viernes, 14 de diciembre de 2007

Saber, lo que se dice saber, muy poco

No es la primera vez que las alarmas se disparan. El informe PISA que presentó la ministra de Educación y Ciencia, sitúa a España a la cola en materia de educación. Podemos ser un país sin analfabetos, podemos presumir de una atención puntera en educación infantil, lo mismo que en educación especial. Pero señores y señoras, en conocimientos básicos cada día estamos peor. La LOGSE supuso medir por el mismo rasero a todos, trajo notables ventajas y un modelo europeo de “aprender a aprender” que nadie discute. Sin embargo ese procedimiento se ha mostrado inservible a largo plazo. El abandono escolar es cada vez mayor, el fracaso también. Los parches que llegaron con posterioridad, llámese LOCE y ahora LOE, todos en un tiempo relativamente corto y sin consenso previo, no tienen visos de mejorar la situación.

A todo esto tenemos comunidades punteras y otras tercermundistas, con el mismo Sistema Educativo. Y debiéramos interrogarnos sobre lo que falla en unos sitios y qué funciona en otros. Parece ser que la competencia en materia educativa, hacen posible decretos y resoluciones que ocasionan agravios comparativos. El salario de un profesor depende de la comunidad, su horario también, sus recursos ídem. Si entramos en materia educativa, los contenidos mínimos se logran en primaria, con una repetición durante toda la etapa. Pero retroceden en la ESO y el BACHILLERATO, donde se pretende dejar pasar al alumnado con varias asignaturas suspendidas. La ley del mínimo esfuerzo no es la mejor manera de preparar a las futuras generaciones.

Sería muy largo debatir sobre un tema tan candente como la educación, pero en ello nos va mucho. No puede pretenderse formar una ciudadanía en una ideología de turno, al mismo tiempo que se olvida la visión global de toda una nación, perdiéndose en particularidades de eso que hemos dado en llamar nacionalidades. La historia común forma a un país, su lengua también. Estamos asistiendo a un auge de idiosincrasias locales y una pérdida de referentes comunes. De modo que se eliminan periodos decisivos en la historia de este país, pasando de refilón como fue configurada la nacionalidad española.

Nuestros jóvenes conocerán la historia de Don Pelayo en Asturias y dejarán de saber quién fue en el resto de comunidades. De la misma manera Jaime I tendrá un tratamiento considerable en los países que configuraron la Corona de Aragón, y se perderá su rastro en la Comunidad Extremeña, por poner un caso. Supongo que Mariana Pineda será conocida en Andalucía e ignorada en el País Vasco. Respecto a Galicia tengo pocos referentes, pero es de suponer que todos sus escolares identificarán la figura de Rosalía de Castro, mientras que en Canarias con suerte alguno recordará que da nombre a una calle.

No quiero entrar en el terreno científico, pero al parecer la situación no es más halagüeña, de manera que se hace cada día más necesario un pacto de Estado consensuado que estabilice la educación. Lo viene demandando la sociedad y lo corroboran los informes.

Por cierto, un dato de interés, tener hoy en día un título universitario no significa nada. Con él en el bolsillo puedes estar trabajando en un burger king o de barrendero municipal. De manera que muchos de nuestros jóvenes prefieren vivir a estudiar. Normal, el fin de semana a ellos no les cuesta un euro, mientras que sus padres hacen horas para pagarles la carrera y ese solaz dominguero. El futuro, Dios dirá.

1 comentario:

  1. De acuerdo en muchas cosas, casi en todo. Lamento esa dispersión autonómica que hace que parezca estar estudiando en países diferentes; lamento esa pérdida del esfuerzo y los cambios constantes de planes de enseñanza. El PSOE está preso de las teorías de los pedagogos que pusieron en marcha la Logse y que se ha comprobado que han desencadenado un fracaso educativo sin precedentes. Falta política de estado. Mucho me temo que si el PP gana las elecciones habrá nueva ley de educación. Coincido contigo en que según qué títulos académicos no habilitan para nada laboralmente hablando. Lo veo negro. Aquí en Catalunya estamos esperando la nueva ley de Educación de ámbito autonómico. ¡Qué se les habrá ocurrido? Tiemblo mientras escribo.

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