domingo, 21 de enero de 2007

Respuesta al Foro Económico Mundial

Ya estamos otra vez en el Foro Social Mundial. Esta séptima edición se celebra en Kenia. Nairobi acoge a miles de participantes, algunos han tenido que alojarse en casas particulares debido al colapso de los hoteles. Son 100.000 delegados de movimientos sociales, ONG, redes y coaliciones de 140 países. Siempre coincide con el Foro económico mundial que se celebra en la ciudad suiza de Davos. Y supone el enfrentamiento entre lo que gira entorno a las inversiones y el beneficio de la economía. Mientras que el Foro Social Mundial se dedicará a debatir sobre sida, paz y conflicto, juventud, situaciones de las mujeres, migraciones y diáspora, deuda externa, los desposeídos de las tierras o la privatización de bienes comunes.

La apuesta siempre es que “otro mundo es posible”, que depende de nosotros, de la manera como movilicemos a nuestros respectivos gobiernos. Responsabilizar a los países de que sus políticas están abrumando al tercer mundo. Y hacerles ver que cuanto menos el fenómeno de la inmigración tiene mucho que ver en guerras, hambrunas y explotación de recursos naturales por manos extranjeras.

El comercio de armas hacia esos países que sufren guerras tribales y se desangran año tras año entre hermanos, es otro de los temas que nos afecta directamente. Puesto que España es exportador de armas. Algo que debiera preocupar de igual modo que la utilización de nuestro I.R.P.F en determinados eventos que van contra nuestra conciencia.

Así de enmarañada es la vida política y social de cualquier país, que mientras firma ayudas para el desarrollo, suscribe acuerdos para proporcionar armamento. Todas estas llamémoslas incongruencias tienen voz en Nairobi durante cinco intensos días de debates. Año tras año, el Foro Social Mundial va tomando más repercusión. De manera que algunas de sus aportaciones entran a formar parte del programa electoral de los partidos. Este es el objetivo más importante: que el primer mundo se comprometa a cambiar sus reglas, que pasemos de explotadores a colaboradores.

Las multinacionales farmacéuticas están enfrentadas a los países que fabrican genéricos más económicos que permiten atender a la población. Situarse frente a ellas es también una opción cristiana. Porque allí donde existe un explotado, un pobre, un paria, la Iglesia debe caminar junto a ellos. Así lo hace en multitud de centros y hospitales a lo largo del mundo. Ellos están en primera línea, nosotros somos su aparato logístico, de la manera como seamos capaces de apoyarlos dependerá en buena medida el éxito de su trabajo. “Éxito entre comillado, porque ya sabemos que su dedicación está por encima de los resultados”. Sin embargo, insisto que las movilizaciones desde cualquier parroquia de barrio hacia un proyecto concreto del tercer mundo, es una nueva manera de formar comunidad, más allá de nuestros límites y fronteras naturales.

1 comentario:

  1. Leo cuidadosamente la prensa todos los días, hoy incluido y no he visto ninguna referencia a este foro mundial de Nairobi, al menos en EL PAÍS, lo que me hace ver el escaso impacto que tiene en los medios de comunicación, igual que la conferencia mundial sobre el clima que se celebró recientemente también en Kenia tampoco tuvo una gran repercusión ante lo que nos estamos jugando: la supervivencia del planeta y políticas de igualdad y de justicia respecto a la mayor parte de los seres humanos. Leyéndote percibo una aguda sensibilidad social que te colocaría en el campo de la izquierda auténtica no de la izquierda de escaparate. Deseo que este foro social alcance la dimensión que merece.

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