sábado, 23 de septiembre de 2006

Libertad de expresión

Hablar de la libertad de expresión queda bien, pero si lo que se pretende es establecer unas normas de respeto, donde no todo vale, entonces los halcones de la libertad hablan
de censura. El fantasma de la dictadura franquista sigue revoloteando en el subconsciente. No hay manera de liberarse de él. Si se protesta porque alguien extralimitando su libertad de expresión habla de “la puta España”, se le considera fascista de inmediato. Se abre la caja de truenos y una manada de librepensadores defiende a capa y espada la libertad de expresión. ¿Consiste la libertad en ofender, insultar, calumniar, desacreditar?.
Establecer unos límites de respeto y educación no debería considerarse un atentado contra la libertad, sino una indicación de dónde debe estar situada la frontera. Quienes nos dedicamos a la educación como profesión sabemos que los niños necesitan referentes claros, saber lo que está bien y lo que está mal. Y de eso es de lo que yo quiero tratar, de la necesidad imperativa de marcar límites. Todos deberíamos implicarnos porque en ello nos va la futura convivencia y la educación de los más jóvenes.
¿Cómo se le puede pedir a un niño que respete la autoridad, si esta autoridad es cuestionada en los espectáculos, la música, la prensa, la televisión?. ¿Que idea quedará en su subconsciente de la palabra respeto, cuando lo que se idolatra es la actitud de una chulesca rebeldía?.
Las palabras malsonantes han invadido las tertulias televisivas, con una total falta de respeto hacia los espectadores. Un poquito de “por favor”, de “usted disculpe” y de “lo siento”, no deberían considerarse expresiones pasadas de moda. Vuelvo por tanto a la tan cuestionada asignatura de Educación para la ciudadanía. El adulto debe ser responsable de sus opiniones, saber que con ellas está influyendo en el pensamiento de los más jóvenes. Marcar unos límites es necesario, de lo contrario no existirían en nuestro diccionario términos como insulto, injuria, difamación. En ellos residen los límites establecidos de común acuerdo, sin que por ello se atente contra la libertad de expresión. Se pueden decir las cosas con claridad, argumentándolas y defendiéndolas con inteligencia, sin necesitar para ello de expresiones soeces. Y se debe de pedir disculpas cuando se ofende.
Lo que sucede es que hemos pasado de una sociedad censurada a una libertad mal interpretada. El todo puede criticarse ha bajado tanto el listón, que desde cualquier tertulia se grita y vocifera con una total falta de respeto hacia el otro.
¿Cuándo va a llegar el momento de clarificar los términos?. Parece que apelar a la moral o a la ética está trasnochado. Se olvida que todas las sociedades civilizadas han basado su convivencia en unos valores naturales y el código civil tiene su fundamento en esos mismos valores. Incitar a la trasgresión de las leyes no puede considerarse libertad de expresión, sino falta de responsabilidad social.
Las campañas de limitación de velocidad, de información sobre los riesgos del tabaco, de sexualidad responsable, están incidiendo en educar a la ciudadanía en unos comportamientos que deberíamos tener asumidos al llegar a la mayoría de edad. Algo no va bien cuando se considera que se tiene derecho a todo sin pensar en los demás. No vayamos a pensar que una asignatura resuelve el futuro de la sociedad. Es la sociedad quien debe educar desde todos los ámbitos, comprometiendo en ello a todos los ciudadanos.
Seguramente estas reflexiones no les parezcan bien a los defensores de la libertad. Y es que ven peligroso cualquier límite, sin tener en cuenta que el hombre estableció la ley para poder convivir. Y la máxima ”no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti”, tiene su raíz en el Evangelio, le pese a quien le pese.

6 comentarios:

  1. Saludos estimada Carmen, conociendo tu blog y me es grato encontrarme con tan buenas reflexiones, que podría aportar a tu publicación que no hayas dicho? creo que ratificar la falta de un punto medio o equilibrio en nuestras conductas, ejemplo claro por estos lares Presidente de Venezuela vs Presidente de EEUU, debería existir un punto de equilibrio pero tal parece que no es así, y de este modo incluso se llega a ver al canalla aquel de Bush como una "victima" en fin...

    Libertad de expresión? a ver como se la cocina para ver luego a que sabe je,je

    Saludos

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  2. Interesante lo que comentas Carmen, por un lado hay que diferenciar lo que es libertad de expresión y lo que es libertinaje que nada aporta periodísticamente hablando.
    Lo importante es informar con verdad y respeto, porque escribir por escribir para llenar un espacio es casi un crimen cuando no se tiene un fundamento sustentable.

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  3. Los que nos dedicamos a la educación sabemos por experiencia propia de la necesidad de unas normas, de unos referentes claros que orienten la conducta, en actos y palabras. Sin embargo, mucho de lo que ha construido nuestra cultura ha estado fundamentado en la transgresión, en el ir más allá de los límites que se ven como barreras antipáticas e indeseables. Recordemos el eslogan del mayo francés de prohibido prohibir que dejaba a nuestros instintos la regularización de nuestra acción. Nada de normas ni de deberes. Con el tiempo, nos hemos dado cuenta del gigantesco fiasco de tal ideología. Nuestros adolescentes están necesitados de referentes, pero toda la cultura ha derrumbado la idea de autoridad. Nadie parece tener autoridad. Ni los políticos ni los maestros, ni los padres, ni los mayores... Será difícil reconstruir lo que ha sido sistemáticamente demolido. Curiosamente, el mundo islámico tiene en la creencia de las jerarquías y modelos una fe de la que nosotros carecemos. Eso y una práctica de la compasión y de la ayuda mutua mucho mayor de la que nosotros solemos practicar. Nuestro mundo occidental ha avanzado prodigiosamente en cuanto a tecnología, pero se ha quedado huérfano e insolidario en cuanto los valores humanos. Creemos que todo lo puede resolver la legislación y las normas. Pero va mucho más allá esta situación de debilidad estructural de nosotros como seres sociales y humanos.

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  4. Carmen:

    Que profundo el tema. Asimismo me hizo recordar el caso de una persona a la que arrestaron por hablar demasiado o apelar a su derecho de expresion.

    No todos los dichos son del pleno gusto de la gente, eso si hay veces en que considero que es mejor moderar aunque a veces lo mismo se nos torne dificil.

    Cariños y que tengas una estupenda semana.

    Regresare ;)

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  5. Hola Carmen, gracias por visitar mi blog.Ando un poco apurada...otro día leo tu post con mas calma..q estes bien.

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  6. a mí me gustan mucho tus reflexiones y, que conste, que soy muy amante de la libertad... No veo contraposición entre lo que tú dices y ser una persona "libertaria". Muy por el contrario.

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