viernes, 4 de enero de 2008

Algun@s viven del cuento



La periodista y escritora Maruja Torres tiene un lugar muy claro entre las feministas de pro. Siempre ha estado al frente de la lucha por los derechos de la mujer. Ha hecho declaraciones que sonrojarían a más de un santo varón. Y sigue impertérrita desde el podio de El País dándole a la tecla y a la lengua, dos cosas en las que tiene enorme habilidad.

Entre mujeres no vamos a discutir su visión del feminismo y lo que yo entiendo por tal cosa. Me merece mucho respeto porque se ha hecho a sí misma y a pesar de otros. Algo que tiene su mérito en la España franquista que le tocó lidiar. Luego llegó la explosión de la democracia destapando las virtudes de la libertad y otras cosas, como un sarpullido primaveral que envolvió a la ciudadanía y a la “crème de la intelectualidad”. Todo fueron portadas de Interviú, o de Cambio 16. Y allí se apuntaron quienes tenían algún nombre en la farándula o en los medios de comunicación.

Pues ahora esta mujer y feminista de pro ataca a Kiko Argüello, en la concentración por las familias. En honor a la verdad a mí tampoco me gustó el del Camino, y el acto en sí me pareció excesivamente largo. Algo que otros también han señalado. Pero les llama secta católica y los compara con los fanáticos musulmanes. Ya sabemos que desde occidente podemos criticar a la media luna cuando denigra los derechos de la mujer. Pero es que ella tiene querencia por algún que otro país islámico que ahora no recuerdo. Y me viene por la cabeza que incluso se pone la sharia. Pues ahora le da por decir que Kiko se ha levantado contra la igualdad de derechos de las mujeres.

Si hay alguien del Camino que me pueda desmentir este infundio, que haga el favor de relatarnos como trata el Camino a la mujer. Yo de entrada le dedico a Maruja Torres este post. Como no tengo su mala baba y su lenguaraz mordacidad, me quedaré en que las neuronas le empiezan a patinar. Y se lanza a la yugular de la Iglesia porque de algo hay que vivir. Tener una columna diaria exige cierta creatividad, buscar temas de actualidad y refundir la noticia bajo la pátina de la originalidad.

Su piedad laica y moderna califica a Kiko de bufón y de lo mismo al resto de quienes allí hablaron. Está visto que el fin de año puede titularse como aquella genial película “Las uvas de la ira” de John Ford. Y el Año Nuevo ha dado paso a la resaca de las doce campanadas. Siguen las manifestaciones a favor o a la contra del encuentro por la familia. La libertad de expresión nos mueve a todos pero hay algunos españolitos que temen a la Iglesia y sus convocatorias.

Porque no hacemos caso del refrán y se queda “cada uno en su casa y Dios en la de todos”. Maruja, reportera intrépida, habla de oídas. Y es que a quien le gusta dar tema para hablar es al partido del gobierno porque así, mientras tanto, dejamos de preguntarnos cuales son sus propuestas. Más de uno me ha dicho que el trío ultramontano le está dando votos al PSOE con sus declaraciones, de manera que entiendo que cuanto más se hable consideran que es mejor para ellos.

Lo cierto es que ciertas voces de algunos católicos siguen con las manifestaciones contra el citado acontecimiento del día 30, dando a entender aquello de no “son todos los que están ni están todos los que son”. Yo no he leído a Castillo ni a Juan José Tamayo. Tan sólo algunas de sus declaraciones que siempre se manifiestan fuera de la comunión de la Iglesia. Que digan que aquello fue un acto electoral y que la Iglesia no es una institución autorizada para dar lecciones de democracia. Les convierte ipso facto en unos resentidos. Les falta reconocer que están a sueldo del partido. Y cuando vuelvan a hablar de la opción preferencial por los pobres y del amor por los marginados, les quiero ver como a Teresa de Calcuta al pie de los enfermos. Todo lo demás son “cuentos de las mil y una noches”.



1 comentario:

  1. Si, realmente, esta Maruja se ha pasado y es lo que tu dices que le conviene ser creativa con su artículo diario y algunos como ella echan mano de insultar a la Iglesia, como recurso de rueda de recambio cuando no tienen ideas para rellenar el artículo. Làstima que la Maruja haya caído tan bajo i a partir de ahora de las lenguas demasiado largas ya podran llamarlas "marujadas".

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