viernes, 16 de enero de 2009

Pido la paz porque todas las víctimas son iguales

Siento simpatía por cualquier pueblo en condiciones difíciles. Algo sé del conflicto palestino israelí. Algo tan básico como que ambos se pelean por la misma tierra. Para ambos es la tierra de sus antepasados. Y le podemos dar las vueltas que queramos, pero el territorio ocupado por Israel estaba habitado por los árabes, en él vivían durante el dominio del imperio británico, hasta que a finales de 1947 se consideró conveniente dividir Palestina en dos partes: una para judíos y otra para israelitas.La enorme paradoja es que en la franja israelita ya vivían muchos palestinos. Y por supuesto que los palestinos reivindicaban como suya la tierra arrebatada por los judíos. Hasta aquí un breve resumen que contando en décadas se alarga durante más de un siglo. Pero el estado sionista ambicionaba más, probablemente seguir las huellas de sus antepasados antes de la llegada de Cristo, ambicionando los extensos territorios del reinado de David y Salomón; quién sabe, el caso es que invadió tierras palestinas y comenzó una guerra que no ha finalizado.

Han existido treguas, delimitación de fronteras, retiradas tácticas, ocupación indiscriminada de judíos en franjas que reclamaban los palestinos. Y así vamos asistiendo a la historia larga y dolorosa de estos pueblos. Con la salvedad de que durante años los israelíes estuvieron mejor armados aunque fueran menor número de habitantes. Hoy la causa palestina es abrazada por todo el mundo islámico. Hay países que siguen siendo pro-palestinos como el actual gobierno español.

Pero lo cierto es que esta guerra sólo podrá finalizar cuando ambos estados: palestino e israelí, decidan libremente vivir en paz, de acuerdo con unas fronteras claras y con unos gobiernos democráticos que toleren la división. Mientras en Israel continúen existiendo sionistas dispuestos a ocupar las tierras de sus antepasados, no habrá paz. Por supuesto, tampoco existirá mientras los palestinos se infiltren como terroristas en Israel con islamistas inmolados en zonas civiles. O sigan lanzando misiles indiscriminadamente sobre la población civil.

Puestas en conserva ambas facciones beligerantes, poco más le queda hacer al mundo que tratar de mediar una tregua de paz y el reinicio de las conversaciones. Pero esto sólo es posible con gobiernos democráticos, no con fanáticos de un bando u otro. Mientras, seguirán muriendo inocentes, como en cualquier guerra del mundo, de la que ahora poco se ocupan los medios.

Es vergonzoso salir abrazando la causa palestina y olvidar las masacres del Congo. África se desangra sin que nadie se manifieste pidiendo una tregua. De manera que al parecer sólo hay un genocidio actual hoy en día. ¡Hipócritas!, calláis lo que os interesa y seguís el juego de los terroristas que son capaces de hacer verdaderos montajes fotográficos para seguir siendo considerados víctimas. Que esto no se malinterprete, me consta que todas las víctimas son los muertos en esta contienda. Si ahora hay niños, también estaban del lado israelí cuando se inmolaban por la causa palestina, enviados por sus propios familiares.

De manera que firmo por la paz y el diálogo, pero no salgo a hacer un manifiesto cobarde como si fuera la única barbarie y no algo que se repite en decenas de lugares. Yo me adhiero al manifiesto de la marcha mundial por la paz. No en Gaza, sino en miles de lugares. El que lo desee lo puede suscribir en la plataforma Marcha mundial por la paz.

Pues eso es lo que me resta decir. Que estoy a favor de la paz, pero no me gusta ser utilizada por intereses partidistas. Para mí vale lo mismo una víctima israelí que palestina, no tienen raza ni religión, son personas cuyo único delito es haber nacido en una tierra en conflicto. Por todas ellas pido la paz

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