sábado, 27 de enero de 2007

El documento no tiene desperdicio y circula por la red. Corresponde a un contrato entre una maestra y el Consejo de Educación de la Escuela del año 1.923, al ser casi ilegible lo reproduzco íntegro por considerar que viene bien recordar cómo estuvieron las cosas y cómo se ha avanzado. En mi centro se ha dudado de la verosimilitud del documento. Pero mejor que lo lean:
“Este es un acuerdo entre la señorita. maestra, y el Consejo de Educación de la Escuela.....por la cual la señorita....acuerda impartir clases durante un periodo de ocho meses a partir del.....de septiembre de 1.923. El consejo de Educación acuerda pagar a la señorita. la cantidad de ....(*75) mensuales.
La señorita acuerda:
1. - No casarse. Este contrato queda automáticamente anulado y sin efecto si la maestra se casa.
2. - No andar en compañía de hombres.
3. - Estar en su casa entre las 8:00 de la tarde y las 6:00 de la mañana, a menos que sea atender en función escolar.
4. - No pasear por heladerías del centro de la ciudad.
5. - No abandonar la ciudad bajo ningún concepto sin permiso del presidente del Consejo de Delegados.
6. - No fumar cigarrillos. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encontrara a la maestra fumando.
7. - No beber cerveza, vino ni whisky. Este contrato quedará automáticamente anulado y sin efecto si se encuentra la maestra bebiendo cerveza, vino o whisky
8. - No viajar en coche o automóvil con ningún hombres, excepto su hermano o su padre.
9. - No vestir ropas de colores brillantes.
10. - No teñirse el pelo
11. - Usar al menos dos enaguas
12. - No usar vestidos que queden a más de cinco centímetros por encima de los tobillos
13. - Mantener limpia el aula: barrer el suelo al menos una vez al día, fregar el suelo del aula al menos una vez por semana con agua caliente; limpiar la pizarra al menos una vez al día; encender el fuego a las 7’00, de modo que la habitación esté caliente a las 8’00, cuando lleguen los niños
14. - No usar polvos faciales, no maquillarse ni pintarse los labios.
Me he molestado en averiguar qué gobierno nos representaba. Estábamos en la dictadura militar de Primo de Rivera, donde se habían prohibido los partidos políticos y abolido las libertades.

Como ya se sabe la mujer no tendría derecho al voto hasta 1.931. España en cuestión de sufragistas estaba muy por debajo de lo que sucedía en New York. Londres, Berlín o París. El analfabetismo se extendía por todas las comarcas y como pioneras en educación se encontraban algunas órdenes religiosas. Así que hemos deducido que ésta debió de ser una de las primeras mujeres dedicada a la enseñanza, que era obligada a un servilismo patriarcal que pone los pelos de punta. Pues bien no hace ni cien años de este dislate en el túnel del tiempo.

Yo creo que en la actualidad ningún padre dejaría que su hija firmase un contrato con esas condiciones. Lo que demuestra que en cuestión de costumbres y modas estamos bastante condicionados por el ambiente que nos rodea.

Sin embargo no hace mucho leí que una trabajadora había sido avisada que de quedarse embarazada sería despedida, cosa que efectivamente sucedió por el deseo expreso de la trabajadora a acceder a la maternidad. El caso se resuelve actualmente entre sindicatos y tribunales, de ello se informó en algunos medios de comunicación. Ya sabemos que el motivo de no querer mujeres embarazadas es el coste económico que supone sus ausencias por motivos médicos.

Podríamos analizar contratos draconianos de la actualidad, pero me voy a ceñir al que afecta directamente a la familia. El problema es que no se ha pensado en preparar a las empresas para que sus trabajadores tengan facilidades para acceder a la maternidad y paternidad. Ni económicamente existen facilidades para la vivienda, ni facilidades para la familia. Algunos hablan de verdadera desprotección de la familia por nuestros últimos gobiernos.

El documento en cuestión sólo demuestra hasta qué punto se puede avasallar con cláusulas abusivas y que el pasado es actual aunque las condiciones evidentemente hayan cambiado. Porque siguen los contratos basura y la tensión de las cajeras de supermercados para mantener sus puestos, de las empleadas en fábricas, de las mujeres de la limpieza etc. Mucho ha avanzado la legislación, pero en realidad acudir a la justicia sólo pueden hacerlo aquellas que tienen un respaldo económico, que les permite esperar la resolución de los tribunales sin agobios, lo cuál evidencia que se haga tan difícil cumplir con la legalidad y tan fáciles las irregularidades laborales.

4 comentarios:

  1. Leer este contrato denigrante muestra el estado de la cuestión poco antes de que viniera la Segunda República en la que llegaría por fin el futuro a este país. Gracias a la República las costumbres se liberalizaron y la mujer pudo comenzar a abrirse camino. Desgraciademente, el proyecto político republicano naufragó por una rebelión militar fascista y volvieron a imponerse condiciones no sé si escritas pero sí en la práctica semejantes a la época de Primo de Rivera. A mi madre en plena posguerra le raparon el pelo a cero por ir por la calle a horas no permitidas a una señorita. El franquismo fue un terrible retroceso y la derecha de este país fue pudibunda y contraria a la dignidad de la mujer. Veo que también estableces un paralelismo con las condiciones laborales que existen actualmente y que limitan y controlan a las mujeres. No dejas de tener razón.

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  2. Que cosa!!! era en 1923, tampoco estabamos hablando del medievo, parecería que era un contrato para una esclava y no para una formadora de conocimientos, es una verdadera verguenza y un atentado a la mujer, aunque las cosas han cambiado mucho de aquella época hasta hoy, aún existe la esclavitud, la violencia de género y situaciones tan horribles como la mutilación del clítoris (ablación).

    PD. Carmen, obviamente no te olvido, eres parte de mis blogamigos, lo que pasa es que estoy trabajado muchísimo y no le dedico el tiempo que yo quisiera a mis actividades cibernéticas jejeje, con decirte que a lo mucho escribo 2 posts por mes. Estamos en contacto.

    Un besazo amiga.

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  3. Se entiende que el contrato de la maestra del año 21 era similar a un contrato para ejercer de monja religiosa laica, y muy influído por el "poder" del Clero en aquellos momentos. No estaría nada mal que el Vaticano impusiera radicalmente un contrato similar a los curas de hoy, al menos nos ahorraríamos algunas heregias intolerables.

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  4. Silveri, menudo gazapo "heregias". De herejias se alimenta el mundo, por fortuna no hay inquisición. En cualquier caso a mí el contrato me produce angustia al saber las condiciones de vida de la mujer. Agradecimiento, de haber nacido en un país democrático y en una época en la cuál la mujer puede levantar la voz.

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