miércoles, 27 de diciembre de 2006

Carta a los Reyes Magos

Querido Reyes Magos qué alegría, poder escribir a sus Majestades como en mi tierna infancia. Se pueden creer que por aquellos tiempos miraba hacia arriba esperando ver los camellos por los tejados. Ahora ya no puedo, se han levantado edificios de siete pisos – por decir un número- y te entra vértigo. Encima no se ve ninguna estrella porque las luces provocan el efecto apagón del cielo tierno y brillante. Ahora las estrellas nos entran vía directa por el televisor. Hay que ver señores Reyes Magos la Nochebuena que nos dio Raphael, pero bueno ustedes ya le conocen sigue siendo tan niño como cuando cantaba en el coro de su colegio. ¿O eso lo he soñado yo?.

En fin a lo que iba. Yo me conformaría con pedir paz, que no es mucho pedir. Bienestar de ese que da para comer y pagar las facturas todos los meses, pero que también permite hacer algún viaje para desconectar de esta tierra nuestra y sobre todo salud. Que esta máquina que es el cuerpo humano no me falle, que siga reciclándose como la naturaleza, primavera, verano, otoño e invierno. Ahora me tocaría invernar como los osos, en mi confortable madriguera, pero sólo me permiten estar hasta el día 7 de enero. Que no está nada mal. He conocido épocas que justo tres días y para de contar, el resto currando.

Pero digo yo que todo eso queda muy difícil de envolver en papel regalo. Así que me pido el ordenador portátil. Por si no lo trae periodistadigital vía sorteo, igual sus Majestades tienen a bien dejarlo en el balcón de mi casa. Yo les pongo un poco de turrón de Xixona para que repongan fuerzas. De beber nada, agua pura, no sea que les hagan la prueba de alcoholemia y encima les quiten puntos. No se olviden de dejar bien aparcado el camello, en doble fila se lo lleva la grúa y vale un pastón recuperarlo.

Pues bueno, ya ven que pido poco, lo justito para compensar los 300 euros que perdí en una compra por Internet que resultó ser una estafa. Y eso que yo me decía a mi misma, mira chata no te fíes que nadie da euros a diez céntimos, pero ya ven piqué, vaya si piqué. En ese país del Oriente que nos tiene en jaque con sus exportaciones a mitad de precio. Todo porque hacen trabajar como chinos a todos, ni seguro, ni fiesta, ni nada. Curro duro y puro y luego claro, lo venden todo a un euro – en el caso de los honrados- los chorizos si te he visto ni me acuerdo, para que lo sepan sus Majestades y avisen a quien corresponda, que eso de comprar por Internet tiene su riesgo.

Bueno Reyes, que a mí me gusta mucho que sean Magos y creen ilusión a los niños y mayores. Nada más bonito que seguir escribiéndoles año tras año.

Sin otro particular, se despide atentamente, la que suscribe. ¡Ah, y feliz Año Nuevo!.

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