lunes, 14 de enero de 2008

¿"Haced esto en conmemoración mía"?


Un compañero en religión digital, Rodríguez del Pozo, del blog Contracorriente, se hacia cruces por el número de entradas de mi blog, a raíz de poner en el tapete ¿para cuándo una mujer sacerdote?. Es cierto que hubo y siguen habiendo entradas, lo que significa que el tema escuece. Es actualidad aunque el Magisterio le haya dado el estocazo en la cerviz. Mi compañero, que lleva un blog donde la doctrina social de la iglesia está día si y otro también reflejándose en sus post, se preguntaba cómo es posible que andemos ocupados en esas cuestiones mientras los pobres del mundo siguen clamando justicia.

Ahora viene el tema de la misa del Papa de espaldas a los fieles, y todo son comentarios y opiniones, salen expertos liturgistas a hablarnos de lo humano y divino del rito en cuestión. Y es primera página en los medios, y se analiza con pinzas cada gesto, como queriendo significar hacia donde se escora la nave de Pedro. Y todo ello con numerosas entradas y comentarios.

Apenas dos semanas y la cuestión era la celebración de las familias cristianas y los discursos de varios cardenales. Todo ello es la actualidad eclesial, lo que parece preocupar a los seguidores de estas páginas. Mientras algún blog cercano como En clave de África nos relata el día a día de unas comunidades en permanente riesgo y conflicto. Pero eso queda solapado por estas otras noticias.

Siento vergüenza ajena por esa especie de malabarismos que algunos realizan para justificar un rito u otro. Como si lo más importante de una eucaristía fuera cada uno de sus pasos, aunque estén milimétricamente configurados. Lo importante es que el cuerpo y la sangre de Cristo está allí presente y con ella comulgamos. Y por muchos rediseños de liturgias, ornamentos, casullas y abalorios varios utilizados en la misa, el hecho fundamental es otro. No la parafernalia utilizada, el incienso, las velas, o lo que quieran.

Seguro que esto duele a algunos, pero es que a mí la nueva misa sólo me interesa para que pueda volver a la iglesia católica el grupo de los lefebristas. Que convivan varios ritos y permanezcan dentro de la riqueza de la iglesia en cuanto a manifestación de religiosidad, me parece perfecto. También hay diversas oraciones y cada una tiene un objetivo diferente. Pero por favor, no nos olvidemos de lo fundamental.

Y lo fundamental no está en una u otra liturgia, sino en el acto central de la misma. Al menos así lo entiendo y créanme que así lo ve mucha más gente. Somos ignorantes religiosos, analfabetos funcionales si quieren. Pero para subsanar esa carencia están las catequesis y los sacerdotes e incluso algún que otro blog de esta casa. Sin embargo para dar testimonio de lo que somos, nos sobran puntillas, casullas, incienso, y colorido vario. Porque el testimonio de la entrega y el amor a los hermanos se encuentran en el día a día de cada uno de nosotros..

Por eso con razón mi compañero Rodrigo se queja. Nos olvidamos de lo fundamental y nos perdemos en debates estériles sobre el sexo de los ángeles. ¿Les parece serio que todo el mundo ande preocupado si el Papa da o no la espalda a los fieles?. Para unos es el síntoma de que se sepulta el Concilio Vaticano II, para otros poner en su sitio las cosas y volver al origen de no se sabe bien qué.

Porque si vamos a analizar cómo se ha llegado a determinadas liturgias tenemos que hacer una obra de restauración que quitaría capa a capa los siglos, hasta quedar todo en una cena fraterna, con lavatorio de pies, como muestra de servicio a los demás. No creo que allí estuviera presente el incienso, las velas, los ornamentos de diverso tipo etc. De manera que tal vez lo que algunos reivindican con tanta pasión, no es otra cosa que mero añadido del paso del tiempo a lo largo de dos mil años de existencia.

1 comentario:

  1. Es cierto, algunos quieren enterrar todo el pasado como si antes se andara equivocado. Las modas antiguas a veces retornan y se las llama modas "retro".

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