viernes, 2 de mayo de 2008

Los gurús mediáticos

Tendremos que reconocer que los comunicadores de los grandes holding mediáticos, no están por calmar las aguas revueltas. Ni por ser constructores de serenidad. Y eso que nos va en ello la paz de este país visceral. La violencia verbal existe, y algunos son maestros de la dialéctica convertida en bazofia. Actúan como matones a sueldo, provocando para llegar al enfrentamiento. El camino siempre es el mismo, el más sensato calla, el bronquista se crece.

Están divididos y a quienes no se sienten identificados con ellos, les caen vía sarcasmo y mordacidad los peores epítetos. El tema está en boca de todos. Lo que cuenta es avasallar al contrario. Y en eso se convierten los programas basura sin moderador, donde las buenas formas son sustituidas por palabras malsonantes y barriobajeras. De manera que la radio y la televisión siguen trasmitiendo una educación paralela hacia toda la sociedad.

Como reflejo de esa cultural dominante, los blogs heredan parte de esa sibilina crispación. Y lo peor es que esto llega a los hogares, se trasmite a los hijos, y finaliza en dramas incomprensibles entre menores. Luego nos preguntamos cómo es posible tanta violencia gratuita. Pues es evidente, entre la estocada fina, la respuesta educada, y la descalificación a priori, hay un gran abismo. Los maestros en lo último son como los pirómanos. Y sálvese quien pueda.

Algunos periodistas de la COPE y otros de la SER, los de El Plural y los de Libertad Digital, marcan la agenda de este país. Y se han crecido tanto que ya no saben o pueden parar. Es como “un salto en el vacío”. ¿Llevarán paracaídas?. De momento necesitan todo un bufete de abogados para tramitarles las demandas. Y ni se inmutan, porque con la ley “largo me lo fiáis”.

El caso es que hay otro grupo que no quiere tomar partido. Mejor aún que lo ha tomado y busca la vía de la transición, donde todos tenían claro que había que trabajar por el país. Desgraciadamente, tienen que abandonar tribunas públicas y volver hacia los cuarteles de invierno a la espera de mejor ocasión.

La opinión pública se balancea en manos de estos “gurús”. Y yo no me creo que detrás exista un interés patriótico. El caso es que como las cosas sigan así, la España cainita puede resurgir de sus cenizas. Nos acercamos a las celebraciones del 2 de Mayo, que supuso un pistoletazo de salida para toda una nación. A veces no se sabe bien por qué pasan las cosas, pero cuando unos quieren una izquierda más a la izquierda del PSOE, otros acusan a un partido liberal de estar a la extrema derecha; los hay que se cuestionan símbolos religiosos en la toma de poder de los nuevos ministros; otros acusan a los obispos de tener entre sus filas a un ateo. El caldo de cultivo puede prender en cualquier mecha inesperada.

Allá cada cuál, pero los medios de comunicación no debieran ser tribunas para la provocación. Esto no deja de ser mi opinión. Aunque es cierto que a veces las situaciones obligan a tomar partido. Pero antes, procuremos medir las consecuencias.

No quiero dejar de mencionar el encontronazo con el presidente de la CONFER que acusa a algunos bloggers de extremistas. Si ayer reflexionaba sobre ello hoy, no puedo dejar de anotar que su respuesta tampoco fue muy atinada, aunque corresponda a una reacción natural ante ataques personales. Pero lo cierto es que como representante de los religiosos, también debiera manifestar su disgusto por aquellos religiosos que amparados en sus congregaciones, manifiestan posturas y opiniones que causan escándalo en los laicos. Digo yo, que una de cal y otro de arena, tampoco estaría de más. O al final la única satisfacción que podrá tener la CONFER es de haber ampliado el número de asociaciones agrupadas en Redes Cristianas.

1 comentario:

  1. Los medios utilizan el mismo lenguaje que los políticos en los parlamentos, y la cosa ya es incorregible en una Democracia, a no ser que saquen un nuevo Còdigo Penal que tipifique nuevos delitos en quanto al empleo del lenguaje insultante. Pero con los legajos de faena atrasada que se acumulan en los juzgados españoles, dudo que el algún ministro se atreva a cargar más trabajo a la Justicia.

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