domingo, 23 de diciembre de 2007

Recuerdos de una Noche Santa

Pensando como compartir este día tan especial me vino a la mente una historia inventada, producto de mis recuerdos y de mi imaginación. No sé si os gustará este pequeño relato navideño. Es breve, como corresponde a este tiempo de prisas y aglomeraciones. Quien disponga de un momento, puede reconstruir la escena en su propia casa.

El viento gélido azotaba las ventanas y gemía suavemente mientras nos acurrucábamos a la luz de la lumbre. Era uno de los inviernos más duros que recordaban los más viejos del lugar. Sin embargo aquella noche tenía la suave calidez de las fechas señaladas. El aroma del guiso preparado con esmero. El sabor del cariño compartido.

El abuelo hablaba de su infancia y todos sentíamos que el paso de los años convertía en historia sus vivencias. Ahora estábamos en una habitación con calefacción central, su memoria le remontaba a los años treinta del siglo veinte. Nosotros vivíamos ya en otra época, donde las misivas y felicitaciones navideñas habían dejado de ser cartas postales para convertirse en SMS y e-mail con power point y You Tube, facilitando sugerentes presentaciones.

Pero el pasado seguía vivo en los recuerdos de mi abuelo. Y a mí me fascinaba cada nuevo dato. El huerto del Cónsul, llamado así porque fue Cónsul de Venezuela, era ahora un conglomerado de fincas y calles. Él lo había conocido de niño, mientras corría por la huerta con un puñado de amigos. Allí la fantasía les llevaba a tierras tropicales, porque el Cónsul había plantado flores de tierra americana, plantas exóticas que nunca nadie había visto.

Por donde ahora transcurría el metro, hubo primero una vía de tren que unía la capital con el pueblo. Ahora en cuestión de diez minutos era posible estar en el centro comercial de la ciudad. Allí, justo donde ahora está la fuente, se situaba el paso a nivel, exclamaba el abuelo con voz trémula.

Sin embargo había una cosa que nunca cambió en todos esos años. Y era la celebración de la Misa del Gallo. Por mucho que se distanciasen los hijos, formando a su vez otras familias, había un rasgo común en todas ellas. El encuentro en la Misa del Gallo. Allí convergían hijos, nueras, nietos, sobrinos, hermanos, primos. Todo un conglomerado difícil de reunir en otras celebraciones. Y que sin embargo, estaba presente en aquella noche Santa. Esa era una imagen que seguía viva a sus ochenta y un años.

Adoración sencilla del Niño Dios venido al mundo para Redimir a la humanidad. Celebración compartida en Belén y en otros miles de belenes. En cada pueblo y ciudad al llegar la medianoche se reunían para celebrar la llegada del El Salvador del mundo. Ese es el relato que me ha quedado de mi abuelo. La dicha de ver transcurrir el tiempo y los acontecimientos, variando las edificaciones y las calles, adoptando nuevas costumbres, pero perseverando en las mismas convicciones.

De manera que hoy, espero impaciente el momento del encuentro. La estrella de Belén ha llegado una vez más a mi corazón que siente arrobada las ganas de ir a adorar al Niño. Como María y José, como los pastores, también yo deseo acercarme a la luz y la vida, a la Palabra hecha carne.

P.D.: Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. El único personaje real es el NIÑO DIOS. ¡Feliz Navidad!.

5 comentarios:

  1. Ahora sí. Feliz Navidad.

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  2. Hola Carme, la Navidad està llena de emociones y buenos deseos y hasta los no religiosos, sentimos algo especial en estas fechas, ojalá durara siempre este sentimiento de bondad, lástima que el mundo sigue girando, y las guerras no cesan.
    Aunque no soy practicante creo que Jesucristo nos dió una gran lección de bondad y libertad para todos, y que su muerte no fue en vano, su revolución sigue viva en todos los que aún creemos en la lucha por el bien.
    Un abrazo.

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  3. Querida Carmen: Por fin veo tu blog. He estado leyendo lo que aquí escribes durante un buen rato, y me ha encantado todo. De verdad. De corazón. Tanto que te voy a poner en mis sitios recomendados. Creo que merece la pena. Besos.

    Guillermo Urbizu
    www.guillermourbizu.com

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  4. Feliz Navidad y feliz y santo 2008.
    Un saludo cordial.

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  5. precioso el relato, gracias querida Carmen!

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