viernes, 27 de octubre de 2006

El vendaval de la corrupción



El vendaval de la corrupción agitó nuestra lejana transición, salpicando las más altas esferas. Cuando cambió el partido en el Gobierno, siguieron saliendo a la luz casos de prevaricación con extrañas comisiones de por medio. Si hoy a alguien le preguntan sobre el tema, sin duda retiene en su memoria varios de esos sucesos deleznables. Todos ellos con suficiente cobertura mediática como para aparecer repetidamente en la prensa, la radio o la televisión. A mí el asunto me da náuseas pero he de reconocer que tiene su tirón. Basta con observar como siguen los medios a los jueces encargados de esos sumarios, tomando posiciones a las puertas de donde declaran los presuntos. Todo al más puro estilo sensacionalista que consigue tan buenos índices de audiencia. El rigor, de haberlo, hay que buscarlo con tranquilidad.

Lo cierto es que ladrones de guante blanco siempre ha habido. Algunos escándalos fueron muy oídos durante el periodo del generalísimo, pero la cobertura de la época no permitía el reality show y la censura cubría los datos más escabrosos. Pensábamos que con la democracia vendría un plus de honradez que sería capaz de empapelar a aquellos que no tenían escrúpulos. Sin embargo, legislatura tras legislatura seguimos perplejos la senda de la corrupción. Cuando se desvanece la cobertura de un caso, comienza a sonar el eco de otro nuevo. Ya no se libran ni las ONG. Algunas manzanas podridas hacen tanto daño que perdemos la confianza en los servicios públicos. No sabemos a quien confiar nuestros ahorros. Sospechamos de nuestros concejales y alcaldes. Y no es un tema baladí, parece que el olvido de los referentes morales o éticos, hace posible que cualquiera crea normal realizar apaños bajo mano.

El Pontificio Consejo de Justicia y Paz, presidido por el Cardenal Renato Martín, ha hecho publica una nota en la que destaca la Doctrina Social de la Iglesia en la prevención de la corrupción. Se presenta el concepto ecología human como respeto al orden natural y moral con el que el hombre fue creado: «Si no se da a la familia la capacidad para desempeñar su tarea educativa, si las leyes contrarias al auténtico bien del hombre, como las que atentan contra la vida, deseducan a los ciudadanos sobre el bien, si la justicia procede con excesiva lentitud, si la moralidad de base es debilitada por la trasgresión tolerada, si las condiciones de vida se degradan, si la escuela no acoge y no emancipa, no es posible garantizar esa “ecología humana”.

Debo reconocer que la propuesta tiene fundamento, en nombre de Dios no se nos permite enriquecernos de manera fraudulenta, abusar de las prerrogativas de un cargo y otras muchas cosas que no vienen al caso. A quien no posee una moral religiosa, la sociedad le demanda una honestidad que debe estar presente desde la más tierna infancia. Los valores por tanto son patrimonio de toda la humanidad y deben cultivarse a favor de una mejor convivencia. La peor tragedia de una democracia es que el cáncer de la corrupción ataque todos sus estamentos. Porque de alguna manera el fracaso de esa sociedad está asegurado.

2 comentarios:

  1. Las últimas noticias sobre "pelotazos", recalificaciones interesadas de terrenos, construcciones masivas en zonas de costa y del interior sin suficiente suministro de agua... se han hecho cotidianas, y el ciudadano asiste perplejo a la venalidad de sus representantes políticos que, con toda la desfachatez, urden sus maniobras especulativas. No sé qué tipo de valores harían falta. Por mi formación no pienso que la doctrina social de la iglesia sea la solución para mantener esa ecología humana de la que hablas. Se ha hecho del becerro de oro, del enriquecimiento rápido y sin coartadas el leitmotiv de nuestro modo de vivir. Hay demasiada tentación y los que tienen el poder caen con frecuencia en ella. Un sistema democrático fuerte y revigorizado tendría que ser capaz de atrapar a los delincuentes. La sociedad debería además avergonzarlos, porque ellos, la vergüenza, no la conocen. Ni ellos ni los partidos que los alientan, véase PP, que ve la viga en el ojo ajeno y no la suya en el propio. También el PSOE tiene su parte en el ajo.

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  2. CARMEN
    se necesitan firmas!!!!
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