martes, 17 de octubre de 2006

Dios bendiga a los gays y la jurisprudencia defienda a los niños



Que monseñor Rouco Valera considere que el futuro de España depende de la familia tradicional no me parece extraño. Lo raro es que la familia tenga que tener el adjetivo tradicional para poder diferenciarse de otro tipo de parejas. Estamos asistiendo a una adquisición de derechos que pueden ser muy cuestionables, aunque oponerse a los mismos conlleve ser tachada de facha y de retrógrada.


Al parecer ya es una realidad que las parejas homosexuales puedan adoptar un niño, al menos en alguna Comunidad. La cuestión es que prima el derecho de estas parejas a adoptar, frente al derecho del niño a tener una familia heterosexual. No somos el país más industrializado de Europa, ni tenemos el nivel educativo más alto, ni nuestra calidad de vida es la mejor, pero eso sí, avanzamos en otros aspectos sociales que nos convierten en líderes de no se sabe bien qué. Por eso no termino de entender que en nombre de unos supuestos derechos, se prive a otros de los suyos.


Me considero tolerante, aunque conviene matizar este término. Leo en la agencia Zenit que el Santo Padre afirma que la tolerancia no debe confundirse con el indiferentismo. Viene bien recordarlo cuando levantar la voz defendiendo lo que se cree presupone ser tachada de intolerante. ¿Consiste la tolerancia en admitir nuevas situaciones familiares?. ¿Soy menos tolerante si dudo de la moralidad de esas adopciones?. Mira que es duro tener que posicionarse frente a alguien, pero es que ya va siendo hora de clarificar posturas.


El orgullo gay no consiste en la conmemoración de un día, ahora avanza firme y arrollador desde todos los ámbitos sociales. Y yo quiero que los gays sean felices, faltaría más, pero que ellos me perdonen si no entiendo lo de la diversidad familiar. Si encima viene por decreto entonces me atraganto. Permitan que me sienta orgullosa de formar parte de la disidencia, una también cuida su autoestima. No me vale la máxima de la indiferencia: tú haz lo que creas conveniente y deja que los demás vivamos como nos guste. Porque creo que los valores se trasmiten en la familia, en la sociedad, en la escuela, por la televisión, por Internet, por la prensa. De manera que todo nos influye y no termino de entender que la tolerancia consista en un relativismo moral. He llegado a un punto en el que no quiero claudicar frente a la amoralidad generalizada.


¿Acaso no tenemos derecho a defender nuestros valores?, esos que vienen siendo atacados desde todos los frentes porque consideramos que el ser humano es criatura de Dios. En palabras de Benedicto XVI “el ser humano debe ser considerado en su unidad y en su totalidad, cuerpo y alma, corazón y conciencia, pensamiento y voluntad”. Pero el ateísmo de unos y el laicismo de otros se impone como moda, sin reflexionar que ciertas medidas afectan a la esencia de la filosofía, la religión, la ética, el derecho natural y la convivencia en general.


Que Dios bendiga a los gays y la jurisprudencia defienda a los niños.



7 comentarios:

  1. Creo que esta ley lo que viene es a legalizar situaciones de hecho ya existentes. El caso de un hijo biológico de uno de los miembros de la pareja, que convive con ella.

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  2. Me preocupan esos niños educados, puede ser que con amor, pero en un entorno diferente. Dos padres o dos madres no es el modelo mayoritario. Estos niños sufrirán en su adaptación con sus compañeros. Les costará compartir su vida y su historia. Puede ser que las familias "normales" no sean siempre un modelo maravilloso. Un niño necesita, creo, un referente masculino y otro femenino. Las parejas gays tienden a reconstruir la dualidad de sexos, pero en un entorno diferente. Estoy confuso sobre el tema. El caso de las dos lesbianas que han podido registrarse como madres las dos ha conseguido inquietarme y disgustarme así como el seguimiento que ha tenido por parte de los medios de comunicación. Es una realidad nueva que no logra que comparta sus principios: el de la adopción por parte de parejas homosexuales, pero ello te hace ser como si fueras retrógrado o reaccionario. En resumidas cuentas, comparto tu punto de vista.

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  3. Lo siento, Carmen, pero cuando oigo hablar de la "familia tradicional", no entiendo muy bien lo que significa. Miro a mi alrededor y no todo es una pareja y sus retoños. Hay hermanos que viven juntos, tía y sobrina, amigas/os que comparten piso, pequeñas comunidades de sacerdotes o religiosas, un señor o una señora con su cuidadora, personas solas...¿Son o no son una familia? Porque tradicionales sí que son. Siempre han existido esas situaciones y seguirán existiendo.

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  4. Lo siento, Mª Josefa, tenemos un concepto diferente de lo que es la familia. La relación entre un padre, una madre y un hijo, no se parece en nada a la que puedan tener dos mujeres o dos hombres juntos. Todos los agrupamientos propuestos se dan y sé que seguirán dándose. ¿Pero son familia?

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  5. FAMILIA. (Del lat. familia) F. Grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas.//2.Conjunto de ascendientes, descendientes,colaterales y afines de un linaje. // 3. Hijos o descendencia. // 4. Conjunto de personas que tienen alguna condición, opinión o tendencia común. Y etc. etc..... Diccionario de la RAE

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  6. OK. Entiendo que todos los zurdos del mundo constituyen una familia, puesto que tienen una tendencia común. Todos los votantes de un partido, son familia, puesto que tienen una opinión común. Esta acepción del diccionario, como muchas otras, se realiza como clasificación sinóptica. Nosotros pertenecemos a la familia de los homínidos. Pero igual estoy diciendo una barbaridad.

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  7. No dices ninguna barbaridad. Lo único que yo he querido destacar es que la acepción "Hijos o descendencia" está en tercer lugar.

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