sábado, 14 de abril de 2007

¿Cristianos socialistas?



Por esas cosas de vivir en una España convertida en la partición de diversos reinos de taifas, una disfruta de la Pascua esta semana. Media España ya ha olvidado las fiestas sagradas o paganas, depende de cómo se vivan, pero otros seguimos comiéndonos “la mona”. Ignoro el nombre que tendrá para otras zonas el huevo duro y el “panquemao”. Aprovecho para ponerme las pilas a punto, mejor decir el chip, queda más actual. Más tiempo para dedicar al ciberespacio y qué encuentro surfeando por la red. Pues que el señor Gregorio Peces Barba inauguró un curso en El Escorial, titulado La Constitución y la reforma. Allí se permitió discrepar con el gobierno por los acuerdos con la Santa Sede. El rector de la Universidad Carlos III está un tanto molesto con su líder. No le va a un país “laicista” mantener los acuerdos Iglesia-Estado. “El Gobierno no está en la línea adecuada” se queja, dolido de que en este país la Iglesia tenga voz, opine, discuta.

Lo curioso es que dichos acuerdos no se basan en una Constitución laicista, como pretende dar a entender el rector, o como tal vez sueña, sino en un Estado aconfesional. Ahí les escuece y venga darle vueltas para que por fin España sea completamente laica. Y es que Peces Barba no es un cristiano socialista, sino ateo. Para él lo religioso es pura anécdota que debe quedar en el desván de cada casa. A mí que este señor, que es uno de los padres de la Constitución, lleve casi treinta años reivindicando un estado laicista, no me extraña en absoluto. Lo que me duele es que los cristianos socialistas sigan el juego.

El señor Bono va a reforzar la imagen de que cristianismo y socialismo son compatibles. Eso es algo que yo llevo debatiendo en mi interior hace ya bastantes años, con muy mal resultado. No voy a negar que hay mucho votante cristiano del partido socialista. Pero cuando se toman tantas molestias para sustituir la parroquia por el mitin algo me empieza a oler mal. Por ejemplo el hecho de que se considere progresistas a quienes comulgan con sus tesis: Tamayo, Aranguren, Reyes Mate, entre otros. De modo que quienes no están de su lado representamos la España del pasado.

Ese maniqueísmo queda patente en el polémico Manifiesto para la convivencia, donde quienes crispan se sitúan siempre del otro lado. Cuando no hay consenso, concordia, común acuerdo, lo patético es simplificar hasta el extremo de vender una idea caduca como brillante apuesta del futuro. Que ya va siendo hora de no crisparnos tanto, lo saben hasta las ratas de alcantarilla. No parece que la mejor manera de hacerlo sea cuestionar el hecho religioso mediante un laicismo beligerante. O seguir hablando del nacional-catolicismo, que es una manera de azuzar el pasado. Una cosa suscribo en el citado manifiesto: “que no nos dejemos arrastrar a la confrontación sobre la base de la manipulación interesada; que evitemos dividirnos ante cuestiones en las que debemos mantenernos unidos como la paz, la libertad y la lucha contra el terrorismo”.

Que un grupo denominado “intelectuales” suscriba todo el panfleto del citado manifiesto, demuestra hasta qué punto se puede nublar la mente y el corazón detrás de las campañas mediáticas del “nosotros somos los buenos”. Y como no quiero ser partidista, no olvido estos años vociferando la paranoia de la conspiración desde determinado medio. Y es que en el fondo a mí es muy fácil engañarme.

2 comentarios:

  1. estimada carmen, te memeé hoy martes 23 (se dirá así?) desde Historias de Alemania, un abrazo!

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  2. Hola Carmen. Acabo de 'encontrarte' y he disfrutado leyendo varias de tus entradas. No será la última vez..

    Respecto a tu post más reciente, entiendo que cuando dices socialistas hablas del PSOE y no de ideología socialista. Coincido contigo en que actualmente es difícil ser cristiano coherente con la fe al tiempo que militante coherente del PSOE. Más matices tiene la segunda opción: cristiano y socialista 'ideológico', por llamarlo así. Viene a ser lo mismo que cristiano de 'izquierdas' -también lo entrecomillo porque creo bastante poco en las etiquetas, y menos cuando se trata de pensamientos y convicciones- que por regla general suelen relacionarse con Teología de la Liberación, aunque hay otras corrientes que también se dicen cristianos, de izquierdas, socialistas, y no tienen nada que ver con los partidarios de Jon Sobrino; es el Movimiento Cultural Cristiano, más afín a la jerarquía vaticana, pero radical en su lucha obrera anti-capitalista y anti-globalización. En fin, que el paisaje es variado y los corsés estrechos.


    Saludos.

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