domingo, 8 de abril de 2007

Teresa: La imaginación de Ray Loriga



Ya he visto “Teresa el cuerpo de Cristo”. Confieso que iba con muchos prejuicios, sólo el cartel de la película y las imágenes de promoción, me hicieron sospechar de una cinta con buen vestuario, excelente factura artística y nulo contenido sobre la experiencia mística. Visto lo visto, tengo la seguridad de que Ray Loriga no tiene ni idea de lo que fue el Siglo de Oro ni la importancia de la reforma en el Carmelo. Ignoro de donde salen las fuentes en las que se basa el guionista para enclaustrar a Teresa como resultas de un lance amoroso. De ahí en adelante todo es puro desatino que trata de unir el rigor histórico con la libertad creativa, dejando en evidencia la realidad y dando paso a la fantasía.

El vestuario tiene una excelente factura, pero no le va a la austeridad castellana y mucho me temo que nada tiene que ver con la realidad. El fenómeno místico es enlazado con la sensualidad y el erotismo. Los iluminados son sadomasoquistas. La inquisición un poder dentro de la Iglesia que hace temblar al propio Francisco de Borja, un jesuita ex duque de Gandia que aparece con treinta años, sin una cana. Teniendo en cuenta que tuvo varios hijos dentro de un matrimonio bendecido por el propio Carlos I, que fue preceptor de Felipe II, que enviudó y mucho después decidió hacerse jesuita, cuesta imaginar su presencia tal y como nos la presentan. Todo eso lo desconoce el espectador que no haya estudiado algo de historia y por supuesto leído a Santa de Ávila.

Es impensable que alguien salga con una idea de lo que es un éxtasis y la unión mística entre un alma y Dios. He indagado opiniones y las más favorables destacan lo acertado de la visión del poder temporal, las intrigas y los abusos eclesiásticos. De ahí que sientan simpatía por la personalidad de Teresa que se sobrepone a todas las adversidades. Lamento decir que Paz Vega aparece en todo momento con la misma edad. Teresa entró en la Encarnación con dieciocho años y no fue hasta los cuarenta cuando se produjo en ella su idea de la Reforma del Carmelo. En ese paréntesis se desarrolla toda la película, dejando lo más importante, la literatura de la Santa a la que se alude con una voz en Of. y unas imágenes hiper-realistas que más que aclarar confunden el sentido de su poesía. Por no mencionar que entender a Teresa lleva hacia San Juan de la Cruz, quien en este paréntesis biográfico que excluido.

Me he sentido decepcionada y sólo pido al futuro espectador que no tome esas imágenes como un relato histórico. No lo son, sólo lo aparentan, todo es puro fingimiento. No cabe en la cabeza que Teresa asistiera a un parto dentro de la Encarnación, por muy relajado que fuera el ambiente. La representación de los arrobos místicos de la santa semejan ataques epilépticos, sueños onírico-eróticos. Dan pena las explicaciones de Teresa a sus confesores, que nos llevan a pensar en un perfil neurótico de la santa.

Si tuviera que elegir entre este zafio espectáculo y la Teresa de Jesús que tuvimos ocasión de ver en Televisión Española, sin duda alguna me quedaría con la versión de la pequeña pantalla y la interpretación de Concha Velasco. Fue mucho más digna.

2 comentarios:

  1. Hola hola! Sí, gracias por el comentario en aesd, había leído ya tu artículo.

    Si la película llegara a Alemania (espero que no) le pondré un enlace.

    Entre tanto, se lo recomendaré a algunas amigos y amigos, que me han comentado la película.

    Un abrazo y mil gracias!

    PS: te coloqué un enlace al artículo de los embriones en Diálogos en mi otro blog.

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  2. Por la forma magistral como describes la pelicula me han entrado ganas de NO verla nunca. Gracias por curarme en salud.

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