viernes, 26 de octubre de 2007

Del Valle de los Caídos al valle de la reconciliación



Si la Ley de la Memoria Histórica, sirve para reconciliar a ganadores y perdedores, habremos hecho esa segunda Transición tan anhelada. Frente a la crispación de ciertos medios que buscan legitimar sus muertos, están aquellos que los honran y también quienes les rinden homenaje. Llevamos treinta años de democracia haciendo apología de la República y de cómo se cargó la Democracia un golpe de Estado militar.

Hasta ahí todo está bien escrito, pero sin matices. Es hora de que se sepa que nuestros ancestros de ambos bandos no respetaban por igual la propia democracia. Y ese fue el origen del caos en la II República. Aquello empezó mucho antes del alzamiento y los desmanes siguieron durante la confrontación. Si todos estamos de acuerdo en reconocer estos hechos, tal vez dejemos de mitificar algunas afirmaciones que no dejan de ser muy simples.

Yo por mi parte tuve mi época antifranquista, por el simple hecho de que no era una democracia. Y me parecia que ésta era la mejor forma de gobierno. Pero si repaso mi memoria histórica, pese a la falta de libertad de la época, yo fue una niña y una jóven completamente feliz con el Gobierno del Generalísimo. Me dio tiempo a asistir a algunas manifestaciones y poco más. Preocupaban mucho más las noticias que llegaban de las dictaduras Hispanoamericana: Chile, Argentina, Uruguay, y las revueltas sucesivas que pasaron desde el cono sur a Centro América, ya en la década de los años 80 del siglo pasado. Todos aquellos relatos ponían la carne de gallina y condicionaban nuestra visión del pasado.

Allí estaba la teología de la liberación. Aquí los curas obreros y los sindicalistas. La historia es maestra de los hechos. Se necesita mucho tiempo para clarificar algunos acontecimientos. Entre ellos estaba el peligro comunista que condicionó la política exterior e interior de muchos países en el siglo XX. Aunque ello no justifique por sí mismo los desmanes cometidos por los golpistas militares.

Yo ahora me alegro de saber que el Valle de los Caídos será de ambos bandos. Reconciliando así todas las memorias. Que buena falta nos hace. Basta con tener un poco de generosidad y saber perdonar a quienes no fueron capaces de convivir juntos. A los creyentes nos toca rezar para que sea efectiva la catarsis del pasado. A ello convocan varias diócesis con motivo de la próxima beatificación de los mártires españoles. Pues me parece muy sensato que oren por las víctimas de ambos bandos. Y que la semilla de los mártires sirva para unir, no para dividir. A los políticos les debemos exigir que mantengan la templanza. Frente a tanto desaforado, conviene hacer las cosas con largueza de miras. Ojalá acierten en ese empeño.


Del Valle de los Caídos al valle de la reconciliación



Si la Ley de la Memoria Histórica, sirve para reconciliar a ganadores y perdedores, habremos hecho esa segunda Transición tan anhelada. Frente a la crispación de ciertos medios que buscan legitimar sus muertos, están aquellos que los honran y también quienes les rinden homenaje. Llevamos treinta años de democracia haciendo apología de la República y de cómo se cargó la Democracia un golpe de Estado militar.

Hasta ahí todo está bien escrito, pero sin matices. Es hora de que se sepa que nuestros ancestros de ambos bandos no respetaban por igual la propia democracia. Y ese fue el origen del caos en la II República. Aquello empezó mucho antes del alzamiento y los desmanes siguieron durante la confrontación. Si todos estamos de acuerdo en reconocer estos hechos, tal vez dejemos de mitificar algunas afirmaciones que no dejan de ser muy simples.

Yo por mi parte tuve mi época antifranquista, por el simple hecho de que no era una democracia. Y me parecia que ésta era la mejor forma de gobierno. Pero si repaso mi memoria histórica, pese a la falta de libertad de la época, yo fue una niña y una jóven completamente feliz con el Gobierno del Generalísimo. Me dio tiempo a asistir a algunas manifestaciones y poco más. Preocupaban mucho más las noticias que llegaban de las dictaduras Hispanoamericana: Chile, Argentina, Uruguay, y las revueltas sucesivas que pasaron desde el cono sur a Centro América, ya en la década de los años 80 del siglo pasado. Todos aquellos relatos ponían la carne de gallina y condicionaban nuestra visión del pasado.

Allí estaba la teología de la liberación. Aquí los curas obreros y los sindicalistas. La historia es maestra de los hechos. Se necesita mucho tiempo para clarificar algunos acontecimientos. Entre ellos estaba el peligro comunista que condicionó la política exterior e interior de muchos países en el siglo XX. Aunque ello no justifique por sí mismo los desmanes cometidos por los golpistas militares.

Yo ahora me alegro de saber que el Valle de los Caídos será de ambos bandos. Reconciliando así todas las memorias. Que buena falta nos hace. Basta con tener un poco de generosidad y saber perdonar a quienes no fueron capaces de convivir juntos. A los creyentes nos toca rezar para que sea efectiva la catarsis del pasado. A ello convocan varias diócesis con motivo de la próxima beatificación de los mártires españoles. Pues me parece muy sensato que oren por las víctimas de ambos bandos. Y que la semilla de los mártires sirva para unir, no para dividir. A los políticos les debemos exigir que mantengan la templanza. Frente a tanto desaforado, conviene hacer las cosas con largueza de miras. Ojalá acierten en ese empeño.


viernes, 19 de octubre de 2007

Una Ley de punto final



La ley de la memoria histórica está ya a las puertas de su aprobación. Será una ley suscrita entre nacionalistas y PSOE. Por tanto el añorado consenso queda fuera. Se aplica el rodillo de la mayoría.

Desde que se decidió airear a los fantasmas del pasado, las historias más cruentas han llenado las páginas de los periódicos. Pero han sido siempre las de las víctimas de un lado, aquellos que quieren ser legítimos herederos de la II República. Aquellos que se definen demócratas aunque llevasen a la cuneta a civiles indefensos: hombres, mujeres y casi niños. Es una memoria fragmentada si no participan en ella todos los grupos políticos.

En la medida que algunos partidos se están desmarcando, volveremos a tener una Ley polémica e injusta. A la II República le hace falta asumir que hubo persecución religiosa y política. Víctimas inocentes en ambos bandos son recordadas por sus familiares. La ley que salga tiene que ser para cicatriz heridas, no para ahondar en ellas.

Se ha escrito mucho sobre el tema. El franquismo no era posible sin Franco. Culparle ahora de todos los males habidos y por haber durante cuarenta años, es de una simpleza histórica que espanta. La larga posguerra fue durísima, eso nadie lo niega. Pero la situación política mundial no dejaba dudas al respecto: nazismo o comunismo. Quien idealice a la II República como una sociedad demócrata y justa, está cayendo en el angelismo. Había un enfrentamiento permanente y una violencia larvada. Basta con repasar los documentales de la época.

La II República no hubiera fracasado si el Frente Popular, realmente hubiera sido democrático y hubiera luchado por encima de cualquier otra consideración por los valores de la democracia. Pero no fue así, anarquistas, comunistas, socialistas, republicanos, cada cual tiraba hacia los suyos olvidando al resto. Mientras la CEDA se mantenía firme en sus posiciones.

No me gusta que se satanice a nadie. El crimen fue que media España se revolvió contra la otra media. Y los asesinatos de un lado y otro merecen un reconocimiento global de todos los españoles, con generosidad por ambas partes. Si como en la II República, unos se empeñan en tener más razón que otros. Esta Ley será una Ley muerta que no habrá servido para otra cosa que avivar rescoldos del pasado.

Me he permitido hacer varios enlaces a otros post en los que he escrito sobre este tema. Porque a medida que ha ido tratándose, según iban llegando opiniones, mi posición ha cambiado. Ya que se han empeñado en aprobar una Ley de punto final, valdría la pena que las cosas se hicieran con más sentido común. Hay toda una generación que quiere ser más víctima que otros. Y eso señores y señoras, es una falacia. Las víctimas están muertas y enterradas, descansen en paz. Por muchas fosas que se abran, seguirán existiendo muchas víctimas desaparecidas en cualquier cuneta de España.

Una Ley de punto final



La ley de la memoria histórica está ya a las puertas de su aprobación. Será una ley suscrita entre nacionalistas y PSOE. Por tanto el añorado consenso queda fuera. Se aplica el rodillo de la mayoría.

Desde que se decidió airear a los fantasmas del pasado, las historias más cruentas han llenado las páginas de los periódicos. Pero han sido siempre las de las víctimas de un lado, aquellos que quieren ser legítimos herederos de la II República. Aquellos que se definen demócratas aunque llevasen a la cuneta a civiles indefensos: hombres, mujeres y casi niños. Es una memoria fragmentada si no participan en ella todos los grupos políticos.

En la medida que algunos partidos se están desmarcando, volveremos a tener una Ley polémica e injusta. A la II República le hace falta asumir que hubo persecución religiosa y política. Víctimas inocentes en ambos bandos son recordadas por sus familiares. La ley que salga tiene que ser para cicatriz heridas, no para ahondar en ellas.

Se ha escrito mucho sobre el tema. El franquismo no era posible sin Franco. Culparle ahora de todos los males habidos y por haber durante cuarenta años, es de una simpleza histórica que espanta. La larga posguerra fue durísima, eso nadie lo niega. Pero la situación política mundial no dejaba dudas al respecto: nazismo o comunismo. Quien idealice a la II República como una sociedad demócrata y justa, está cayendo en el angelismo. Había un enfrentamiento permanente y una violencia larvada. Basta con repasar los documentales de la época.

La II República no hubiera fracasado si el Frente Popular, realmente hubiera sido democrático y hubiera luchado por encima de cualquier otra consideración por los valores de la democracia. Pero no fue así, anarquistas, comunistas, socialistas, republicanos, cada cual tiraba hacia los suyos olvidando al resto. Mientras la CEDA se mantenía firme en sus posiciones.

No me gusta que se satanice a nadie. El crimen fue que media España se revolvió contra la otra media. Y los asesinatos de un lado y otro merecen un reconocimiento global de todos los españoles, con generosidad por ambas partes. Si como en la II República, unos se empeñan en tener más razón que otros. Esta Ley será una Ley muerta que no habrá servido para otra cosa que avivar rescoldos del pasado.

Me he permitido hacer varios enlaces a otros post en los que he escrito sobre este tema. Porque a medida que ha ido tratándose, según iban llegando opiniones, mi posición ha cambiado. Ya que se han empeñado en aprobar una Ley de punto final, valdría la pena que las cosas se hicieran con más sentido común. Hay toda una generación que quiere ser más víctima que otros. Y eso señores y señoras, es una falacia. Las víctimas están muertas y enterradas, descansen en paz. Por muchas fosas que se abran, seguirán existiendo muchas víctimas desaparecidas en cualquier cuneta de España.

jueves, 11 de octubre de 2007

La legalidad del abuso de menores



Es indignante hasta donde son capaces de llegar algunos. Un reality show protagonizado por niños entre ocho y quince años. Algo así como el gran hermano o supervivientes, pero en versión infantil. Es el éxito de una progración que aspira a ser familiar. Graban durante las veinticuatro horas a los niños, y los mantienen expuestos al público en todas sus reacciones para ganar una estrella de 20.000 dólares. Ese programa de la CBS norteamericana, ya tiene su versión europea.

Miren que me duele la participación de los niños en cualquier tipo de programa, especialmente si les piden comportamientos de adultos. Concursos de baile, cantantes nóveles. Todo eso me produce un malestar interior. Veo como que les están robando la infancia y creo que debiera suprimirse ese trapicheo con el menor para satisfacción de adultos vanidosos. No me gusta para nada y me parece que al igual que se establecen leyes para la protección del menor se deberia prohibir estos tipos de actuaciones. Hay una niña prodigio española, Marisol, Pepa Flores de civil, quien sabe bien como es la vida de éxito y fama en la infancia y creo que nunca lo superó. Si hablamos del caso, Joselito, encontramos a una personalidad tocada por esa infancia de trabajo entre bambalinas, cuya vida de adulto se ha visto marcada por la dificultad de adaptación a lo cotidiano.

Lo cierto es que la jornada de trabajo del citado programa es de veinticuatro horas durante cuarenta días. En este programa televisivo, se premia “el trabajo duro”. Los niños de entre 8 y 15 años, deben, sin ayuda de ningún adulto, limpiar los baños, cocinar, lavar los platos, ir a por agua, o cuidar a los animales que habitan en el “Fuerte de Bonanza”. Los niños han tenido accidentes pero los padres se comprometen a no demandar a la CBS y a aceptar su plena responsabilidad si la grabación deja en el niño “daños emocionales, enfermedades, dolencias de transmisión sexual, sida o embarazos”. Bonita cláusula que exhonera a los adultos y perjudica al menor. Suficiente a mi juicio para prohibir la grabación de dicho programa.

Con sinceridad, somos incongruentes. Una cosa es educar para formar una personalidad recia, y otra utilizar a un niño como cobaya. ¿Hasta dónde somos capaces de llegar?. Si los padres son capaces de prestar a los hijos para conseguir un premio en metálico o para satisfacer su vanidad, no nos puede extrañar que luego tengamos comportamientos conflictivos en los menores. De ahí en adelante cualquier cosa es posible. Pero lo paradógico es que esto se da en la sociedad desarrollada, democrática, cuidadosa de la legalidad, de la protección del medio ambiente, del derecho universal de la salud y de la educación.

Es una especie de contrasentido que muestra a las claras lo enferma que se encuentra nuestra sociedad del bienestar. Ahora que tanto se lleva llamar para votar por un concursante y aumentar su nivel de aceptación, se debería también poder votar en contra de programas televisivos que hieren la dignidad del ser humano, o que ofenden por la zafiedad de sus contenidos. Invito a todos los padres a protestar en caso de que se quiera llevar a cabo semejante enjendro en nuestro país.

La legalidad del abuso de menores



Es indignante hasta donde son capaces de llegar algunos. Un reality show protagonizado por niños entre ocho y quince años. Algo así como el gran hermano o supervivientes, pero en versión infantil. Es el éxito de una progración que aspira a ser familiar. Graban durante las veinticuatro horas a los niños, y los mantienen expuestos al público en todas sus reacciones para ganar una estrella de 20.000 dólares. Ese programa de la CBS norteamericana, ya tiene su versión europea.

Miren que me duele la participación de los niños en cualquier tipo de programa, especialmente si les piden comportamientos de adultos. Concursos de baile, cantantes nóveles. Todo eso me produce un malestar interior. Veo como que les están robando la infancia y creo que debiera suprimirse ese trapicheo con el menor para satisfacción de adultos vanidosos. No me gusta para nada y me parece que al igual que se establecen leyes para la protección del menor se deberia prohibir estos tipos de actuaciones. Hay una niña prodigio española, Marisol, Pepa Flores de civil, quien sabe bien como es la vida de éxito y fama en la infancia y creo que nunca lo superó. Si hablamos del caso, Joselito, encontramos a una personalidad tocada por esa infancia de trabajo entre bambalinas, cuya vida de adulto se ha visto marcada por la dificultad de adaptación a lo cotidiano.

Lo cierto es que la jornada de trabajo del citado programa es de veinticuatro horas durante cuarenta días. En este programa televisivo, se premia “el trabajo duro”. Los niños de entre 8 y 15 años, deben, sin ayuda de ningún adulto, limpiar los baños, cocinar, lavar los platos, ir a por agua, o cuidar a los animales que habitan en el “Fuerte de Bonanza”. Los niños han tenido accidentes pero los padres se comprometen a no demandar a la CBS y a aceptar su plena responsabilidad si la grabación deja en el niño “daños emocionales, enfermedades, dolencias de transmisión sexual, sida o embarazos”. Bonita cláusula que exhonera a los adultos y perjudica al menor. Suficiente a mi juicio para prohibir la grabación de dicho programa.

Con sinceridad, somos incongruentes. Una cosa es educar para formar una personalidad recia, y otra utilizar a un niño como cobaya. ¿Hasta dónde somos capaces de llegar?. Si los padres son capaces de prestar a los hijos para conseguir un premio en metálico o para satisfacer su vanidad, no nos puede extrañar que luego tengamos comportamientos conflictivos en los menores. De ahí en adelante cualquier cosa es posible. Pero lo paradógico es que esto se da en la sociedad desarrollada, democrática, cuidadosa de la legalidad, de la protección del medio ambiente, del derecho universal de la salud y de la educación.

Es una especie de contrasentido que muestra a las claras lo enferma que se encuentra nuestra sociedad del bienestar. Ahora que tanto se lleva llamar para votar por un concursante y aumentar su nivel de aceptación, se debería también poder votar en contra de programas televisivos que hieren la dignidad del ser humano, o que ofenden por la zafiedad de sus contenidos. Invito a todos los padres a protestar en caso de que se quiera llevar a cabo semejante enjendro en nuestro país.

viernes, 5 de octubre de 2007

El Público sale adoctrinando



El pasado mes de septiembre el calendario se despedía con un nuevo periódico: EL PÚBLICO. Como ha hecho acto de presencia en la red, le he seguido la pista. Entre sus noticias, la indignación del colectivo gay sobre un manual de Educación para la Ciudadanía de la Editorial Casals. En dicho manual al parecer no se equipara el matrimonio homosexual con el de toda la vida entre hombre y mujer. ¡Qué atrevidos, quién osa discutir una medida legislada por el rodillo de la mayoría!.

Pues así están las cosas. En el nuevo periódico se quiere empapelar a la editorial. Seguimos una bonita tradición según la cuál la Ley está por encima de cualquier otra consideración. Si aprueban recetar la píldora abortiva a menores sin el consentimiento de sus padres, la cosa es legal, por tanto está bien. ¡Toma píldora!. No se les ha ocurrido a los legisladores que las leyes igual que se hacen se deshacen. Y que la justicia es ciega y por tanto se equivoca.

Hemos pasado de respetar la homosexualidad y las parejas de hecho a normalizar ese tipo de uniones a efectos legales. De manera que cualquiera puede ser inquisitorialmente demandado por un letrado ávido de gloria, dispuesto a proteger la diversidad sexual. Además se tiene que enseñar en la escuela. ¿Pues no decían que se trataba de derechos humanos y la Constitución?. Sí, pero derechos no consensuados sino impuestos. El perseguido se convierte en perseguidor en una suerte de totalitarismo que pasma a propios y extraños.Veamos que les enerva:

“ Un anexo con artículos del psiquiatra Enrique Rojas, en el que se pasan por alto algunos de los requisitos de los reales decretos que regulan el desarrollo de la asignatura. Concretamente, el colectivo homosexual no tolera que, bajo el epígrafe La familia es el tema fundamental, se sostenga que las parejas homosexuales son uniones de hecho respetables, pero a las que no se les puede aplicar el calificativo de matrimonio.” ¿Cómo se atreven? Han vociferado Zerolo y su coro mediático.

¡Ay Señor, la que nos está liando este gobierno!. Nos hacen revivir los fantasmas de la guerra civil. Nos aprueban estatutos que rozan lo inconstitucional. Avivan los rescoldos del separatismo de varias comunidades. Aplican asignaturas por decreto. Pactan con terroristas que se cachondean en sus narices de los símbolos nacionales. Sí, esos que representan la unidad de un país. Cada día estamos más cerca de la balcanización de España. Los hay que hasta se han atrevido con amenzar en convocar referendum, aunque legalmente no lo puedan hacer.

¿Pues no es lo legal aquello que todos debemos cumplir?. ¿Cómo entonces se saltan normas de bilingüismo, banderas que ondeen en todas las instituciones y otras lindezas similares?. Aquí no hay quien se aclare, tenemos un tomate de mucho cuidado. La sociedad cada día más radical. La derecha escorandose hacia un extremo, la izquierda justo al otro péndulo de la balanza. Y el equilibrio de la transición fenecido con la educación LOGSE que ha secularizado la sociedad, aumentando los índices de divorcios, violencias domésticas, jóvenes radicales. Pero no carguemos las tintas exclusivamente en la educación.

Alguien me reprochará que en una asignatura de apenas una hora poco se puede adoctrinar. No se confundan, el adoctrinamiento viene envasado en muy diversos componentes. Y bebemos su agua embotellada por fábricas mediáticas. Hoy es EL PÚBLICO, mañana será la SER, luego la sexta, por la tarde la telenovela “Amar en tiempos revueltos” que explica lo malos que fueron algunos. Y por la noche “Cuéntame como paso” que vuelve a enseñarnos la historia de nuestro pasado.

Hecho en falta mayor dosis de ecuanimidad. Salgo a la calle y hablo con el frutero: se queja. Pregunto en el kiosco, vuelven las quejas. Me confieso con la peluquera, que no, chica que los curas son unos pervertidos y encima le reprochan a los gay que se quieran.
¡Mandan bemoles!. Y luego dicen de mí que caigo en el maniqueismo. Ya digo, para llorar.

El Público sale adoctrinando



El pasado mes de septiembre el calendario se despedía con un nuevo periódico: EL PÚBLICO. Como ha hecho acto de presencia en la red, le he seguido la pista. Entre sus noticias, la indignación del colectivo gay sobre un manual de Educación para la Ciudadanía de la Editorial Casals. En dicho manual al parecer no se equipara el matrimonio homosexual con el de toda la vida entre hombre y mujer. ¡Qué atrevidos, quién osa discutir una medida legislada por el rodillo de la mayoría!.

Pues así están las cosas. En el nuevo periódico se quiere empapelar a la editorial. Seguimos una bonita tradición según la cuál la Ley está por encima de cualquier otra consideración. Si aprueban recetar la píldora abortiva a menores sin el consentimiento de sus padres, la cosa es legal, por tanto está bien. ¡Toma píldora!. No se les ha ocurrido a los legisladores que las leyes igual que se hacen se deshacen. Y que la justicia es ciega y por tanto se equivoca.

Hemos pasado de respetar la homosexualidad y las parejas de hecho a normalizar ese tipo de uniones a efectos legales. De manera que cualquiera puede ser inquisitorialmente demandado por un letrado ávido de gloria, dispuesto a proteger la diversidad sexual. Además se tiene que enseñar en la escuela. ¿Pues no decían que se trataba de derechos humanos y la Constitución?. Sí, pero derechos no consensuados sino impuestos. El perseguido se convierte en perseguidor en una suerte de totalitarismo que pasma a propios y extraños.Veamos que les enerva:

“ Un anexo con artículos del psiquiatra Enrique Rojas, en el que se pasan por alto algunos de los requisitos de los reales decretos que regulan el desarrollo de la asignatura. Concretamente, el colectivo homosexual no tolera que, bajo el epígrafe La familia es el tema fundamental, se sostenga que las parejas homosexuales son uniones de hecho respetables, pero a las que no se les puede aplicar el calificativo de matrimonio.” ¿Cómo se atreven? Han vociferado Zerolo y su coro mediático.

¡Ay Señor, la que nos está liando este gobierno!. Nos hacen revivir los fantasmas de la guerra civil. Nos aprueban estatutos que rozan lo inconstitucional. Avivan los rescoldos del separatismo de varias comunidades. Aplican asignaturas por decreto. Pactan con terroristas que se cachondean en sus narices de los símbolos nacionales. Sí, esos que representan la unidad de un país. Cada día estamos más cerca de la balcanización de España. Los hay que hasta se han atrevido con amenzar en convocar referendum, aunque legalmente no lo puedan hacer.

¿Pues no es lo legal aquello que todos debemos cumplir?. ¿Cómo entonces se saltan normas de bilingüismo, banderas que ondeen en todas las instituciones y otras lindezas similares?. Aquí no hay quien se aclare, tenemos un tomate de mucho cuidado. La sociedad cada día más radical. La derecha escorandose hacia un extremo, la izquierda justo al otro péndulo de la balanza. Y el equilibrio de la transición fenecido con la educación LOGSE que ha secularizado la sociedad, aumentando los índices de divorcios, violencias domésticas, jóvenes radicales. Pero no carguemos las tintas exclusivamente en la educación.

Alguien me reprochará que en una asignatura de apenas una hora poco se puede adoctrinar. No se confundan, el adoctrinamiento viene envasado en muy diversos componentes. Y bebemos su agua embotellada por fábricas mediáticas. Hoy es EL PÚBLICO, mañana será la SER, luego la sexta, por la tarde la telenovela “Amar en tiempos revueltos” que explica lo malos que fueron algunos. Y por la noche “Cuéntame como paso” que vuelve a enseñarnos la historia de nuestro pasado.

Hecho en falta mayor dosis de ecuanimidad. Salgo a la calle y hablo con el frutero: se queja. Pregunto en el kiosco, vuelven las quejas. Me confieso con la peluquera, que no, chica que los curas son unos pervertidos y encima le reprochan a los gay que se quieran.
¡Mandan bemoles!. Y luego dicen de mí que caigo en el maniqueismo. Ya digo, para llorar.