domingo, 4 de febrero de 2007

Nueva imagen internacional



Lean e interpreten como se mueven los vientos del laicismo hasta las zonas consideradas intocables durante todos los conflictos desde las dos grandes guerras mundiales. La media luna y la cruz roja, dejan paso al cristal rojo. Ese será el nuevo emblema humanitario. Esto se pone infumable. ¿Desde cuándo tenemos que pensar que deba usarse ese tercer símbolo?. Pues parece ser que tras la aprobación de un protocolo adicional a las Convenciones de Ginebra, este tercer símbolo contribuirá a “consolidar la universalidad” e “incrementar la fuerza y credibilidad” del movimiento internacional de socorro, al ofrecerse para identificar y proteger a las víctimas de emergencias y a los trabajadores que les prestan auxilio, en situaciones de conflicto donde no esté permitido o aconsejado el uso de los otros dos emblemas, según fuentes de Vida Nueva en su nº 2.550.

¿No les parece a ustedes que los símbolos rechazados lo son por sus connotaciones religiosas?. ¿Y de dónde sale ese tercer emblema?. Un sincretismo en forma de cuadrado invertido que calificará ayudas para algún tipo de población especial, que no sé cuál puede ser. Es casi como una puesta a punto para rechazar de lleno a la cruz roja y la media luna roja. ¿O no es poner en bandeja la discriminación en razón de símbolos que hasta ahora se amparaban en su labor humanitaria, bajo la protección de la Convención de Ginebra?. Que miren ustedes por donde dichos símbolos se utilizaban con independencia de las creencias de la víctima que necesitaba auxilio. Pero parecer ser que el organismo en cuestión, previsor como pocos, se anticipa al hipotético rechazo y opta por el cristal rojo.

A mí que esto de los acuerdos internacionales ya me suena a contubernio por consenso. De las mejores ideas a las peores tropelías a la búsqueda de someter al pueblo, mediante un sincretismo religioso-político con música de la New Age. En plan te sofronizo vía internet y cable digital y tú desde el sillón de tu casa a tragar si hace falta con ayuda de bicarbonato o Almax con prescripción para desayuno, comida y cena.

Dentro de poco veremos en zonas de conflicto las ambulancias del cristal rojo, desplazando a la cruz roja y la media luna roja. Un acontecimiento que sólo pensarlo me enerva, porque sugiere una confrontación de emblemas que hasta ahora nunca había tenido lugar. Me gustaría tener a mano un voluntario de la cruz roja o la media luna roja para que me ofreciese su parecer. ¿Cuál es el problema de permitir asistencia humanitaria bajo estos dos símbolos? ¿Qué gobierno se ha sentido molesto con su labor o presencia?. ¿En qué zonas no se ha permitido su entrada?. ¿Si están amparadas por la Convención de Ginebra y el acuerdo es unilateral por qué nos salen ahora con un tercer símbolo?. El asunto adquiere un matiz internacional, que no sé a ustedes, pero a mí me deja perpleja

La noticia va así de escueta pero es tan significativa como fue por aquí la de aquellos agentes de la Benemérita que pidieron la retirada de la imagen del Pilar en los cuarteles. Se saltaron que es la patrona del cuerpo, con eso de que el asunto no va con ellos y aquí te pillo, aquí te mato, quisieron aplicar la ley del embudo. Poco importa que se ofenda al resto de compañeros creyentes, lo democrático es retirar los símbolos religiosos y punto final. Y mira tú por donde ahora también vamos inventando emblemas para la ayuda humanitaria que carezcan de cualquier connotación religiosa. ¡Vivir para ver!.
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4 comentarios:

  1. Todo es parte de la "locura humana" que nos deja en la forma apartandonos del fonodo del asunto siempre o casi siempre en todos los aspectos que a ayuda respectan.

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  2. Ignoro, como tú, a qué quejas responde este tercer símbolo apático que han elegido. No sé si será para paises ni cristianos ni musulmanes, tipo India o China, o si tendrá una mayor extensión. Ahora bien, Carmen, no le des mayor importancia. Si Dios existe (cosa que dudo aunque no excluyo), es indiferente lo que hagan o dejen de hacer los hombres; son indiferentes los nombres o símbolos que demos a las cosas. Dios no existe o deja de existir porque nosotros seamos laicos o dejemos de serlo. Dios no depende de nosotros. Sería precisamente al revés. Me asombra, eso sí, el silencio de Dios. ¿Por qué no apoya a su iglesia, a sus creyentes, a los que le son fieles? Los hombres nos obstinamos en negarle y él calla. ¿Tiene un plan misterioso? ¿A tenor de lo que está pasando no parece inútil el sacrificio de su hijo? ¿La humanidad es irrecuperable? ¿Por qué entre los manifestantes católicos del otro día en Madrid, había mujeres que gritaban "Zapatero, vete con tu abuelo al agujero". No veo claro que los valores humanos sean encarnados exactamente por los que son creyentes. Hay ateos y anarquistas que deberían merecer el cielo. También hay que no, claro está. Te veo muy identificada con una institución, que se ha ido adaptando a los tiempos, como es la iglesia. Afortunadamente ha ido cambiando. Quizás ahora, en terreno desprotegido, sin tanta protección estatal, pueda mostrar su auténtico rostro compasivo con el pobre y el atormentado. ¿Qué más da el símbolo de la Cruz Roja? ¿Que los hombres quieren renunciar a su pasado cristiano? ¿Qué más da? La fuerza de la iglesia tendría que ser la de un fermento vivo que hiciera crecer desde dentro a lo mejor que llevemos en nuestro interior? Perdona mi largo y deslavazado exordio. Es hora de comer y tengo unos minutos para comunicarme contigo. Un cordial saludo.

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  3. Pensándolo bien por mi parte, creo que es mejor el haber quitado los signos religiosos para ahorrar problemas. Pero en el terreno internacional la duda me invade: ¿¿desaparecerá realmente la media luna roja??, ¿¿o más bien lo que les interesa es borrar la cruz roja???.

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  4. Amigos, gracias por vuestras reflexiones.
    Joselu, dificil responder a tu exordio. El sacrificio de Jesús no fue inútil, porque está la Resurección. Aunque hay que creer en ella para entender que Dios vino a participar de la peor de las suertes: injusticia, difamación, muerte ignominosa.Compartió como ser humano todo. Hay que anonadarse como El hasta gritar "¡Dios mío, por qué me has abandonado!". En ese punto cobra sentido su Resurección: triunfo del bien sobre el mal. Sin la muerte y la resurección, como dice san Pablo, "vana es nuestra fe". Un saludo humanista, amigo.

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