliberal, unas corrientes dentro de la Iglesia que piden una religión a la carta, donde da lo mismo ocho que ochenta.

Pues no, al Papa y a la Iglesia no le parecen coherentes las posturas de muchos católicos de a pie, subyugados por el pensamiento dominante. Pide, exige, responsabilidad. Y la frontera que separa el fanatismo de la coherencia es tan fina que vale la pena detenerse a pensar en ello. Aquí vendría bien traer a colación las promesas del bautismo, iniciar un repaso de la catequesis y concluir con el amor a la unidad de la Iglesia. Y es que hemos tenido una avalancha de protestantismo imperialista mediante la cinematografía y la televisión. Y ser liberal era progre y ser carca era lo otro. Y algo de maricomplejines como dice el león de la COPE andamos arrastrando todos los católicos.


Y nuestro Papa no lo pone fácil. La sangría hacia sectas u otras confesiones no bajó con la pastoral de Juan Pablo II, con más de un cuarto de siglo de pontificado, utilizando sabiamente los medios de comunicación y las grandes concentraciones populistas. ¿Qué resultará de este viaje del Santo Padre?. No me aventuro a especular, pero por lo que llevamos andado estos dos años, la Doctrina de la Iglesia sigue siendo la única voz en defensa del nonato, en defensa de los necesitados, en la predicación de la conversión personal y la asiduidad a los sacramentos, especialmente de la eucaristía. De manera que nada nuevo bajo el sol, afortunadamente el catecismo de la Iglesia católica se ofrece como doctrina segura y fiel al evangelio. Quienes busquen otra cosa, tienen la puerta abierta.

Reflexiono en voz alta y me pregunto si vale la pena desnudar la intimidad de esta manera, en este rincón de religióndigital. Espero que sirva para algo. En concreto para todos aquellos que viene siguiendo esta página, desde la discreción, desde la opinión abierta y franca, desde la discrepancia. Qué otra cosa se puede esperar de un blog sino que sirva para pensar en común. Gracias a todos los que pasan por aquí, vosotros sois quienes me animáis a seguir. Y reconozco que cuesta ponerse a escribir después de una larga jornada, o entre tarea y tarea. Pero me da valor saber que algunos comparte mis posturas y otros, se replantean las suyas. Mientras tanto rezo para que la V Conferencia General del Espiscopado Latinoamericano de frutos abundantes en esa tierra de misión.